Sevilla

"En la cárcel le dan un huevo duro y una lata de atún para todo el día"

Los familiares de Antonio García Vidriel, el camionero enfermo que está preso en una cárcel de Tánger, reciben a este periódico a las puertas del hospital Virgen del Rocío, donde está ingresado con quemaduras graves otro hijo del detenido tras haber sufrido un accidente laboral. La hermana del preso, Reyes García, y uno de los hijos de éste, Miguel García, no se explican cómo las autoridades marroquíes aún no han trasladado a Antonio a una cárcel española, a pesar de que la decisión está acordada desde diciembre pasado y el traslado se preveía desde hace dos semanas. Aunque los familiares lo ignoran, toda la polémica suscitada en torno al indulto concedido al pederasta Daniel Galván puede haber provocado el retraso en la salida de la prisión marroquí de Antonio García Vidriel, a pesar de que éste fue el único nombre concreto que el rey Juan Carlos ofreció a Mohamed VI cuando se interesó por la situación de los presos españoles en su reciente viaje al país marroquí.

Miguel García explica que su padre, de 58 años, lo está pasando francamente mal en la prisión de Tánger, donde está recluido tras haber sido detenido en abril de 2012 cuando transportaba casi nueve toneladas de hachís, hechos por los que fue condenado a cuatro años de prisión. "Mi padre está pasando un calvario, es un enfermo crónico de corazón, que padece diabetes, colesterol, etcétera" y, aunque la mayor parte de su estancia en la cárcel de Tánger la pasa en la enfermería, las condiciones de este centro penitenciario se hacen mucho más duras para una persona enferma. "Mi hermano no tiene comida. En la cárcel le dan un huevo duro y una lata de atún para todo el día, y por la mañana sólo una porción de un quesito para desayunar", lamenta Reyes García, que explica que durante cuatro meses su hermano estuvo durmiendo en el suelo hasta que lo trasladaron a la enfermería, donde dispone una cama "por diez euros al mes". No es lo único por lo que se paga en la prisión marroquí, según los familiares, que señalan que también hay que abonar la misma cantidad por las visitas.

En la cárcel, Antonio García ha sufrido "dos amagos de infarto", pero cuando se ha quejado "le dicen que son cuentos" y también padeció una infección en un testículo de la que se recuperó porque la familia le envió antibióticos. "El médico marroquí le dijo que había tenido suerte de recibir esos antibióticos", relata Reyes. Además, debido a sus diversos problemas de salud, Antonio García ha perdido cuatro uñas de un pie, algo en lo que la familia considera que ha influido el hecho de que no tenga una alimentación adecuada. Cada vez que han podido, le han enviado paquetes con comida, pero las restricciones son importantes y prácticamente se tienen que limitar a mandarle algo de pasta, aceite de oliva, queso y chacinas, aunque esto último no le viene bien dado su estado.

La familia esperaba desde hace tiempo el regreso a España de Antonio, que es natural de El Campillo, una pedanía de La Luisiana (Sevilla), sobre todo después de que su otro hijo que fue detenido por los mismos cargos y condenado a diez años de prisión regresara el pasado 31 de julio tras formar parte del grupo de presos españoles indultados por Mohamed VI.

"Estamos muy agradecidos al rey Juan Carlos, que ha tenido muchísima humanidad con mi hermano y gracias a él el nombre de mi hermano ha salido en toda España, y también estamos muy agradecidos a Mohamed VI", asegura la hermana de Antonio García, que sólo pide al monarca alauí que le permita salir de la cárcel "pronto".

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