El Plan Integral de Recuperación de Regiones Devastadas, cuyo protocolo aprobó ayer por unanimidad el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla, tendrá que esperar al próximo año para pasar al plano de su ejecución material. El gobierno de PSOE e IU no ha reservado fondos en el Presupuesto Municipal de 2009 aprobado hace dos días para acometer el derrumbe de los 18 bloques de titularidad estatal que serán reconstruidos con el compromiso de realojar a sus actuales inquilinos con el mismo alquiler, esto es, 1,80 euros al mes.

El coordinador general de Urbanismo, Manuel Rey, precisó ayer que, si bien no hay una partida específica para Regiones Devastadas, "sí es posible encontrar fondos en Emvisesa" para acometer las primeras obras, algo que se antoja, en cualquier caso, poco probable, ya que el proyecto de obra debe ser redactado una vez que se culmine la realización de un informe socioeconómico sobre las 250 familias afectadas cuyo horizonte fijó ayer Rey en septiembre u octubre próximos. "Podría haber derribos este mismo año", vaticinó no obstante.

Sin proyecto de obra ni plazos de actuación de por medio, lo cierto es que gobierno y oposición cruzaron ayer reproches por la información facilitada a los vecinos, quienes reclaman más reuniones aclarativas y que los compromisos verbales se plasmen por escrito al recelar de que puedan retornar al barrio una vez que se construyan los nuevos pisos.

El delegado de Urbanismo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ratificó que podrán hacerlo en régimen de alquiler pagando la misma renta (1,80 euros mensuales) o bien en propiedad, comprando la vivienda al menor coste de una VPO (90.000 euros). Celis arremetió contra el portavoz del PP, Juan Ignacio Zoido, al acusarle de que "en los dos años que fue delegado del Gobierno en Andalucía no hizo nada por Regiones Devastadas", a lo que éste respondió que "el alcalde nunca me trasladó este problema ni recibí denuncia alguna de los vecinos".

La disputa política fue cerrada por el alcalde, que reprochó a Zoido que "recogiese las reivindicaciones vecinales con mentiras, algo que le está saliendo bien, y que al menos demuestra que no se aburre como sus antecesores", por lo que le deseó, de modo irónico, "muchos años de oposición".

Manuel Rey y la vicepresidenta de la asociación de vecinos Nuevo Amate, Coral Vera, protagonizaron un enfrentamiento verbal a cuenta de la información facilitada a los afectados con las opciones de realojos estimadas por Urbanismo una vez que construyan las nuevas viviendas. Vera dijo que había "inquietud y malestar" vecinal por no ver claro el retorno al barrio, al tiempo que exigió la posibilidad de acceder a la propiedad de los pisos "a precios simbólicos" al considerar que su construcción, a finales de la década de los 40, está ya amortizada.