Sevilla

Una comunidad de vecinos del centro de Sevilla estalla contra los garajes turísticos

  • Los turistas entran y salen del garaje por las zonas comunes del bloque, provocando el trasiego de desconocidos por el edificio a todas horas

  • La Policía Turística detecta irregularidades en la explotación de los aparcamientos y ha informado a la Gerencia de Urbanismo

  • La empresa que gestiona las plazas asegura que no comete irregularidad alguna porque el parking no es público

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Una comunidad de vecinos del centro de Sevilla estalla contra los garajes turísticos

Una comunidad de vecinos del centro de Sevilla estalla contra los garajes turísticos / Rosell

Una comunidad de propietarios del centro de Sevilla ha denunciado a través de varias instancias la explotación de varios garajes turísticos de su edificio por parte de terceros. Según aseguran, los turistas tienen que utilizar las zonas comunes para entrar y salir del aparcamiento, lo que motiva un trasiego de personas desconocidas a todas horas por el patio y otras zonas del bloque, en el que ya se han registrado al menos cinco robos en el poco más de un año que llevan las viviendas entregadas. 

También se han producido daños en el parking, pues las plazas de aparcamiento son muy estrechas y los turistas no siempre tienen claro cuáles son las que tienen que utilizar, porque no todas están bien señalizadas. Esto ha provocado además que en numerosas ocasiones los propietarios se encuentren con que sus plazas están ocupadas por los vehículos de los visitantes. La explotación turística del garaje funciona las 24 horas, puesto que se activa por control remoto desde un teléfono móvil, con las consiguientes molestias y perjuicio para el descanso de los vecinos.

La comunidad ha presentado denuncias tanto ante la Policía Turística, el antiguo Grupo Giralda de la Policía Local, como ante la Gerencia de Urbanismo. Por el momento, esas denuncias no se han traducido en ninguna medida en la práctica y los garajes turísticos se siguen explotando continuamente, como este mismo periódico pudo comprobar esta semana. Una de las propietarias llegó a informar personalmente al alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, del problema que padecen.

Lo hizo al encontrarse al alcalde en la calle y abordarlo directamente, a lo que el regidor le pidió su teléfono y le comunicó que le contestaría personalmente el gerente de Urbanismo, Fernando Vázquez. Este alto cargo se puso en contacto con la propietaria y escuchó atentamente el problema que padece la comunidad, pero después no ha ofrecido ninguna solución ni tampoco respuesta alguna. Los propietarios siguen a la espera y han decidido hacer pública la situación ante la indefensión e impotencia que padecen. Eso sí, la vecina agradece la amabilidad con la que tanto el alcalde como el gerente de Urbanismo la han tratado.

Un candado en un apartamento turístico del edificio en cuestión. Un candado en un apartamento turístico del edificio en cuestión.

Un candado en un apartamento turístico del edificio en cuestión. / Juan Carlos Muñoz

Se trata de un edificio de nueva construcción ubicado en la zona de la Puerta Osario. Las primeras viviendas se entregaron en diciembre de 2022 y la primera familia se instaló en ella en enero de 2023. Los propietarios desconocían que la promotora había realizado una planta más en el garaje subterráneo, algo que entienden que debió hacerse sobre la marcha porque no estaba reflejado en los planos. Esa planta extra se está utilizando principalmente como garajes turísticos. Es decir, se les alquila temporalmente a turistas que se alojan en hoteles, apartamentos o viviendas del entorno o incluso bastante alejadas del mismo. Los propietarios han tenido conocimiento de que hay turistas que se han hospedado en un apartamento de la calle Baños y han utilizado este garaje en la Puerta Osario, a casi dos kilómetros de distancia.

La normativa autonómica vigente en esta materia contempla una distancia máxima de 300 metros desde el aparcamiento a la entrada principal del edificio cuando el garaje no forme parte del mismo. Superada esta distancia, añade la ley, se tendrá que ofrecer aparcamiento gratuito. Evidentemente, no se paga aparte por el garaje sino que el precio del mismo está incluido en el del alojamiento. Los propios arrendadores los ofertan como parking gratuito. Sin embargo, la Policía Turística sí que entiende que hay una irregularidad manifiesta en este asunto, según indicaron fuentes del caso. Además, hay plazas que se ofrecen en internet como aparcamiento rotatorio, a 2,10 euros la hora. También hay comentarios en distintas páginas de clientes que aseguran que han pagado por dejar el coche en este lugar.

El parking está ubicado en un edificio privado, pero al ser usado por empresas turísticas su uso está siendo público/privado, ya que buena parte de las plazas del mismo se están utilizando con carácter rotatorio. Para que esta actividad pudiera ser legal, el garaje tendría que contar con un acceso independiente, cosa que no tiene. Los usuarios del mismo entran y salen por el bloque o, lo que es peor, directamente andando por la rampa, algo totalmente prohibido y que entraña un riesgo de atropello.

El garaje de la polémica. El garaje de la polémica.

El garaje de la polémica. / Juan Carlos Muñoz

La Policía Turística ha dado cuenta de estas presuntas irregularidades y ha levantado varias actas que ha enviado a la Gerencia de Urbanismo para que tome cartas en el asunto. Además, ha denunciado la actividad de al menos cinco apartamentos turísticos que hay en el edificio sin que cuenten con la licencia para uso turístico que exige el Ayuntamiento de Sevilla para este tipo de alojamientos desde junio de 2022. Al ser pisos que se hicieron más tarde, requieren de esta documentación, de la que carecen, según indicaron fuentes del caso.

