Economía

Nueve mil razones para mostrar una Sevilla de otro metal

  • La industria metalúrgica local mueve un negocio anual de 4.620 millones y se reivincida como patrimonio de excelencia y palanca para remontar la crisis del Covid-19

Factoría de Renault en Sevilla.

Factoría de Renault en Sevilla. / Efe

No todo es turismo. Hay una carta de presentación de Sevilla que está hecha de otra pasta, más bien, de otro metal. Una industria que es centenaria y que antes del azote de la crisis del Covid estaba compuesta por 9.076 empresas con 83.026 trabajadores en plantilla,  según los últimos datos de la Tesorería General de la Seguridad Social, y que mueve un volumen de negocio anual de 4.620 millones de euros. Estas cifras se traducen en un 13,7% del PIB de la provincia de Sevilla, aproximándose al peso del turismo en Andalucía, y representan a un conjunto muy dispar de empresas que son un patrimonio de excelencia invisible para la mayoría de la población.

¿De qué negocios se trata? Si bien el 90% de este sector se concentra en las actividades de siderometalurgia, hay algo más, un abanico de subsectores que, además, convierten a Sevilla en referente mundial. “A muchísima gente le sorprenderá saber que en Sevilla somos especialistas, por ejemplo, en fabricar ascensores a medida, líderes mundiales”, comenta Carlos Jacinto Marín, gerente de la Federación de Empresarios del Metal (Fedeme). Y éste es el dato: en Andalucía se fabrica uno de cada cien de ascensores que se venden al año en el mundo y en su mayoría se aportan desde la factoría de MP, con sede en Sevilla.

Planta de Cobre las Cruces. Planta de Cobre las Cruces.

Planta de Cobre las Cruces. / José Ángel García

Hay más ejemplos: Sevilla ya es el tercer foco europeo aeronáutico, pionera en la fabricación con industrias del peso de Airbus, un sector ahora muy castigado por la crisis que aporta el 5% del PIB, emplea a 10.000 personas y factura al año 1.800 millones de euros. Pero también es referente en industrias del metal como la minería, liderada por Cobre las Cruces, con la única mina de cobre al aire libre de Europa y que ha logrado hacer una minería metálica sostenible, apunta el gerente de Fedeme: “Hace diez años ni siquiera los políticos se querían hacer fotos en la mina, se vinculaba a Boliden y era el patito feo, pero la minería ha cambiado muchísimo”.

Sevilla también es referente mundial en Defensa y Santa Bárbara, instalada en Alcalá de Guadaíra, ha participado en todos los grandes contratos de vehículos militares dentro y fuera de España, desde el programa Leopardo, Pizarro o RG-31... Y es en estos momentos adjudicataria del mayor contrato de vehículos militares terrestres que tiene Reino Unido, contando incluso con patente para fabricar desde Sevilla para otros países.    

Factoría de Airbus en Sevilla. Factoría de Airbus en Sevilla.

Factoría de Airbus en Sevilla. / Efe

Airbus, Cobre las Cruces, Santa Bárbara el mapa de la excelencia de esta industria del metal cuenta también en Sevilla con Renault, cuya factoría está especializada en la fabricación de caja de velocidades para la alianza Renault-Nissan–Mitsubishi, tiene capacidad para crear 5.500 unidades al día y cubre un 30% de las necesidades del grupo a nivel mundial, posicionándose como referente internacional en el mecanizado de precisión.

El sector del metal abarca, además de la automoción, la aeronáutica o la minería otros subsectores como el de los instaladores, montajes industriales, elevación, estructuristas, estaciones de servicio, fabricantes de maquinaria y una potente industria auxiliar que pivota en torno a las grandes tractoras. Es el elemento diferenciador de este sector en Sevilla y desde Fedeme se lucha para colocar siempre en las mesas donde se toman las grandes decisiones.

“Los gobiernos se tienen que reunir también con las pequeñas y medianas empresas, no sólo con el Ibex35, para entendernos. Y estas empresas que no son tractoras necesitan ayudas específicas. Tenemos una industria auxiliar con unos recursos humanos muy bien formados, empresas que todos quieren comprar, con un gran know how y una mano de obra que es barata comparada en el resto de Europa, son ventajas competitivas pero la gran desventaja es que no cuenta con las ayudas que tienen otras fuera de España”, advierte Carlos Jacinto, insistiendo en que desde Fedeme no se piden limosnas pero sí apoyo para poder mantener el empleo en un sector que puede ser palanca para remontar la crisis económica. “Y no se trata de subvenciones sino, por ejemplo, de que se dejen de cobrar  a estas empresas los impuestos y tasas cuando no pueden desarrollar su actividad”, insiste aclarando que la única manera de mantener los puestos de trabajo es reducir al mínimo los gastos y, dentro de estos, está la presión fiscal.

A pesar de la pandemia, que ha provocado pérdidas superiores al 25% a un tercio de las empresas del metal, el compromiso del sector con el mantenimiento del empleo parece firme pues, según un sondeo realizado por Fedeme a finales de 2020, el 67% de las empresas preveía mantener la plantilla actual y un 81% declaró no tener previsto realizar despidos objetivos individuales o EREs, si bien dos tercios confirmó que la totalidad de la plantilla acabó el año ya fuera del ERTE. “Después del primer revés de la pandemia, el sector ha ido aguantando relativamente bien, por ejemplo los talleres, que no cayeron hasta final del verano, los instaladores o la industria solar, pues la construcción se ha mantenido; peor está la aeronáutica o el caravaning”, explica el gerente de Fedeme, cuyas previsiones son a una recuperación progresiva hasta alcanzar en otoño un momento de recuperación real.

La desventaja está en el retraso que esta industria acumula. “La falta de ayudas puede dejarnos en una situación inferior y perder oportunidades”, insiste Carlos Jacinto que, no obstante, es optimista. Con este espíritu Fedeme ha retomado un proyecto parado antes de la pandemia que pretende visibilizar a esta industria del metal. Con la colaboración de la Diputación de Sevilla, ha realizado un directorio de empresas muy detallado y explicado en vídeo que mostrará también en ferias de subcontratación del sector. “A la gente hay que educarla, hay que hacerles ver que aquí hay algo más que bares y terrazas”, apunta el gerente de Fedeme, recordando que la federación tuvo un presidente, Eusebio Gallego, que fabricaba y vendía desde Sevilla más de 30.000 motos al año. 

Estas empresas coinciden en la oportunidad también del  llamado turismo industrial, actividad para abrir a las puertas de las fábricas a la ciudadanía. Algo que, por ejemplo, ayudaría a incentivar a muchos jóvenes para que estudiaran FP o alguna ingeniería, buscando los empleos con mayor demanda sin cubrir. “Los estudiantes deben saber que Sevilla, por ejemplo, se está situando como un polo muy interesante para el mantenimiento de aviones”, comenta Carlos Jacinto, aclarando que el sueldo en estos subsectores está muy por encima de los convenios colectivos, en cuya negociación participa Fedeme, que reclama planes de formación adecuados a la demanda, otra tarea en la que están trabajando en estos momentos.

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