Un estudio revela que el melanoma se ha duplicado en mayores de 65 años en el sur de Sevilla

La investigación liderada por el doctor Juan Manuel Morón en el Hospital de Valme constata el peor pronóstico y el incremento de la mortalidad por este tipo de cáncer en este sector de población

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A la izquierda la jefa de Dermatología, Amalia Pérez; junto a investigador Juan Manuel Morón, y las dermatólogas  responsables de la Unidad de Oncología Cutánea, Ana Lorente y María Coronel.
A la izquierda la jefa de Dermatología, Amalia Pérez; junto a investigador Juan Manuel Morón, y las dermatólogas responsables de la Unidad de Oncología Cutánea, Ana Lorente y María Coronel. / M. G.

El melanoma cutáneo, del que hoy se celebra su Día Mundial, es un tumor maligno cuya incidencia ha experimentado un incremento generalizado en las últimas décadas. Se estima que en España se diagnostican alrededor de 6.000 nuevos casos de melanoma cada año, con una tasa de incidencia creciente. Particularmente en zonas del sur, como Andalucía, el riesgo se considera especialmente alto debido a la intensa radiación solar.

Aunque el melanoma es el menos frecuente de los tumores de piel, representando aproximadamente el 10% de ellos, es uno de los más agresivos y responsable de más del 90% de las muertes por cáncer cutáneo, subrayando la vital importancia de su identificación precoz para el pronóstico y la tasa de supervivencia.

Ante este panorama, el dermatólogo del Hospital de Valme, Juan Manuel Morón, ha liderado una investigación que arroja luz sobre las características diferenciales del melanoma cutáneo primario en personas mayores. Esta investigación, parte de su tesis doctoral, fue dirigida por las dermatólogas Amalia Pérez y Ana Isabel Lorente.

El estudio se centró específicamente en el Área Sanitaria Sur de Sevilla durante un período de 15 años, entre 2007 y 2022. Para ello, se realizó un estudio retrospectivo de casos diagnosticados en esas fechas, dividiendo a los pacientes en dos grupos por edad: menores de 65 años y mayores o iguales a 65 años. El objetivo principal fue evaluar las diferencias en las características clínicas, histológicas y el manejo terapéutico del melanoma en función de la edad.

Imagen de una lesión de melanoma en anciano.
Imagen de una lesión de melanoma en anciano. / M. G.

Los resultados del estudio del doctor Morón revelan hallazgos significativos. Aproximadamente el 40% de los melanomas cutáneos a nivel general se diagnostican en mayores de 65 años. Sin embargo, en el período y área estudiados (2007-2022 en el Área Sanitaria Sur de Sevilla), el 33% de los casos de melanoma cutáneo primario correspondieron a personas mayores de 65 años. Más notable aún, la incidencia de la enfermedad en este grupo de edad ha crecido en más del doble, pasando del 15,38% en 2007 al 34,78% en 2022.

Una de las conclusiones más preocupantes es la tendencia de incremento de mortalidad en mayores de 65 años. Mientras que en los pacientes menores de 65 la mortalidad por melanoma se ha ido reduciendo con el tiempo, en los pacientes mayores ha ocurrido lo contrario. Este hecho, sumado al aumento en la esperanza de vida, posiciona a esta patología como un asunto de considerable importancia para la Salud Pública.

El estudio también identificó diferencias clave en las características de los melanomas según la edad. Los pacientes mayores de 65 años presentaron melanomas de mayor tamaño, con mayor frecuencia de ulceración y en estadios más avanzados. Además, los melanomas en este grupo fueron más frecuentes en la cabeza y el cuello. Respecto al estadio en el momento del diagnóstico, que es uno de los factores más determinantes para el pronóstico, en los pacientes mayores de 65 años el melanoma se diagnosticó con mayor frecuencia tanto en los estadios in situ (localizados en la capa más superficial de la piel) como en estadios más avanzados. En contraste, en los menores de 65 años predominó el estadio I, que es más temprano y tratable.

Según el estudio, la población más joven muestra un mayor riesgo de quemaduras solares en la infancia y una mayor exposición a las cabinas de bronceado frente a la población más anciana, lo que sugiere diferencias en los patrones de exposición a factores de riesgo, aunque el enfoque principal del estudio es el pronóstico y las características del tumor una vez diagnosticado en la población mayor.

En consecuencia, Juan Manuel Morón Ocaña concluye que "el melanoma en personas mayores presenta características clínicas y pronósticas particulares que afectan su manejo". Destaca la detección precoz como clave para un abordaje más eficaz. La doctora Amalia Pérez subraya que, vistos los resultados concluyentes del estudio, "el melanoma en las personas mayores requiere un enfoque más personalizado y un mayor control en su diagnóstico temprano". Por su parte, la doctora Ana Isabel Lorente incide en la "necesidad de campañas de concienciación y prevención dirigidas a este grupo poblacional de pacientes ancianos, a sus cuidadores y al personal sanitario" implicados en sus procesos asistenciales. El objetivo de estas campañas sería que estos pacientes se beneficien del diagnóstico precoz, lo cual, según coinciden los especialistas, "se configura como un desafío de Salud Pública".

La Unidad de Dermatología Oncológica del Hospital Universitario de Valme, donde se realizó la investigación, está integrada por las dermatólogas María Coronel y Ana Lorente. En esta unidad se diagnostican anualmente más de medio millar de casos de cáncer de piel en sus distintas tipologías, incluyendo melanomas y no melanomas. De estos, cerca del centenar de casos de melanoma se diagnostican cada año en este hospital sevillano.

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