Sevilla

El cobro de la tasa turística en Sevilla, un remedio a la precariedad en el sector

  • Los expertos señalan que si parte de lo recaudado se invierte en el empleo, las condiciones laborales, la falta de profesionales especializados y el sueldo de estos mejorará

Foto de archivo de un empleado de un hotel en tareas de limpieza.

Foto de archivo de un empleado de un hotel en tareas de limpieza. / Enric Fontcuberta | EFE

Los datos de recuperación del turismo en Sevilla son apabullantes. Con plena ocupación en la primavera pasada, un verano con pronóstico más que positivo y con un 93% de los pasajeros recuperados respecto a 2019 en el aeropuerto de San Pablo, la tendencia al alza marca la confianza de los empresarios hasta el momento. Sin embargo, agentes del sector miran con recelo una de las últimas iniciativas propuestas por el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz: el cobro de una tasa turística a los viajeros que se alojen en la ciudad. Pero, ¿hasta qué punto esta medida podría ayudar a la recuperación del sector, a la especialización de sus profesionales y a evitar la precariedad de la que sufre?

El Ayuntamiento de Sevilla llevará al próximo pleno del 21 de julio como propuesta el cobro del impuesto de la tasa turística. Un gravamen que depende en su aplicación de la Junta de Andalucía o del Gobierno de España, por lo que hasta que se modifiquen o creen normativas al respecto no podría ejecutarse. Las reacciones a la petición de cobro de este tributo han sido, en general, positivas, aunque los agentes del sector guardan ciertos miedos ante el temor de que los fondos recaudados no se destinen a inversiones dentro del sector del turismo o que se tornase en una medida disuasoria del turismo.

Muñoz ya especificó esta semana que ese "miedo" no debe darse: "Hay que quitarles de la cabeza que no se va a beneficiar el turismo de lo que se recaude. Dicho de otra manera: lo recaudado favorecerá principalmente al turismo. Esa duda -sobre el destino de esos fondos a otras políticas que no sean fundamentalmente turísticas- habrá que quitársela", a lo que añadió que "está demostrado" que la implantación de una tasa turística "no disuade de la visita" a las grandes capitales que ya la tienen. "Nadie deja de ir a París, Roma o Lisboa porque exista".

La tasa turística como impulso al empleo

Hasta el momento, se ha avanzado que lo recaudado de este impuesto se destinaría a cuestiones como la conservación del patrimonio, la limpieza de las calles, la movilidad.., pero ¿y en el empleo de los que trabajan para el turismo?

El debate está sobre la mesa, y los expertos en turismo lo ven con buenos ojos. En Sevilla, si se cobrase 1 euro por pernoctación al año se recaudaría unos 7 millones de euros. "Un debate que se debe centrar en el turismo que queremos. Si queremos un turismo que venga a pasar el día y se marche a otro destino o si queremos un turismo de calidad que permanezca más días, que consuma y haga vida en la ciudad", concreta Silvia Avilés, directora del Tourism Innovation Summit (TIS), la cumbre de la innovación turística y tecnológica que se celebrará en Fibes del 2 al 4 de noviembre, y que este miércoles se ha presentado ante los medios.

Avilés ha reflexionado sobre una de las debilidades históricas del sector, la precariedad. La tasa turística podría suponer un remedio a ella. "Si con este impuesto se consigue invertir en el sector y en la gente que trabaja en él, los sueldos también serán mayores así como las condiciones de trabajo. Si revierte en la industria del turismo todos ganaremos en calidad, profesional y visitante". Todo ello teniendo en cuenta que la aplicación habitual de la tasa turística es progresiva, pagando por pernoctación una cuantía superior aquellos que se alojan en establecimientos hoteleros de mayor categoría que aquellos que lo hacen en otros de categoría inferior. 

Edgar Wegglaar, director del congreso Tourism Innovation Global Summit, también ha apoyado la implantación de la tasa turística en la ciudad: "Creo que aportaría muchísimo a la ciudad. Es clave saber lo que se va a cobrar por día, pero si mejora el bienestar de turistas y ciudadanos, me parece perfecto". 

Wegglaar ha sacado a la luz otro de los problemas del sector y que va unido a la precariedad, la falta de personal cualificado o especializado. "Falta personal pero no sólo en Sevilla y en España, sino en toda Europa. Durante los años de pandemia, todo se paralizó y mucho talento se marchó a otros empleos o destinos", pero la demanda ha repuntado de forma exponencial y falta personal. Los sueldos bajos y los desorbitados horarios en las jornadas laborales se suman al problema. "Las empresas que se han adaptado durante la pandemia en la conciliación familiar, en escuchar a sus trabajadores si querían media jornada, trabajar de noche o los fines de semana, son las empresas que lo han llevado mejor y han salido a flote. Haciendo cosas pequeñas puedes conseguir grandes cambios", añadió.

Antonio Jiménez, el director gerente de Congresos y Turismo de Sevilla y Fibes, presente en la presentación ante los medios de TIS, aludió a otro de los frentes en los que flaquea el sector, la especialización. Una falta de especialización que ha afirmado desde la Universidad de Sevilla y, más concretamente, desde la carrera de Turismo, ya se está solicitando que se adapte mediante "una especialización en los distintos sectores que hay dentro del turismo, por ejemplo, en la gestión de eventos de gran envergadura como el TIS". 

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