Las lluvias y calor disparan en Sevilla la población de mosquitos y elevan el riesgo de transmisión de virus del Nilo
Las trampas situadas en los puntos del Bajo Guadalquivir donde se concentraron los dos brotes de 2020 y 2024 avisan del aumento progresivo de insectos desde el pasado marzo
El laboratorio del Hospital Virgen del Rocío se suma a la red de detección de virus del Nilo

"Agua más calor, mosquitos". Así, como si de una fórmula matemática se tratara, el investigador de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) experto en mosquitos y difusión del virus del Nilo, Jordi Figuerola, advierte de una "dura" temporada en Sevilla.
"Esperamos que esta temporada sea de muchos mosquitos. Ha llovido mucho, y eso ha provocado que haya muchas zonas de agua estancada, y ahora empieza el calor, que hace que sea el escenario perfecto para la mayor proliferación de poblaciones de mosquitos", abunda el biólogo, quien avisa, no obstante, de que “no todas las nubes de insectos son mosquitos”. “También hay muchos pulgones”, sostiene.
La combinación de lluvias abundantes y las altas temperaturas está creando las condiciones propicias para que el número de mosquitos se multiplique y, especialmente, de aquellos cuyas especies son capaces de transmitir enfermedades como el virus del Nilo Occidental. Este escenario sitúa a Sevilla en una situación en la que el riesgo de transmisión “será igualmente alto este verano”. Aunque todavía es pronto para hablar de un pico poblacional de mosquitos, que, según Figuerola, se intuye para finales de junio o principios de julio, la transmisión está activa durante todo el año y se espera un aumento significativo en las próximas semanas, por lo que hay que empezar a estar en alerta.
“Es importante evitar los encharcamientos de agua en zonas habitadas, prestando especial atención a jardines, balcones y cualquier recipiente que pueda acumular agua estancada. Vaciar y limpiar regularmente estos espacios puede ayudar a prevenir la cría de mosquitos”, recuerda.
Según la web del Observatorio de mosquitos del Guadalquivir del proyecto Arboprevent, que, como novedad este año, adelantó al mes de marzo el muestreo de insectos recogidos en las trampas instaladas en zonas estratégicas del Bajo Guadalquivir, donde se concentraron los dos brotes de virus del Nilo de 2020 y 2024, la intensidad de mosquitos transmisores está en una clara línea ascendente. Por zonas, hay una proliferación más elevada en La Puebla del Río y más moderada en las otras dos zonas controladas en la comarca, en Palomares del Río y la Cañada de los Pájaros y Dehesa de Abajo (entre La Puebla del Río e Isla Mayor), donde, por el momento, hay una mayor presencia de especies que no son buenas transmisoras.
“Esto no quiere decir que los mosquitos que hemos analizado estén infectados, sino que la especie capturada es transmisora”, detalla Figuerola, que indica que se ha iniciado esta misma semana el análisis de las primeras muestras para ver si los insectos capturados están infectadas o no del virus.
En cifras, las trampas instaladas en La Puebla del Río capturaron en la última semana en la que aparecen actualizados los datos, con fecha del pasado 22 de abril, cerca de 500 mosquitos hembra, que son las que se analizan por su capacidad reproductiva, de las que más de 400 eran transmisoras del virus. Aunque el número, según el experto, aún es bajo, “comparado con lo que se espera más adelante”, es llamativo que en la cifra de capturas se haya, como mínimo, duplicado respecto a la que se registró sólo una semana antes e, incluso, cuadruplicado en el caso de la trampa número 3, lo cual hace indicar que las condiciones son favorables para que los mosquitos se reproduzcan a gran velocidad.
En los dos puntos con trampas, dentro de este proyecto del CSIC, destaca la de Cañada de los Pájaros y Dehesa de Abajo, con una densa población de mosquitos según la semana de captura, con casos en torno a 900 y por encima de los 2.000, pero con mayor abundancia de las especies no transmisoras del virus del Nilo Occidental.
“Al haber llovido tanto, este año vamos a tener mosquitos en zonas donde otros años no ha habido tantos. Hay muchas zonas inundadas de agua y eso permite que los mosquitos críen y se reproduzcan a gran velocidad”, advierte Figuerola, quien puntualiza que “está bien que se empiece a hablar pronto de mosquitos porque es ahora cuando hay que empezar con las tareas de control para evitar una crisis cómo la que se vivió el año pasado”, cuando se contabilizaron 11 muertos en la provincia de Sevilla a consecuencia de la infección provocada por la picadura de un mosquito.
