Sevilla

Coronavirus: Los menores de 5 a 9 años lideran los nuevos contagios en Sevilla

  • Este grupo de edad, sin acceso a la vacunación, se ha puesto al frente de la incidencia en la provincia con una tasa de 113,6 casos por 100.000 habitantes

Una mujer y su hija menor, de la mano, por una céntrica calle de la capital.

Una mujer y su hija menor, de la mano, por una céntrica calle de la capital. / Juan Carlos Vázquez

Los menores de entre 5 y 9 años ya son el grupo de población con mayor índice de casos de Covid-19. Un hecho inédito en el año y medio de pandemia en la provincia y que se ha dado por primera vez esta semana.

Con el 89,5% de la población diana vacunada, al SARS-CoV-2 sólo le queda un tipo de huésped humano para poder seguir replicándose sin obstáculos, los niños. El colectivo que con menos virulencia ha sido golpeado por el virus y que menos transmisión ha demostrado durante toda la crisis sanitaria se convierte ahora en el grupo de edad con mayor incidencia acumulada (IA) de toda la población. En concreto, el grupo de 5 a 9 años marcó ayer una incidencia de 113,6 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, adelantando con creces a la de los adolescentes (de 15 a 19 años), que han pasado de copar los nuevos contagios hace apenas 20 días a situarse en una tasa de 64,7, entre las más bajas por grupos de edad en la provincia.

¿Qué ha cambiado desde entonces? Las vacunas están agrandando las diferencias particularmente desde que la quinta ola tocó a mediados de agosto. Así, a medida que avanza la vacunación entre un grupo etario, automáticamente empieza a descender entre ellos la incidencia del virus. Ocurrió con los treintañeros a mediados del verano, luego con los veinteañeros en el mes de agosto y ahora con los adolescentes.

Esta situación pone en evidencia el efecto que las vacunas están teniendo para poner freno a los contagios de manera que el grupo de población con mayor incidencia en estos momentos es precisamente el único que no puede ser vacunado por falta de evidencias científicas y permisos de las autoridades sanitarias.

La tasa entre los jóvenes de 20 a 24 es de las más baja, sólo por detrás de la de 80 a 84 y más de 95

Pero hay otro dato que también evidencia el papel de la vacunación a la hora de controlar la expansión del Covid. La tasa entre los jóvenes de 20 a 24 años, grupo de edad a cuyos desmanes al inicio de las vacaciones estivales se apuntó como principal causa de la que hasta ahora ha sido la última embestida del virus, y que están cerca de alcanzar el 80% de inmunidad, es ahora una de las más baja de la provincia con 52,3 casos por 100.000 habitantes. Sólo es inferior la incidencia entre los sevillanos de 80 a 84 (51,6) y los mayores de 95 (39,1).

La tasa media de la provincia de Sevilla se situó ayer en 71,2 casos por 100.000 habitantes. Por tramos de edad, el de 0 a 14 años, donde se concentra la amplía mayoría de los no vacunados y donde se incluye el grupo que registra la mayor incidencia -entre 5 y 9 años- presenta una tasa de contagios de 96 casos. En el siguiente grupo etario en el que la Junta disgrega los datos a través del portal web del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), el de 15 a 29 años, es de 61,3. En la franja de 30 a 44 años sube a 73,9; en la de 45 a 64, de 60,7; y en los mayores de 65 años, de 66,7. 

Se da un dato curioso y es que, paradójicamente, los mayores de 85 años y menores de 95, que estuvieron entre los primeros en ser protegidos, ahora vuelven a estar entre los colectivos más afectados. Los datos oficiales de la Consejería de Salud cifran en ellos la incidencia de Covid-19 en una media de 100 casos, sólo superados por los menores de 5 a 9 años ya mencionados. Todos los demás nichos de población están por debajo del centenar.

Una enfermera vacuna a un joven en el Estadio de la Cartuja. Una enfermera vacuna a un joven en el Estadio de la Cartuja.

Una enfermera vacuna a un joven en el Estadio de la Cartuja. / Juan Carlos Vázquez

La Consejería de Salud y Familias está vacunando a todas las personas que lo deseen a partir de los 12 años sin cita para facilitar el proceso. Con estos datos, es evidente la necesidad de seguir avanzando en la inmunización en los menores de este grupo de edad, más si cabe, tras haberse convertido en el grupo con mayor proporción de contagios, lo que empieza a preocupar a las autoridades sanitarias, ya que, aunque no suele sufrir los efectos más duros de la enfermedad, sí que es capaz de propagarla entre las franjas de más edad y más vulnerables. En el departamento que dirige Jesús Aguirre en Andalucía esperan poder comenzar a pinchar, al menos, a los niños de entre 5 y 11 años a finales de octubre, según ha insistido el consejero esta semana. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) por su parte se prepara para hacer una evaluación exprés. Más tardará la presentación de los estudios sobre la vacuna entre 5 años y 6 meses, aunque el laboratorio confía en poderlos llevárselos a los reguladores antes de final de año.

En este sentido, el presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, el pediatra Alfonso Carmona, hace un llamamiento a los padres para que vacunen a sus hijos menores de 12 años cuando las autoridades sanitarias la autoricen. "Nosotros somos provacunas y somos conscientes de que todas las vacunas que se ponen en el mercado son las que han pasado por una serie de ensayos y valoraciones que las hacen eficaces y seguras", destaca el también director médico y fundador del Grupo IHP en Sevilla, uno de los centros que ha participado en los ensayos de Pfizer en menores. "Todos los niños que han participado con nosotros han ido bien, sin contraindicaciones, pero todavía no se han terminado de analizar los datos y necesita el respaldo de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU (FDA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). Se espera que antes de finales de año se pueda vacunar por debajo de 12 años, pero se necesita el visto bueno", destaca.

Carmona apunta a la importancia de vacunar contra el Covid a los menores, una vez se autorice el fármaco, pero también contra la gripe "con objeto de que no se unan las dos infecciones y se den efectos de mayor consideración". "En dos años, los niños prácticamente no han tenido contacto con muchos gérmenes por lo que podría llegar un ataque más fuerte de lo habitual porque sus defensas no estén tan fuertes por esa circunstancia", apostilla.

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