Las residencias de mayores le ganan la batalla al Covid-19. Los positivos entre los usuarios de los geriátricos, en sintonía con lo que está pasando entre la población en general, se han desplomado en un mes. Los positivos han disminuido en un 92,8% entre el 24 de agosto y el 22 de septiembre, según los datos actualizados ayer por la Consejería de Salud y Familias. Termina así un periodo de subidas progresivas de contagios que se ha cobrado la vida de casi medio centenar de ancianos desde julio.

En pleno pico de la quinta oleada en la provincia los geriátricos llegaron a acumular 250 positivos entre los residentes y 45 en el personal empleado. Siete días después la incidencia se mantenía estanca y apenas se contabilizaba un positivo menos. La caída de los contagios que empezó a dar esperanza a estos centros, duramente golpeados por la quinta ola, no se empezó a visibilizar hasta hace una semana (entre el 7 y el 14 de septiembre) cuando ya eran 49 las infecciones activas y se ha reafirmado con los datos actualizado ayer por Salud, que contabilizan 31 casos menos, es decir, 18 positivos. También es notable el descenso en el número de trabajadores afectados que ha pasado en un mes de 45 a 17.

Otro dato para la esperanza es que también se reduce el número de centros que han confirmado contagios en la última semana registrada. Así, según fuentes oficiales de la Consejería, el Covid-19 está presente en estos momentos en apenas una decena de geriátricos sevillanos en los que, en ningún caso, se superan las 10 infecciones entre mayores y trabajadores. Hace menos de un mes se llegaron a contabilizar hasta 86 positivos en un sólo centro en Cantillana. 

El panorama hoy es bien distinto, sin embargo, lo que aún sigue coleando, lamentablemente, son las muertes. Salud comunicó ayer otros dos fallecimientos en los brotes en los centros de mayores Gerón y Domusvi Santa Justa, en la capital. El primero, que recientemente contabilizaba más de 60 contagios entre los ancianos y la plantilla, ha sumado así el que es su quinto fallecidos por este foco, que ha quedado resuelto, no obstante, al presentar ya resultado negativo en la prueba de detección del virus todos sus residentes y empleados, según fuentes sanitarias.

Por otro lado, hay que sumar otro muerto más en el brote de la residencia Domusvi Santa Justa, que ya fue azotado por un grave brote de coronavirus en la primera oleada de la pandemia y escenario la noche del 5 de enero de un incendio saldado con la muerte de una anciana de 89 años y otros 18 residentes hospitalizados, ha sumado una segunda muerte, pero la incidencia se ha reducido a seis residentes contagiados y tres empleados en la misma situación.

En el caso del geriátrico San Nicolás de Cantillana, que ha llegado a arrojar un total de 86 contagios entre los ancianos y la plantilla, registrando a primeros de mes un primer fallecimiento, sólo contabiliza ya un anciano y un empleado contagiados, con lo que también en este centro se ha reducido notablemente la incidencia del virus.

Los otros tres grandes brotes que han quedado ya resueltos en la provincia son los declarados en la residencia El Pilar, en Carmona y objeto ya de un brote en la segunda oleada con más de un centenar de contagios y varios fallecido, que se ha cerrado con un total de tres muertos; en el centro centro de personas mayores Guadaíra de Alcalá de Guadaíra, igualmente zanjado tras la muerte de once ancianos; también el foco del geriátrico Vitalia de Écija tras 14 muertes entre los ancianos; y el del asilo de ancianos de las Hermanitas de los Pobres de Sevilla capital, sin que se registrara ningún fallecimiento.

Una mejoría notable que coincide con el inicio de la administración de la tercera dosis de la vacuna entre la población residente, tan demandada por asociaciones y federaciones de mayores. Casi nueve meses después, cerca de 9.000 residentes de los centros de la provincia aseguran la inmunidad con un último pinchazo contra el coronavirus. En Andalucía serán más de 43.000 los usuarios de residencias de mayores que recibirán la tercera dosis y, al igual que en las anteriores ocasiones, los equipos de enfermería se están desplazando hasta las residencias para inocularles el suero en una tercera ocasión. Los pacientes inmunodeprimidos también están recibiendo la nueva dosis desde hace unas semanas.

Terceras dosis, también para mayores de 80 años

Se cierra así un circulo en la comunidad, con el que surgen ahora nuevas posibilidades. Así lo confirmó ayer el consejero de Salud, Jesús Aguirre, y en contra de la opinión de buena parte de la comunidad científica que recela de la supuesta pérdida de inmunidad con el paso del tiempo, que anunció que está planteando incluir en cartera de vacunación en Andalucía la tercera dosis también para los mayores de 80 años y los grupos dependendientes en domicilio. "La idea sería ir incluyendo al resto de franjas etarias hasta que la incidencia acumulada sea la más mínima posible", manifestó ante los medios.

Del mismo modo, valoró como "relevante" los datos de vacunación, toda vez que hizo hincapié en que las dosis "no impiden que el usuario contagie", sino que provocan que la infección "no evolucione de forma anómala".

"Al principio de la quinta ola, los ingresos en UCI de gente más joven eran más frecuentes, pero hemos empezado a vacunar a todas las edades y la franja de 12 a 19 años ya ha superado en volumen a las de 20 a 29 y de 30 a 39, por lo que ahora hemos saltado a la campaña de captación de aquellas personas que todavía no se han vacunado", indicó en defensa de la importancia de la vacunación.