En paralelo a los científicos, la Junta andaluza también alerta a la población de que se aproxima “un incremento importante” de los mosquitos, según avanzó el director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, Manuel Fernández. La Consejería de Salud y Consumo ha activado esta semana la vigilancia entomológica de los mosquitos portadores del virus del Nilo Occidental, basada en el trampeo de especies y búsqueda del patógeno mediante PCR, y ha lanzado una campaña en redes sociales, en la que participan también todas las oficinas de farmacia de Andalucía, coordinadas por el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cacof), recomendando a la población reforzar las medidas de protección frente a este virus, sobre todo, entre la población vulnerable con inmunidad comprometida.
Asimismo, se ha extendido el periodo de control y el número de trampas, que han pasado de 27 a 120, repartidas por todas las provincias andaluzas, y se ha potenciado la vigilancia humana para la búsqueda de casos de infecciones del virus leves, con formas no neuroinvasivas, en las que han clasificado como Comarcas de Especial Seguimiento (La Janda, en Cádiz, y Bajo Guadalquivir, en Sevilla) y en las áreas en alerta, con PCR a las personas que acuden a las urgencias hospitalarias.
La Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica incide en la necesidad de usar repelentes de mosquitos registrados y de uso tópico, cubrir la mayor parte del cuerpo con ropa clara, evitar los olores intensos -perfumes, jabones aromatizados- "porque atraen a los mosquitos y procurar no salir al amanecer y al atardecer, que son los momentos de máxima actividad de mosquitos", según ha informado la Consejería.
En esta línea, recuerda la necesidad de reforzar las medidas domésticas, como instalar mosquiteras, usar insecticidas domésticos y repelentes ambientales o apagar las luces si no son necesarias, porque la luz atrae a los mosquitos. Otra medida fundamental, según la Junta, es evitar generar zonas de agua estancada, donde los mosquitos crían sus larvas, por lo que "se recomienda mantener adecuadamente las albercas, piscinas y lavaderos y vaciar el agua que pueda acumularse y pasar desapercibida en jardines, macetas, juguetes o cubos".
En el caso de explotaciones ganaderas, se aconseja, igualmente, renovar con frecuencia los bebederos de los animales; evitar el agua de charcos en rodadas de vehículos o caminos, fugas de agua por grifos o conducciones rotas, abrevaderos con fugas o con poca renovación.
Mientras, el Ayuntamiento de Sevilla también ha entrado ya en acción. El gobierno municipal ha invertido este año 105.000 euros para vigilar las poblaciones de mosquitos y eliminar las larvas en los principales focos de cría en su término municipal con tratamientos biológicos que respetan la fauna y la flora. “Los trabajos de prevención contra el mosquito del virus del Nilo se están realizando en distintos puntos de la ciudad donde los trabajadores municipales están actuando en las zonas de agua estancada con tratamientos biológicos para eliminar las larvas”, indica el delegado de Protección Animal, José Lugo.

Estas actuaciones se unen a las que ya iniciadas por la Diputación de Sevilla el pasado mes de marzo. El plan de la Diputación contra los mosquitos transmisores del virus cuenta con una inversión de seis millones y abarca las zonas de transición entre el campo y los cascos urbanos de 15 municipios que forman parte de la comarca de especial seguimiento, a ambos márgenes del río Guadalquivir, y su ámbito de barrera protectora. Suman una población de casi 478.000 habitantes, las de los municipios de Alcalá de Guadaíra, Dos Hermanas, Utrera, Los Palacios y Villafranca, Las Cabezas de San Juan, Lebrija, Almensilla, Palomares del Río, Mairena del Aljarafe, Bollullos de la Mitación, Aznalcázar, Villamanrique de la Condesa, Isla Mayor, La Puebla del Río y Coria del Río.
También se llevarán a cabo tratamientos aéreos en las tablas de arroz que se encuentren ubicadas dentro de esas zonas de transición entre el campo y los cascos urbanos, en concreto, en un radio de 1.500 metros y, además de la acción sobre las larvas o los mosquitos mediante equipos especializados, se instalarán estructuras, nidos y refugios en algunas localidades para favorecer el asentamiento y reproducción de aves insectívoras o murciélagos y propiciar un control natural de los insectos.
La vigilancia desde el organismo provincial cuenta también este año con un plan de sensibilización, comunicación y control individual, que incluye la creación de una web, una aplicación móvil y el uso de las redes sociales para lograr la mayor difusión de la información sobre el vector o mosquito transmisor del Virus del Nilo Occidental y las medidas de protección que se deben tomar de forma individual.
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