La evolución de la pandemia de coronavirus ha dado este jueves una tregua en Sevilla. Tras dos días consecutivos con los contagios diarios disparados por encima de los 400, el balance de la Consejería de Salud y Familias de hoy apunta una drástica caída en el crecimiento de nuevos casos confirmados. La estadística oficial indica que el numero total de positivos confirmados por pruebas PCR en la provincia es de 9.334, lo que representa 260 casos nuevos, una cifra sensiblemente inferior a los 405 que se notificaron el miércoles y los 407 del martes. Por contra, este jueves hay que lamentar tres nuevas muertes.

Hasta la fecha, han fallecido con coronavirus 340 personas en la provincia de Sevilla, donde ya hay curados 4.063 pacientes, 39 más de los que había en la jornada precedente. Las unidades de cuidados intensivos (UCI) sevillanas han atendido ya a 190 pacientes, dos más en las últimas 24 horas. A día de hoy son 36 los pacientes en la UCI. En cuanto a nuevas hospitalizaciones hay que reseñar 21 nuevas en el último día y un total de 1.833 desde que estalló la pandemia.

Los datos de Andalucía dados por la Consejería Salud y Familias hoy evidencian, asimismo, una reducción en dos personas en el número de hospitalizados. A día de hoy son 1.019 pacientes ingresados por coronavirus, que suponen dos menos en 24 horas y 77 más que hace una semana, de los que 135 se encuentran en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), uno menos que este miércoles y 15 más que hace siete días.

La cifra de hospitalizados en Andalucía desciende por segunda jornada consecutiva tras bajar en cinco el miércoles y subir en 36 el martes y en 48 el lunes, bajar en once el domingo y subir en seis el sábado, en cinco el viernes y en ocho el pasado jueves. Los 1.017 hospitalizados contabilizados este jueves son 77 más que los 940 registrados hace siete días.

Por su parte, la cifra de pacientes en UCI también se rebaja después no registrar cambios desde el pasado lunes, cuando el parte de la Junta recogió dos ingresos más del domingo. Los ingresos en UCI subieron en seis el domingo, en dos el sábado y en seis el viernes y bajaron en uno el pasado jueves. Los 135 pacientes en UCI contabilizados esta jornada son 15 más que los 120 hospitalizados en estas unidades hace una semana.

En cualquier caso, el descenso en número de hospitalizados sigue siendo significativo si se compara con los datos del 30 de marzo, cuando se registró el pico de la pandemia en Andalucía con 2.708 hospitalizados -1.691 más que este martes-, de los que 438 se encontraban en una UCI -303 más-.

Este ligero respiro que se observa al analizar los datos hay que tomarlo con cautela, ya que para determinar que se entra en una etapa de descenso habrá que esperar varios días y confirmar que la tendencia a la baja se mantiene. 

Por otra parte, de acuerdo con la información de la Junta, el número de brotes activos detectados han pasado en una semana de 18 a 27 y las personas vinculadas a ellos no dejan de aumentar y ya son 182 (62 más que el jueves pasado).Por distritos sanitarios, la capital concentra cinco brotes de 3, 5, 5, 15 y 9 casos;, Sevilla norte otros cinco de 6, 8, 10, 3 y 7 casos; Sevilla sur suma nueve brotes de 5, 4, 7, 7, 9, 6, 6, 3 y 10 casos; Sevilla este, cinco de 4, 8, 7, 5 y 3 casos; y el Aljarafe concentra tres focos de 11, 6 y 10 casos. De la semana pasada siguen activos 22 brotes más.

La situación en las residencias de mayores

En lo que a la situación de las residencias de mayores se refiere, el asilo de Fonserrana del municipio sevillano de Algámitas ha notificado el fallecimiento de una personas en las últimas 24 horas, con lo que ascenderían a un total de tres, según el parte diario de casos remitido por la Consejería de Salud y Familias.

Junto al brote de este geriátrico, que acumula 23 casos confirmados de contagio, también ha habido cambios en la Residencia Ballesol de Sevilla Este, donde los casos ascienden a 19 positivos en Covid-19, uno más que los confirmados el día 20 de septiembre. De ellos, un total de 16 son residentes y tres trabajadores y hay que lamentar una defunción como consecuencia de la infección provocada por el coronavirus.