Las cabalgatas de Reyes que el día 6 de enero recorren los barrios suponen un gasto municipal que ronda los 400.000 euros, según los datos facilitados por la Delegación de Participación Ciudadana y Coordinación de Distritos. Tal y como adelantó ayer este periódico, el nuevo gobierno municipal ha propuesto que estos cortejos se reagrupen o reduzcan con el objetivo de recortar el importante coste que supone para las arcas municipales y ya ha enviado una carta a los distritos con el propósito de abrir el debate.

El Ayuntamiento confía en que las asociaciones que organizan estos desfiles mostrarán su comprensión y colaborarán para poder recortar los gastos sin necesidad de dejar a ningún niño sin cabalgata. De hecho, los datos del gasto que suponen las cabalgatas para los distritos justifican la necesidad de racionalizar esta fiesta. Los 400.000 euros se destinan a la compra de caramelos, que supone un desembolso de 60.000 euros; a la realización de las carrozas, aunque muchas son cedidas por el propio Ateneo o incluso por algunos pueblos del área metropolitana; y a la contratación de charangas y bandas de música. Por tanto, excluyen otros costes como el de la limpieza, la coordinación y la seguridad, servicios que prestan empleados públicos de Lipasam, la Policía Local y personal de Protección Civil.

Estos despliegues también podrían tener un coste menor si se reduce el número de cabalgatas que, según los datos facilitados por los distritos, son 27, que se suman a la organizada el día 5 por el Ateneo de Sevilla, que recorre buena parte de los barrios que cuentan con fiestas el 6 de enero.

No obstante, la intención de Participación Ciudadana no es eliminar algunos de estos desfiles, sino que su propuesta pasa por sustituirlos, en algunos casos, por visitas del cartero real a las sedes del distrito o de cualquier otra entidad con capacidad para organizar este tipo de festejo. En concreto, desde el área que coordina el concejal Beltrán Pérez se sugiere, por ejemplo, que se organice una recogida de cartas a cambio de golosinas y que se instalen castillos hinchables, entre otras actividades, para que los niños que acudan disfruten de una jornada de juegos.

Si se sustituyen algunas cabalgatas con estas fiestas, que serían previas al día 5 de enero, el Ayuntamiento tendría que destinar menos dinero tanto a la organización de las cabalgatas, pues serían menos, como a los despliegues necesarios para que éstas discurran sin incidentes por las calles de los barrios.

El gasto en caramelos parece excesivo, sobre todo si se tiene en cuenta que, según los cálculos de Lipasam, el 50% de los dulces que se arrojan quedan en las calles. El Ayuntamiento promueve el reparto de bolsas de gominolas que lleven impresa el eslogan de Lipasam con una campaña de concienciación ciudadana. De hecho, cada año se barren en torno a 31.000 kilos de caramelos tras el paso de las cabalgatas de distritos, una cifra incluso superior a las 25 toneladas que la empresa de limpieza recoge en la noche del 5 de enero. Datos sobre los que el nuevo gobierno local quiere hacer reflexionar.