El Betis prevé terminar la reforma del Villamarín en octubre de 2027
Urbanismo
Urbanismo aprueba hoy definitivamente el proyecto que cede a la ciudad 4.300 metros cuadrados de espacios comerciales en el estadio
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La remodelación del Benito Villamarín debe estar lista en octubre de 2027. Esta es una de las escasas novedades que aparecen en el estudio de ordenación definitivo que saldrá adelante hoy en el consejo de gobierno de la Gerencia de Urbanismo. El Real Betis Balompié y el Ayuntamiento de Sevilla llegaron a un acuerdo la pasada primavera para salvar el principal escollo del ambicioso proyecto para reformar el estadio, la operación urbanística. El pacto contempla que el club verdiblanco reciba los terrenos de unos 8.800 metros cuadrados situados en la explanada de Preferencia, usada desde hace varios años como aparcamiento en superficie, y otros de 470 metros cuadrados junto a la avenida de la Palmera. A cambio, el equipo de José Luis Sanz no recibe los 9,4 millones en los que ha tasado la compensación, sino 4.300 metros cuadrados de locales comerciales situados en el edificio comercial y de ocio que se levantará junto a la nueva grada. La idea es un estadio del siglo XXI que sea utilizado los 365 días del año.
“Las obras del nuevo estadio Benito Villamarín está previsto que comiencen en octubre de 2025 y finalicen en el verano de 2027”, aparece en un documento que será ratificado hoy por los partidos políticos. El club comenzó a mitad de agosto con los trabajos previos al derribo total de la grada de Preferencia. Tras el vallado a finales de julio de todo el entorno, una grúa ha estado desmontando los paneles de la fachada, así como los focos y otros elementos. El siguiente paso será la demolición de la estructura de hormigón con el conocido diplodocus. Aún no hay fecha exacta para estos trabajos, aunque todo debe quedar claro en los próximos días tras el visto bueno definitivo al estudio de ordenación. El club heliopolitano ha esperado para acometer la demolición para que no exista un parón entre estos trabajos y los de construcción de la nueva grada.
El Betis ha utilizado la figura de un estudio de ordenación para impulsar un proyecto que se ha llevado estancado por distintos motivos casi dos décadas. En el documento se detalla que los futuros ingresos asociados a la renovación integral del estadio Benito Villamarín realizado por Elevate, compañía estadounidense de consultoría y gestión de ingresos especializada en el sector deportivo, se multiplicarán por dos, pasando de unos ingresos actuales de 30,4 millones en la temporada 2024-2025 a una ganancia de 60,9 millones en la temporada 2027-2028. También se estima un incremento del 7% del tráfico tras la apertura de un edificio que contará con usos comerciales (en las tres primeras plantas), sanitarios (en la cuarta), hotelero (de la quinta a la octava) y restauración (en la terraza).
El coste final de la reforma aún sigue en el aire. El último presupuesto anunciado por el club disparaba el gasto hasta los 150 millones según el proyecto de ejecución definitivo de los estudios de arquitectura Rafael de La-Hoz y Gensler. En el estudio de ordenación se explica que existen actuaciones accesorias, “no estructurales y que no afectan a la funcionalidad de la edificación contenidas en el proyecto de ejecución”, que podrían no ser ejecutadas o serlo más adelante. El importe de estas actuaciones se cifra en alrededor de 12 millones de euros.
El club comenzó a mitad de agosto con el derribo de algunos elementos de Preferencia
A pesar de pretender realizar un contrato bajo la modalidad de presupuesto cerrado para las obras troncales del futuro estadio, “con un carácter conservador en esta simulación se ha considerado una estimación de contingencias del 10% de las partidas anteriores ascendente a 16,2 millones”. El club estima que los costes de la estructuración financiera llegarán a los 9,4 millones, incluyendo todos los gastos necesarios asociados.
Por último, se adicionan los gastos financieros (intereses) devengados por la estructura de financiación durante el plazo de ejecución de las obras, que serán financiadas plenamente con recursos movilizables, ya que el estadio remodelado aún no se encontrará en operación y no generará ingresos. Asimismo, el Betis computa la primera dotación de la cuenta de reserva del servicio de la deuda, habitual en estas operaciones tipo project finance como colchón de liquidez para mayor tranquilidad de los acreedores en el periodo de repago, y que se suele constituir en la última disposición de la deuda justo antes de la puesta en servicio del activo. El importe conjunto de ambos conceptos asciende a 28,4 millones. Teniendo en cuenta todos los elementos anteriores, la inversión total financiable puede llegar a los 216,2 millones.
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