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El gobierno rescata el plan para que los cocheros pongan pañales a los caballos

  • El Ayuntamiento también pretende uniformar a los conductores y habiltar armarios en las paradas · Las medidas están recogidas en una ordenanza desde 2006 aunque no se han llevado a la práctica.

Un plan antiguo con un gobierno nuevo. El Ayuntamiento quiere poner orden entre los cocheros de caballos, un gremio donde las medidas aprobadas hasta ahora han tenido poco efecto. Para ello el equipo de Zoido, a través de la Delegación de Movilidad y Seguridad, pretende uniformar a todos los trabajadores del sector, habilitar armarios en las paradas y poner pañales a los animales para evitar que la vía pública se llene de excrementos, unas intenciones que se encuentran recogidas en una ordenanza municipal aprobada en 2006, pero que, sin embargo, no se han llevado a la práctica. Las dos asociaciones de cocheros de la ciudad apoyan esta iniciativa, aunque existe cierto escepticismo sobre el éxito que se pueda lograr.

Nada nuevo bajo el sol. El portavoz del gobierno municipal, Francisco Pérez, anunció ayer que el Consistorio quiere "poner sentido común en un sector que está desordenado". No es la primera vez que la Corporación local lo intenta. De hecho, este objetivo ya ha sido trazado en varias ocasiones. La primera vez fue en 1995, con motivo de la boda de la infanta Elena, cuando el Ayuntamiento de coalición entre andalucistas y populares propuso la idea de uniformar a todos los cocheros con la intención de que se convirtiera en un atractivo turístico de primera calidad. Sin embargo, aquello no acabó de fraguar, pese a que la vestimenta que debía usarse (chaqueta tipo guerrera, corbata y gorra de plato) quedó reflejada en una ordenanza que se mantuvo en vigor hasta 2006.

El gobierno formado por PSOE e IU también se preocupó por el "desorden" existente en este gremio, de manera que en julio de 2006 aprobó una ordenanza -aún vigente- que establece, entre otras medidas, la obligación de poner la tarifa de precios en un lugar visible del carruaje, llevar dos faroles de situación, la prohibición de anuncios publicitarios, el cambio de herraduras y colocarle pañales a los caballos para evitar que los excrementos ensucien el pavimento. Algunas de estas diposiciones crearon bastante polémica entre los cocheros, sobre todo en lo referente a la utilización de los pañales, a lo que se opusieron varios trabajadores al considerar que el mal olor que se evitaría en las calles se concentraría en los coches de caballos, con el consiguiente perjuicio para los usuarios. También expusieron que muchos caballos eran reacios al uso de pañales, por lo que se podía poner en riesgo la "integridad" de los ciudadanos por la reacción de los equinos.

Cinco años después, el PP retoma este plan, cuyas medidas -según afirma el portavoz de gobierno- han sido "consesuadas" con el colectivo. En la reunión mantenida recientemente con la Asociación de Cocheros de Caballo Híspalis (una de las dos que existen), se solicitó la ampliación del número de paradas (actualmente son nueve) y la instalación en estos puntos de un cartel informativo con los precios vigentes, "lo que daría más tranquilidad y seguridad a los turistas". Estas paradas estarían dotadas de un armario con los elementos necesarios para la limpieza. También se acordó el uso del pañal en los caballos, obligatorio tanto en los carruajes públicos como privados. Lipasam se encargaría de controlar el uso de este dispositivo.

La primera de las asociaciones de cocheros que existen en la ciudad, que preside Milagros López y que no fue convocada a dicha reunión, se mostró satisfecha con estos objetivos, "ya que benefecian al gremio", aunque recordó que ya se han puesto sobre la mesa muchas veces, "sin que se haya logrado nada". En este sentido, fuentes de esta asociación critican "la dejadez" de los gobiernos locales con este asunto. Queda por saber, no obstante, quién correría con los gastos de instalación de los pañales, un asunto que ha sido en ocasiones anteriores motivo de discusión, lo que ha dificultado que la normativa se lleve a la práctica. En la ciudad de Córdoba esta iniciativa se puso en marcha el año pasado y hasta la fecha ha funcionado con total normalidad entre los cocheros.

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