Uno de los apartamentos turísticos del bloque es precisamente el que tiene el control remoto para activar la apertura del garaje. El pasado martes por la tarde, este periódico comprobó cómo uno de los turistas tenía verdaderos problemas para encontrar la manera de entrar en el aparcamiento. Dio varias vueltas a la manzana hasta que se bajó del coche y se cercioró de que estaba ante la dirección correcta. Hizo una llamada de teléfono y por fin le abrieron la puerta por vía remota. Unos minutos después, salió por la puerta del bloque de viviendas tras cruzar las zonas comunes.

Los propietarios denuncian que el trasiego de desconocidos por su edificio genera molestias e inseguridad y ya ha habido cinco robos, varios de ellos en coches y otros en los trasteros. En muchas ocasiones han visto turistas sentados o tirados en el suelo del patio central del bloque con sus maletas y bultos esperando como si se tratara de una estación de tren o un aeropuerto, y en otras ocasiones los viajeros han llegado a subir hasta la azotea para curiosear.

Son varios los vecinos que han denunciado esta situación de alguna forma u otra. Hay quien ha ido a la Policía Turística, quien lo ha hecho a través de la comisaría del distrito Centro, en la calle Crédito, y quien ha enviado directamente sus quejas a la Gerencia de Urbanismo. "Desde que comencé a vivir en este domicilio, he observado un movimiento muy frecuente de coches no residentes y a menudo con matricula extranjera, por lo que averiguamos que hay una explotación en alquiler de varias plazas de garaje con fines turísticos, que dan servicio a distintas viviendas turísticas de la zona", dice una de estas denuncias, a la que ha tenido acceso este diario. 

Esta denunciante añade que ha mantenido conversaciones con la administradora de la empresa que explota el alquiler turístico, que adjunta a la denuncia. Estas conversaciones se producían cada vez que un coche entorpecía el tránsito del garaje por aparcar fuera de los límites de su plaza o bien porque los turistas aparcaban en otras plazas privadas. 

La presidenta de la comunidad también ha enviado comunicaciones a la sociedad que explota las plazas de garaje que ofrecen a los turistas, poniendo en su conocimiento la ilegalidad de esta actividad. En una de las juntas se expuso la necesidad de establecer una única forma de entrada a los garajes, que es a través del mando oficial que se proporcionó a todos los vecinos, "quedando expresamente prohibido cualquier sistema que lo manipule o lo bloquee". En esa misma reunión, se advirtió a la persona que gestiona los garajes que debe retirar el sistema de apertura remota vía móvil, dado el "grave incumplimiento" que éste supone.

Asimismo, la presidenta informó a esta misma sociedad de las "continuas molestias que los usuarios y clientes de la empresa turística comenten continuamente, dejando basura, ocupando plazas de otros vecinos y usando la rampa de acceso de vehículos como peatones", al tiempo que la advertía con la presentación de una demanda y le hacía responsable del uso de las instalaciones que estaban haciendo sus inquilinos. 

La versión de la empresa que gestiona una veintena de plazas de alquiler en el edificio es, obviamente, bien distinta. Fuentes de la sociedad indicaron que no están realizando ninguna actividad ilegal, pues consideran que el aparcamiento no es rotatorio ni de uso público, sino que todos los clientes que lo utilizan están perfectamente identificados y vienen con un contrato previo. "Para que los hoteles puedan ser de cuatro estrellas necesitan ofrecer una serie de plazas de garaje, que no siempre hay en el centro. De ahí que muchas veces ofrezcan plazas alquiladas, como las de este edificio", apuntaron las mismas fuentes, que también aseguran que han elevado consultas a abogados especialistas en turismo y consideran que todo está en regla.

"Muchas veces los turistas vienen en coche y nosotros simplemente lo que hacemos es ofrecerles facilidades", añadieron desde la empresa. Aseguran que hay otras sociedades que gestionan plazas y apartamentos en este mismo bloque. Sobre el hecho de compartir acceso con una comunidad privada, explicaron que es la única entrada y salida posible y que pueden pasar por ahí como cualquier inquilino.

Una representante de esta misma sociedad respondió en su día a los propietarios asegurándoles que la empresa tiene arrendadas con opción a compra una veintena de plazas de garaje en el edificio, con el fin de "darle servicio gratuito de parking" a sus clientes. "Cuando alquilamos las plazas de garaje existían dos formas para entrar, mediante telefonillo con código, y por llamada telefónica. Como se han anulado estos dos sistemas, nuestro casero nos ha dado permiso para colocar un candado en una reja de un apartamento del edificio que es de su propiedad", apuntaba la responsable de la empresa. 

"En este candado existe una llave y un mando de repuesto y solo se usa en el caso de que la puerta esté averiada, algo que hasta ahora ha sucedido muy a menudo, y de esta forma mis clientes pueden acceder sin molestar nadie", apuntaba esta persona. El candado está a la vista de cualquier persona que pase por la calle. Los vecinos siguen a la espera de una respuesta tras un año de quebraderos de cabeza.

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