Inteligencia artificial para vigilar los colegios de Sevilla
El Macero
Edificios municipales ha adjudicado la instalación de 95 cámaras en 13 centros educativos
Las nuevas tecnologías servirán para reducir las falsas alarmas y evitar traslados innecesarios
El oxímoron de la Magdalena. Una plaza de Sevilla peatonal y colapsada de coches
Seguro que ya están acostumbrados a escuchar tal denominación, bastante frecuente los últimos tiempos. La inteligencia artificial (AI por su acrónimo en inglés) se ha hecho habitual en los titulares informativos. Cierto es que su uso ha tenido gran repercusión mediática a la hora de simular la voz y los rostros de personas conocidas. Incluso hicieron un clon digital de Pedro Sánchez -el guapo de la Moncloa- en los días previos a su nueva investidura, cuando las sedes de los partidos socialistas eran escenarios de protestas (con ondeo incluido de la rojigualda) contra los acuerdos con independentistas para hacerse de nuevo con el Gobierno. La AI había logrado una emulación tan perfecta de la voz del presidente de los españoles (catalanes incluidos) que resultaba bastante fácil caer en el engaño. Todo ello en una época amenazada por las fake news (falsas noticias para los que nos resistimos a los anglicismos) que se viralizan en redes sociales.
Alarmismos al margen, de la AI se puede extraer muy buen provecho. Especialmente cuando se aplica a servicios públicos. Sirva este introito (soy adicto a los arcaísmos) para hablar del nuevo sistema de videovigilancia que el Ayuntamiento de Sevilla instalará en más de una docena de colegios para evitar robos y actos vandálicos, especialmente en aquellos centros que los han sufrido los últimos años de forma reiterada. La inteligencia artificial adquiere especial protagonismo en este nuevo modelo de seguridad. Su uso tendrá un claro fin: reducir al máximo las falsas alarmas y, por tanto, el despliegue de un dispositivo.
Recapitulemos. La instalación de cámaras en los colegios se anunció a comienzos de 2023, cuando la Alcaldía aún estaba en manos del PSOE. En los meses previos varios centros escolares fueron noticia por distintos robos cometidos en sus instalaciones, buena parte de las cuales acabaron vandalizadas. El año anterior, la vigilancia en estos edificios municipales se vio mermada después de la delicada situación financiera que atravesó Mersant, la empresa adjudicataria del servicio.
Más de 320.000 euros
Cuando el gobierno de Antonio Muñoz dio a conocer el nuevo sistema de seguridad, detalló también el coste del dispositivo: más de 320.000 euros, partida a incluir en los Presupuestos de 2023. Finalmente, la adjudicación del contrato se cerró el pasado 13 de noviembre por parte de la delegada de Patrimonio y Edificios Municipales, la popular Amidea Navarro, después de que a la licitación se presentaran cinco empresas. La UTE Vitel SAU-Viseco Seguridad y Defensa S. A. se hará cargo del suministro e instalación de sistemas de CCTV (circuito cerrado de televisión, para que nos entendamos), un servicio en el que habrá de usar inteligencia artificial para "varios colegios públicos de Sevilla".
El importe total alcanza los 322.156,01 euros (IVA incluido). El plazo de ejecución es de medio año, a contar desde la firma del contrato. La adjudicataria habrá de instalar 95 cámaras repartidas en 13 colegios (los más vandalizados los últimos años y más susceptibles de serlo). Cada centro escogido dispondrá de entre seis y nueve cámaras.
Estos dispositivos se conciben como un apoyo al sistema "antiintrusión" (difícil palabro) con el que cuenta cada centro, a cuya alarma central estarán conectados. Al aviso a la empresa de vigilancia en caso de que se detecte una presencia extraña (una vez que el colegio se queda sin personal docente y de servicios), se suma un vídeo de la intrusión -de sólo unos segundos de duración- que aportará información explícita a los responsables de seguridad de lo que está ocurriendo en esos momentos.
Protección de Datos
Otro aspecto que han de tener en cuenta las familias con hijos en los colegios: la instalación de las cámaras es conforme a la Ley de Protección de Datos. Grabarán las 24 horas del día. Su contenido caducará en el plazo de un mes. El acceso a este material queda restringido a la empresa de vigilancia y mantenimiento del sistema de seguridad, siempre que su uso esté relacionado con el servicio que presta. El propietario de estas grabaciones deberá entregar a la Policía y la Justicia copias de las mismas en caso de que las soliciten.
La AI desempeña un papel fundamental para lograr la máxima eficiencia de este método de videovigilancia. En dicho objetivo resulta clave descartar falsas alarmas, provocadas la mayoría de las veces por movimientos que no están protagonizados por personas. Pongamos aquí el caso de la presencia de gatos, perros, pájaros o una simple araña que es registrada por estos dispositivos y que, por tanto, activan la alarma por intrusión ajena al colegio, lo que obliga a personarse en el centro al servicio de vigilancia (en caso de que se produzca un acto delictivo, acudirá también la Policía Nacional).
Mejorar la calidad
La inteligencia artificial sirve de filtro para estos casos. Ello es debido al software del que dispone, el cual contiene millones de formas e imágenes no humanas, que facilitan que el sistema de vigilancia descarte que haya entrado una persona a las instalaciones educativas. Tal es su afinación que distingue un gato de una persona que gatea o intente imitar el movimiento de un animal.
Con tal tecnología se añade calidad a un servicio, que, por un lado, aporta información visual detallada de lo que ocurre en un colegio una vez que se queda vacío y, por otro, reduce al máximo las falsas alarmas y los traslados innecesarios del personal de seguridad. Ahora quedan seis meses por delante para ponerlo en marcha. El tiempo dirá la efectividad de un modelo de seguridad adaptado al último grito (expresión muy vintage) en TIC.
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