Coronavirus

La odisea para volver de los erasmus sevillanos atrapados en Italia

  • Varios grupos de estudiantes relatan estar viviendo "un infierno" así como la falta de ayuda de las instituciones para poder regresar a la ciudad

El sevillano Alfonso de Medina López junto al resto de eramus españoles en la región italiana de Macerata.

El sevillano Alfonso de Medina López junto al resto de eramus españoles en la región italiana de Macerata. / M. G.

Algunos han conseguido regresar a tiempo, pero muchos se han visto sorprendidos por el cierre del espacio aéreo decretado el lunes por el Gobierno español. Es el caso de los erasmus sevillanos en Italia que todavía permanecían en distintas regiones del país y que han visto como su experiencia académica se ha convertido en un verdadero "infierno".

Los estudiantes que decidieron permanecer en Italia en aquellas regiones que, en principio, no presentaban riesgos manifiestan haber entrado "en pánico en cuestión de horas" y tras las últimas medidas de aislamiento total dictadas por el Gobierno italiano pero, sobre todo, tras la prohibición de vuelos desde Italia a España dictadas por el Ejecutivo español. 

"No sentimos atrapados y sin información. Decidimos permanecer porque no había peligro y aquí la vida era normal, las clase se llegaron a retomar tras un primer parón y teníamos una sensación de tranquilidad porque el cierre sólo afectaba al norte. Entonces, no contemplábamos que de un día para otro esto pudiera extenderse a todo el país y, una vez ha pasado, es cuando ha cundido el pánico y la incertidumbre porque nos sentimos atrapados sin margen y sin información para poder salir", relata Alfonso de Medina López, un sevillano que estudia Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Pablo de Olavide y que se encuentra "atrapado" en la región italiana de Macerata junto a cuatro sevillanos más y un total de 35 alumnos erasmus españoles.

Este joven explica que desde que el lunes, que precisamente leyó en Diario de Sevilla que el primer ministro italiano Giuseppe Conte había dictado la ampliación de las medidas de aislamiento a todo el país, llevan intentando buscar sin éxito ayuda para poder salir del país, sobre todo, una vez España ha prohibido los vuelos con Italia.

"Algunos compañeros del norte decidieron volverse pero nosotros estábamos a la espera de las decisiones que tomara el Gobierno italiano y ahora nos vemos aquí, sin posibilidad de salir, y sin que nadie pueda ofrecernos ayuda", manifiesta este sevillano que asegura que "ha sido imposible" contactar con la embajada española porque "o no nos cogen el teléfono o nos dicen que no existen los números".

"Supuestamente el viajar para regresar a nuestra ciudad está dentro de los argumentos para que nos dejen salir"

Este grupo de jóvenes no tira la toalla pero sí ha perdido la esperanza tras varios intento de salida del país a través de vuelos hasta vía Lisboa o Burdeos, que han sido todos cancelados, o bien por tren o autobús, aunque para ello tendrían que desplazarse hasta Roma y tienen el temor de no poder llegar tampoco a esta ciudad. "Hemos consultado a la Policía y tampoco saben darnos una respuesta a nuestra situación. En la estación de trenes nos han dicho que nos descarguemos un documento que nos tiene que firmar la policía fronteriza porque supuestamente el viajar para volver a nuestras casas es uno de los argumentos para que te dejen salir, pero para ello tenemos que viajar a Roma y no sabemos si nos dejarán llegar", argumenta Alfonso de Medina López, que sentencia: "Estamos ya cansados de buscar soluciones y que todas tengan una traba, damos por hecho de que nos tendremos que quedar aquí", dice.

La misma situación denuncia otro grupo de siete estudiantes sevillanos que cursan una beca Erasmus en la región de Campana, al sur de Italia. Los padres de Ángela Sanz, una alumna de quinto curso del Grado de Arquitectura en la Universidad de Sevilla, han contado a este periódico que llevan dos semanas intentado que su hija regrese sin éxito. "Nos cancelaron un primer viaje a Sevilla la semana pasada, también otro a Madrid y Málaga y esperamos que el que tenemos comprado a Toulouse no se cancele también", afirma la madre de la joven. "Todo ha ido muy rápido", explica, y asegura que está en contacto permanente tanto con la embajada española en Nápoles como con la Universidad de Sevilla, a quien considera "responsable de los jóvenes que envía a estudiar fuera con una beca universitaria".

"No estamos de acuerdo con la forma en la que está gestionando esta situación la universidad. Es verdad que han mantenido el contacto con ellos pero ni siquiera saben cuántos alumnos tienen fuera ni dónde. Ahora les han enviado un correo para pedirles calma y que comuniquen cómo están y si siguen o no en Italia. Están allí desamparados", argumentan los familiares.

No obstante, desde la Universidad de Sevilla, la directora del Centro Internacional, Rafaela Caballero, ha asegurado que desde el pasado 27 de febrero enviando correos electrónicos a todos los erasmus para conocer su situación y si habían decidido volver así como manteniendo comunicación con sus padres. "Es normal que estén agobiados ahora que la situación ha empeorado, pero hemos estado en contacto directo por correo desde hace dos semanas y la última comunicación fue el día 5 de marzo. De algunos de los alumnos no hemos recibido ninguna respuesta", explica, al tiempo que matiza que, en estos momentos, se encuentran recopilando la información para controlar el número de alumnos que siguen en tierras italianas.

"Esto nos ha pillado de golpe también a nosotros y estamos manteniendo reuniones con los vicedecanos de las facultades y las universidades italianas para poder ofrecer medidas a los alumnos ya decidan quedarse o volver para que no tengan que perder el curso académico", tranquiliza Caballero.

Más contundente se ha mostrado el rector de la Universidad Pablo de Olavide, Vicente de Guzmán, que este miércoles hacía balance de sus ocho años de mandato que ahora finaliza. "Si dependiera de mí, pondría a todo el mundo en cuarentena y suspendería las clases en la UPO", ha dicho el rector.

A pesar de que aún no se ha registrado ningún caso de contagio del virus Covid-19 dentro del campus de la UPO -a diferencia de la Universidad de Sevilla donde ya se han registrado dos contagios y hay 17 alumnos y 5 profesores aislados-, la institución ha aprobado una serie de medidas preventivas y académicas con el fin de anticiparse a una posible suspensión de las clases.

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