Una inversora hará un edificio de siete plantas en terrenos del Portaceli

Un edificio de siete plantas sobre rasante y cuatro plantas soterradas en pleno barrio de Nervión. Una sociedad inversora se hace con el derecho de superficie y edificación durante 50 años de una parcela de 5.810 metros cuadrados ubicada en la calle Camilo José Cela, esquina con Barrau. El terreno es propiedad de la Compañía de Jesús. Forma parte de las instalaciones del colegio Portaceli. La sociedad construirá un gran edificio destinado a hotel, oficinas, centro comercial, un gran aparcamiento y un centro de salud de más de 2.000 metros cuadrados de propiedad municipal.

El hotel tendría una superficie de casi 8.000 metros cuadrados, El espacio dedicado a oficinas de cerca de 10.000. Los locales comerciales ocuparán casi 5.000. Y el aparcamiento subterráneo de tres plantas tendrá cabida para 580 plazas. La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento tiene ya constancia de la solicitud de certificaciones urbanísticas sobre la parcela. El solar está considerado como un terreno ubicado en el corazón de Nervión, muy cerca del casco antiguo de la ciudad, entre avenidas de alto tráfico peatonal y rodado como Ramón y Cajal, San Francisco Javier y Eduardo Dato.

Esta ubicación tiene, además, el valor añadido de estar próxima al apeadero de Renfe de San Bernardo, las paradas de autobuses urbano y la del tranvía que conecta directamente con la Plaza Nueva. Es una zona de alta concentración de comercios, bares y hoteles.

Esta gran operación urbanística es fruto de un convenio firmado en 2004 entre el Ayuntamiento de Sevilla y la Compañía de Jesús –dentro del proceso de revisión del PGOU– para destinar a usos comerciales el frente del centro que da a la calle Camilo José Cela y financiar con los fondos que se obtuvieran la ampliación de las actuales instalaciones. Los jesuitas lograban así construir 23.240 metros cuadrados de oficinas y locales comerciales con una altura máxima de seis plantas más la planta baja, además de un aparcamiento subterráneo de 664 plazas conectado con el colegio, según se explicó en su momento.

La justificación de este acuerdo urbanístico era la necesidad de ampliar el centro educativo concertado y la necesidad de adaptarlo a las nuevas tecnologías. El convenio urbanístico aprobado en la Comisión de Planificación contemplaba también la construcción de un nuevo aulario de 1.500 metros cuadrados de edificabilidad, una nueva iglesia y un nuevo salón de actos con una edificabilidad de 3.500 metros cuadrados, además de un edificio de usos complementario de 1.600 metros cuadrados. Por supuesto, una de las contraprestaciones que recibe la ciudad es la construcción de un centro de salud –pendiente desde hace años– para atender la demanda de la zona.

El arranque de la operación requiere del pago de unos dos millones de euros a la propiedad. Posteriormente, cada año de duración del derecho de superficie genera el cobro de un canon de unos 800.000 euros aproximadamente. Lógicamente, la sociedad inversora maneja sus propios cálculos para hacer rentable la operación por medio del alquiler de los espacios, sobre todo de los locales comerciales. La zona, como se ha referido, es privilegiada desde todos los puntos de vista, por lo que los índices de volatilidad se consideran muy bajos.