La Asociación de Hostelería de Sevilla y Provincia valoró ayer el impacto económico de la Semana Santa, ya que, aunque han facturado un 35% menos que en la de 2019, el año anterior a la pandemia del coronavirus, ha supuesto un “balón de oxígeno” tras los “meses terroríficos” de enero y febrero.

Así lo ha destacado el presidente de la asociación provincial y vicepresidente del sector a nivel regional, Antonio Luque, quien ha asegurado que también es “positivo” el balance de marzo respecto al número de contagios, puesto que destaca que el mes ha acabado con una tasa de incidencia por cada 100.000 habitantes más baja a cuando empezó, pese a que antes tenían la limitación de cierre de los establecimientos a las 18:00 horas y ahora lo hacen a las 22:30 horas.

En concreto, el pasado 1 de marzo la comunidad autónoma andaluza tenía una tasa de incidencia acumulada de 163 casos de Covid-19 por cada 100.000 habitantes, mientras que el día 31, se situaba en 139,8. No obstante, la tendencia de los últimos días revela que la tasa está creciendo y así el pasado sábado ya alcanzaba los 150 casos.

“Somos un sector responsable y seguro. Se nos ha machacado como cabeza de turco, culpándonos cada vez que había una ola importante de contagios y se ha demostrado que con la movilidad cerrada, evitando fiestas privadas, botellones, etcétera, los contagios se han mantenido en una meseta”, subraya.

El presidente de los hosteleros sevillanos también ha tenido unas palabras de agradecimiento para el trabajo realizado por el Ayuntamiento de Sevilla y las hermandades de la Semana Santa para “que Sevilla se eche a la calle”, así como el “trabajo magnífico” de la Policía Local.

De la misma forma, ha agradecido a la Junta Andalucía que haya mantenido el horario de apertura de la hostelería hasta las 22:30 horas, puesto que “sin las ayudas directas, un retroceso de los horarios sería la ruina del sector”.

Antonio Luque espera que la campaña de vacunación contra el coronavirus se agilice y pide responsabilidad, pues “esto no ha terminado”. Por último, el presidente de los hosteleros espera que sigan “juntos de la mano, trabajando con responsabilidad, empresarios, políticos, ciudadanos, hosteleros y ojalá esto sea una pesadilla que acabe lo antes posible”.