El maestrante que fue costalero

Inspiración en la política

Oyendo el otro día al alcalde en la sala de gobierno del Ayuntamiento (porque gracias a la Ley de Grandes Ciudades del señor Arenas, Javier, determinadas ciudades tienen juntas de gobierno, dicho así, en terminología capillil) se me ocurrió la maldad de extrapolar a la Sevilla cofradiera cierto planteamiento del señor Zoido en su arranque de mandato. "Ni un político recolocado en puestos directivos de las empresas". El alcalde ha dicho basta a la tendencia de reciclar antiguos concejales en determinadas gerencias, fundaciones y otros chiringuitos de esta playa municipal. Pues pensando y maquinando... Estaría bien que el Consejo de Cofradías dejara de ser el lugar donde se reciclan muchos cofrades aburridos después de ser hermanos mayores. ¿A que no hace falta poner ejemplos? Ahora que están reformando los estatutos, que cada día vuelven con más borrones del Palacio Arzobispal sin nadie que diga ni mú, podría ser el momento de introducir un articulito del que les doy a los señores ponentes la redacción gratis total: "No podrán acceder a los cargos generales ni a las delegaciones de día aquellos que hace menos de tres años hayan ostentado el cargo de hermano mayor en su cofradía con gran sacrificio de su vida familiar, ni los que hubieren presumido de no haber visto crecer a sus hijos, ni aquellos a los que resulte imposible ya salir fotografiados en un canapé local de medio pelo en la Fundación Cruzcampo, ni los que no actúen por su propia voluntad sino manifiestamente presionados por su cónyuge".

Los amagadores

Si este artículo entra en vigor se manda al paro al tramo de los amagadores, esos señores ejecutivos cofradieros que fueron hermanos mayores y que andan todo el día dando la brasa sobre sus ganas de volver. Ay, esos abogados que gestionaron grandes eventos y que ahora se aburren. Ay, ese que usted y yo sabemos que entró por la puerta de atrás en San Gregorio y que sueña con ser elegido por aclamación. Siempre iguá. Ay, los acólitos que los rodean y alimentan el ego esperando la migaja de algún carguete. ¿Tanto se aburren sin carguillo? Venga a darle al rún-rún sobre que Fulanito se lo está pensando, que le han pedido seriamente que regrese, que han ido a buscarlo a su casa, que hay que convencer a la mujer...

Los apellidos de siempre

La victoria de Félix Mezquita en la Carretería ha tenido muchas lecturas. Pero no se puede olvidar una de ellas que para muchos resulta fundamental: el retorno de los apellidos de siempre a las cofradías de siempre. Es muy saludable que quienes han estado vinculados por generaciones a la hermandad asuman cíclicamente tareas de gobierno. En los tiempos malos, determinados apellidos han salvaguardado el patrimonio y han mantenido vivas a las hermandades. Y podrían ponerse muchos ejemplos. Así que lo dicho: el retorno de esos apellidos es una muy buena noticia.

Elecciones

Mañana lunes se vota en el Valle, donde concurren dos candidaturas, y en la Redención, donde se presenta una única candidatura que encabeza José Antonio Moncayo. Y el jueves en la Quinta Angustia, también con una única lista que lidera Beltrán Vargas-Zúñiga.

Don Zoido es la esperanza

Cada domingo le preguntan a su abogado, como una cantinela que se repite ritualmente, como el último aldabonazo al que asirse para no perder lo último que hay que perder: la esperanza. "¿Se sabe algo de Don Zoido?" Ellas lo llaman así. Son las religiosas de San Leandro, el convento agrietado donde se hacen las yemas. Están castigadas por la edad del edificio y por las malas artes de algunos que por fortuna ya han salido trasquilados en los pleitos. Hoy se repetirá la pregunta de quienes no entienden de cien días en blanco y otros tiempos políticos. "¿Se sabe algo de Don Zoido?" Mientras tanto, si tiene usted que hacer algún obsequio, regale yemas de San Leandro y así logrará un triple objetivo: quedar la mar de bien, ayudar a una buena causa y conocer el patio al que da el torno. Allí tiene usted perfectamente detallados los precios y el tamaño de las cajas. No olvide saludar como se debe: Ave María Purísima. Y de paso pregunte por lo de Don Zoido...

El pertiguero

Primer golpe. Oído en las vísperas del Corpus: "Fiscal, han taladrado los muros de la Parroquia del Sagrario para colocar las pinturas. Qué barbaridad". Segundo golpe. Oído con olor a juncia y romero. "¿Te has fijado en los pines de la Giralda que llevaban algunos para moverse con total libertad por el cortejo". Tercer golpe. ¿Se podría suspender una procesión por exceso de calor? Interesante pregunta la que formuló el periodista José Joaquín León el pasado jueves durante la retransmisión del Corpus en la televisión municipal. Cuando el termómetro supera los 40 grados es como para pensarse el sobreesfuerzo al que se somete a los costaleros. Y ciriales arriba. Oído en San Gregorio y pronunciado con cierta malicia: "Nos quedamos helados cuando le pedimos vernos para conocerle y empezar a trabajar y nos remitió a su secretaria. Vaya tela lo rápido que se acomoda el personal".