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Día Internacional del Cuidador

La misión de cuidar de los que cuidan en el hospital

  • El Macarena cuenta desde 2006 con la Unidad de Atención al Cuidador dedicada a la asistencia de los acompañantes de los hospitalizados

La Enfermera Gestora de Casos del Macarena, Encarnación Ramírez, responsable de la Unidad de Atención al Cuidador.

La Enfermera Gestora de Casos del Macarena, Encarnación Ramírez, responsable de la Unidad de Atención al Cuidador. / H. U. V. M.

Encarnación Ramírez no es una enfermera cualquiera. Junto a su compañera, Reyes Asensio, son las dos Enfermeras Gestoras de Casos del Hospital Virgen Macarena, un perfil muy concreto que se encarga de la atención de los enfermos muy dependientes que ingresan en el centro, pero, además, Encarnación cumple una de las funciones más a la sombra dentro de la labor asistencial: cuidar de los cuidadores. Un trabajo poco reconocido, pero con una dedicación y entrega las 24 horas del día que ayer celebró su Día Internacional en un sentido homenaje para agradecer la labor que realizan todos ellos para mejorar la calidad de vida de millones de personas que bien sea por enfermedad, discapacidad o por edad avanzada, no gozan de completa autonomía y necesitan ayuda para la realización de las acciones básicas del día a día.

En el Hospital Virgen Macarena, "desde una especial sensibilidad de la dirección de Enfermería", existe desde el año 2006 la Unidad de Atención al Cuidador. Encarnación es su coordinadora. "Se trata de un servicio personalizado que se dedica específicamente a la atención de las cuidadoras de los pacientes muy dependientes que ingresan en el hospital o que debutarán como dependientes tras su salida del mismo. Son casos que presentan gran necesidad de ayuda cuando acompañan a sus familiares hospitalizados porque se encuentran en un medio desconocido, fuera de su entorno doméstico, frente a la existencia de distintas barreras y en un lugar que no asegura la satisfacción de sus necesidades básicas, como el aseo y el descanso", explica la enfermera, que matiza que habla "en femenino" porque así es el perfil mayoritario de las personas cuidadoras. "Son en su mayoría mujeres, en un 85%, de una edad media 58 años, hijas, esposas o hermanas del paciente, aunque también encontramos esposas muy ancianas", especifica.

Aquí es donde ahonda la esencia de la unidad de la que es responsable. "Debido a la población que atiende el hospital, que es muy envejecida, tenemos muchas cuidadoras de pacientes ancianos, que también son ancianas, y que se instalan en el hospital a pie de cama hasta que el paciente se va al domicilio. Esas cuidadoras suelen tener muchísimas patologías porque son muy mayores y tienden a descuidar su salud  en el tiempo que están aquí. En ellas, también me ocupo de llevar el control de su salud. Muchas veces salen corriendo y no se traen su medicación, pues soy yo la que me ocupo de facilitársela, les hago controles de tensión, de diabetes, etc", explica.

Además, dentro de la atención a los problemas de salud de las cuidadoras se realiza la derivación al Internista de Referencia cuando se produce una agudización de enfermedad crónica de la cuidadora, la descompensación de un problema de salud anterior o proceso agudo que surge durante la estancia en el hospital.

También se realizan talleres, ahora suspendidos desde el inicio de la pandemia, sobre cuidados del paciente dependiente, en colaboración con otros profesionales del hospital. "En ocasiones, cuidadoras que han asistido a estos talleres y después de que su familiar ha fallecido, han continuado asistiendo a los mismos, para contar su experiencia de cuidados a otras personas o se han incorporado como voluntarios, haciendo acompañamiento en el hospital", manifiesta.

Por otro lado, la enfermera destaca la sensibilidad en cuanto a la atención de las personas cuidadoras de los pacientes con ELA atendidos en la Unidad Multidisciplinar de ELA del centro, a través de un contacto directo y personalizado de forma continúa, no solo de manera presencial, sino también mediante seguimiento telefónico desde sus domicilios, desde el momento de su diagnóstico, ofreciéndoles asesoramiento en los cuidados y apoyo emocional, hasta en los momentos finales de esa dura enfermedad.

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