La iglesia de Santa Marina, sede canónica de la Hermandad de la Resurrección, amaneció este sábado de nuevo con pintadas amenazantes. En esta ocasión, los vándalos dejaron una cruz blanca al revés en la puerta principal del templo, que da a la Plaza de Santa Marina, en la calle San Luis. Con esta acción, no sólo se atenta, una vez más, contra los sentimientos religiosos, sino contra uno de los mejores templos mudéjares de Sevilla, construido tras la Reconquista de la ciudad, lo que lo convierte en uno de los más antiguos. La propia Hermandad de la Resurrección anunciaba y condenaba a través de su cuenta de Twitter la nueva agresión sufrida en su sede canónica: "Nuestro más firme rechazo a quienes desde la intolerancia y la falta de respeto han vuelto a atentar hoy contra la iglesia de Santa Marina".

Nuestro más firme rechazo a quienes desde la intolerancia y la falta de respeto han vuelto a atentar hoy contra la iglesia de Santa Marina pic.twitter.com/s3aQZarpS7

— Resurrección Sevilla (@ResurreccionSev) 23 de septiembre de 2017

El templo de Santa Marina ha sido objeto de numerosos ataques a lo largo de su historia. El más grave fue el incendio provocado en el año 1936, que arrasó el templo, quedando en estado de ruina durante muchas décadas. Más recientemente, la iglesia ha venido sufriendo pintadas de manera más o menos frecuente, como otros templos de la zona, aunque la hermandad nunca quiso darle mucha importancia.

Así fue hasta que en la madrugada del 5 de enero de 2014 intentaron quemar la iglesia arrojando dos recipientes con líquido inflamable por debajo de la puerta. La rápida llamada de los vecinos a los servicios de emergencias impidieron un mal mayor. Un mes más tarde de este lamentable suceso, la Policía Nacional detuvo a una activista relacionada con las pintadas proabortistas que aparecieron también ese mes de enero en distintos elementos del mobiliario urbano en el casco antiguo y la imputó por este intento de incendio de Santa Marina.