Demografía

La evolución del padrón. La Gran Sevilla como entelequia

  • La falta de infraestructuras condiciona el auge poblacional del área metropolitana

Un tramo de la SE-40, ronda de circunvalación fundamental en el área metropolitana de Sevilla.

Un tramo de la SE-40, ronda de circunvalación fundamental en el área metropolitana de Sevilla. / D. S.

La evolución demográfica del área metropolitana de Sevilla se ha convertido en motivo de debate –y confrontación– política entre el gobierno local y la oposición, especialmente en el último mandato, durante el cual el portavoz del grupo municipal del PP, Beltrán Pérez, ha culpado a Juan Espadas de la pérdida poblacional que sufría la capital andaluza ante el avance en el número de habitantes que lograban los municipios cercanos.

Sin embargo, esta tendencia no comenzó cuando Espadas llegó a la Alcaldía, sino que se inició en los últimos años de Monteseirín a consecuencia, en buena medida, de los efectos inmediatos que tuvo la crisis de 2008. Una sangría que no había forma de taponar. El propio Zoido anunció en 2014 que impugnaría el padrón al estimar que no reflejaba la realidad de una ciudad que, según los datos del INE, había bajado de los 700.000 habitantes. Cuando se han celebrado dos comicios locales desde entonces, la cifra sigue sin alcanzarse mientras la oposición se la ha echado en cara al gobierno al entender que la capital andaluza pierde liderazgo poblacional.

En este periodo el actual regidor retomó una expresión usada por Monteseirín en la época del apogeo inmobiliario:la Gran Sevilla. Se trata de una propuesta –en la que poco se ha avanzado– que implica al gobierno de la capital y de municipios de su corona metropolitana, tales como Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, Mairena del Aljarafe o La Rinconada.

Por medio de esta iniciativa se desarrollarían planes a través de entidades, como el Puerto o Aerópolis, cuyo ámbito de actuación no se ciñe a un solo término municipal. Para ello, explicó Espadas, debía producirse “un cambio de mentalidad”, ya que no se trata de gobernar pensando sólo en la población de la capital, sino en el millón y medio de personas del área metropolitana. El regidor hispalense ponía como ejemplo Barcelona.

Pero lo cierto es que la idea de la Gran Sevilla sigue siendo una entelequia, debido al escaso empuje que ha tenido en la realidad. Una iniciativa cercenada, en parte, por la falta de infraestructuras que mejoren la movilidad entre los municipios que la conforman. El ejemplo más evidente es el de la SE-40, una vía de comunicación fundamental para el desarrollo económico del área metropolitana, que en las cuentas estatales de 2021 recibe poco más de 20 millones de euros en un momento en el que una fase de su proyecto ejecutivo se encuentra en el aire, después de que haya comenzado a tramitarse de nuevo el cruce del río.

Los PGE sí destinan mayor inversión (55,8 millones) a ampliar el puente del Centenario, una obra que se ha demorado bastante pese a ser estratégica para la metrópolis.

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