El calor da una tregua. Tras una semana soporífera con las mínimas por las nubes, a partir de hoy los termómetros se relajan y salir a la calle en Sevilla no supondrá una actividad de alto riesgo, como ha venido ocurriendo desde que comenzó el verano, uno de los más tórridos que se recuerdan en lo que va de siglo. Por fin el mercurio bajará de los 35 grados y habrá una jornada –la del miércoles– cuando desciendan hasta los 30. Una grata noticia que viene acompañada del repunte en la llegada de visitantes a la capital andaluza. Al fin, noticias buenas tras una primavera para el olvido y unos meses estivales que van por el mismo camino.

En marzo los sevillanos tuvimos que confinarnos por el estado de alarma. El coronavirus nos obligó a estar enclaustrados en casa. Desde julio, es el calor el que invita a salir poco del hogar. Lo preciso y cuando el agotamiento de estar bajo el mismo techo busca remedio en calles donde el suelo arde.

Las imágenes del pasado fin de semana constituyen el más fiel reflejo de esta realidad que se produce cada año por tales calendas, pero que en este fatídico 2020, además, son aún más severas. Una Avenida de la Palmera vacía, prácticamente sin tráfico tras la sobremesa; o las calles del centro solitarias (más aún de lo que las ha dejado la crisis del Covid). Agosto en todo su esplendor en una Sevilla que, eso sí, al menos mantiene más bares abiertos de lo habitual por estas fechas. Hay que remontar las pérdidas ocasionadas por el estado de alarma en un sector clave para la economía local.

Todo hace prever que la situación cambie en la semana que comienza este lunes. La Aemet trae esta vez buenos augurios. Hoy y mañana los termómetros no superarán los 36 grados, lo que ya es de agradecer. Y atención, porque el miércoles se registrará la máxima más baja desde que se inició el verano: sólo 30 grados, lo que permitirá salir a las horas centrales del día sin demasiado sacrificio corporal.

A partir del jueves subirán un poco, pero sin superar –al menos hasta el sábado, festivo nacional– los 35. Será, por tanto, una semana libre de alertas amarillas y naranjas, a las que ya nos habíamos acostumbrado.

Otra buena noticia nos la dan las mínimas. Dormir por la noche a partir del miércoles será un placer, pues no se se sobrepasarán los 20 grados. Adiós al ventilador y al aire acondicionado. Y al gasto eléctrico. Por ahora.