Juan Ignacio Zoido lleva años recogiendo el currículum de sevillanos que se encuentra por la calle. Lo hacía en campaña electoral y lo sigue haciendo dos años y medio después de ganar en las urnas y prometer a los más de 76.000 parados registrados en junio de 2011 que sería el alcalde del empleo. Las últimas cifras facilitadas elevan la lista a 90.275 desempleados en la capital y reflejan una escalada imparable que el gobierno local no ha podido (o sabido, según la oposición) frenar.

En lo que va de mandato del PP, más de 14.000 sevillanos han pasado a engrosar las listas del paro, una negra estadística que se difunde cada mes. La distribución de las oficinas de empleo que registran las solicitudes no se corresponde exactamente con la división en distritos de la ciudad, pero permiten comprobar que los barrios englobados en Cerro-Amate, Sevilla Este-Alcosa-Torreblanca y San Pablo-Santa Justa concentran a más de la mitad de los desempleados de la capital, al rozar los 46.000 inscritos. La última cifra oficial es de 90.275 personas en toda la ciudad. Por establecer una comparación, sólo los dos primeros distritos mencionados duplican el número absoluto de parados registrados en la ciudad de Cádiz.

La falta de trabajo castiga con más fuerza estos tres distritos, donde además el desempleo ha aumentado en el último año; y, por orden, también al Sur y al Macarena, donde se ha experimentado una levísima mejoría, aunque suman más de 20.000 parados, de los cuales casi la mitad llevan más de 12 meses a la espera de un trabajo. Además, éstos son territorios con un elevado porcentaje de sevillanos descontentos que ya mostraron su indignación hace dos años, según se desprende del viraje que dieron los votos en las pasadas elecciones municipales. De hecho, el PP arrancó votos a la izquierda en tres distritos que fueron clave, Este-Alcosa-Torreblanca, Macarena y San Pablo-Santa Justa, y en menor medida en Cerro-Amate. La estrategia de Zoido para afianzar estas mayoría se choca de nuevo de frente con la falta de trabajo que, lejos de solucionarse, se ha agravado.

Sólo cinco zonas de la ciudad concentran el 74% de las personas paradas en Sevilla, que urge medidas de choque y de impulso a la reactivación económica y del empleo. Pero, a nivel municipal, poco se ha avanzado en un tema que se apuntó como prioritario.

El gobierno de Zoido, que nunca ocultó la limitación de competencias en materia de empleo que tienen los ayuntamientos, cuenta en estos momentos con una programación formativa que contempla cuarenta acciones, entre talleres y escuelas y planes como Urban o Redes. En éstos participarán este año 525 personas repartidas entre Amate, Tres Barrios, Alcosa, Torreblanca, distrito Norte y Polígono Sur que recibirán formación en especialidades como ayuda a domicilio, pintura, poda y jardinería, cocina, restauración, socorrismo o mantenimiento de aire acondicionado.

La puesta en marcha de estas acciones no ha estado exenta de polémica en algunos casos, al tratarse de programas cofinanciados por la Junta de Andalucía, que retrasa habitualmente sus pagos y da pie a nuevos episodios de confrontación que dejan en el aire contrataciones en zonas que requieren una actuación urgente. Ocurrió con el programa Redes y ahora con el Zonas, que esta semana quedó en suspenso a pesar del compromiso, a falta de dinero líquido, de la Junta de Andalucía. Aún hay escuelas taller sin iniciar el curso, a pesar de que se diseñaron como salida para los jóvenes en paro y sin formación en zonas deprimidas. Sólo en Amate, Macarena y Este hay unos 5.000 menores de 25 años en paro.

Dada la situación en estos barrios, cualquier ayuda es bienvenida, aunque se trate de un contrato por apenas dos semanas. De hecho, más de 10.000 sevillanos han solicitado acceder a las contrataciones temporales de entre 15 días y tres meses para personas desfavorecidas previstas en el decreto de medidas contra la exclusión social de la Junta de Andalucía. La medida iba especialmente dirigida a zonas marginadas, como Amate, Sur, Norte y Torreblanca, pero los 3,29 millones aportados por el Gobierno andaluz al Ayuntamiento para dichos contratos se han repartido por toda la ciudad. El requisito para beneficiarse de ellos era llevar más de un año en paro y tener unos ingresos inferiores a 1,5 veces el Iprem. En total se han recibido 10.881 solicitudes, de las que se han admitido sólo 1.162, la mayoría en Cerro Amate (22%), seguido de Sevilla Este (15%), Norte (14%), Nervión, Macarena y Sur (10%). Como curiosidad, en Los Remedios sólo se seleccionó a ocho personas. Del total, 178 se incorporaron el pasado día 4 de noviembre, el resto lo hará el 25 de noviembre y una última oleada de 219 personas empezará el 30 de diciembre.

El decreto es claramente insuficiente, ya lo dijo el propio PP, tanto como las políticas aplicadas en esta materia desde el Ayuntamiento de Sevilla. La oposición ha reclamado en numerosas ocasiones al delegado de Economía y Empleo, Gregorio Serrano, que devuelva sus competencias y ha llegado a proponer planes de choque consensuados con sindicatos y empresarios que han sido rechazados en el Pleno municipal. Al margen de la contienda, fue el Consejo Económico y Social de Sevilla -órgano consultivo municipal- quien denunció los intentos fallidos de Zoido para crear empleo y sugirió, a corto plazo, un plan de urgencia social municipal dirigido a desempleados de larga duración, iniciativas para personas en riesgo de exclusión y el establecimiento de una política de incentivos. A largo plazo, entre otras medidas, propuso reactivar la Oficina de Planificación Estratégica y establecer cauces de colaboración con la Junta de Andalucía para consensuar los cambios en el PGOU necesarios para poder desarrollar inversiones, uno de los argumentos que esgrime el PP para justificar la falta de proyectos que se materialicen en la capital. Según los cálculos del PP, si se diera luz verde a las grandes obras tipo Ikea o Altadis se generarían unos 46.000 empleos. Hasta ahora esa colaboración ha sido más fácil con inversores o la Cámara de Comercio, por ejemplo, para tender la mano a los emprendedores y los empresarios. Pero en el programa electoral del PP hay otras muchas cosas por cumplir.

El mandato comenzó con buenas intenciones y el anuncio de un Pacto por Sevilla hoy fallido. A primeros de año el gobierno y la oposición acercaron posturas para por ejemplo subvencionar los contratos a parados, pero IU rompió la baraja y el plan de choque urgente quedó en el aire. Ya hubo un Pleno extraordinario de empleo que no permitió ninguna solución. Ahora el PSOE reclama la convocatoria de uno nuevo y ya está articulando propuestas con distintos sectores económicos de la ciudad donde las estadísticas de cada mes se reflejan en más de 90.000 rostros, con nombres y apellidos.