Las temperaturas se disparan en Sevilla

Médicos advierten de que los síntomas del golpe de calor pueden pasar desapercibidos

  • Especialistas de Urgencias avisan de los peligros para la salud de la exposición continuada a altas temperaturas

  • A lo largo del fin de semana algunos puntos de la provincia están superando los 43 grados

  • Las imágenes del sábado de calor en Sevilla

Un hombre se refresca delante de un ventilador en la terraza de un bar en Sevilla.

Un hombre se refresca delante de un ventilador en la terraza de un bar en Sevilla. / José Angel García (Sevilla)

La provincia vive este fin de semana sus primeros días de temperaturas extremas del verano. Los más de 40 grados que se soportaron ayer en determinados momentos del día y localizaciones, como la capital o la campiña, y que, se verán aumentados hoy, cuando se espera el pico más alto con temperaturas máximas de 44 grados, pueden hacer aumentar las consultas en los servicios de Urgencias de hospitales y centros de Atención Primaria por insolaciones, deshidratación o golpes de calor. Una patología, ésta última, menos común, pero muy grave, que presenta una mortalidad de entre un 50 y 70%, según indica el jefe del servicio de Urgencias del Hospital de Valme, Cristóbal Marchante.

El golpe de calor es el exponente máximo de las patologías que una persona puede sufrir por estar expuesta a temperaturas extremas y supone un riesgo grave para la vida de quien lo padece. Esta situación se da cuando el organismo sube mucho la temperatura pudiendo llegar incluso a superar los 40 grados. Pero, antes de llegar a esta situación extrema, los especialistas alertan de que se pueden presentar síntomas que, en ocasiones, pueden confundirse con patologías leves y que incluso es posible que en su versión más banal, como puede ser el hecho de sufrir calambres, "pasen desapercibidos", señala el doctor Marchante.

El jefe del servicio de Urgencias del Valme, Cristóbal Marchante El jefe del servicio de Urgencias del Valme, Cristóbal Marchante

El jefe del servicio de Urgencias del Valme, Cristóbal Marchante / M. G.

"Hay que diferenciar entre la patología asociada al calor, que va desde la reagudización de patologías crónicas, en las que se ve comprometida la sudoración, a cuadros menos graves de agotamiento por calor debidos a pérdida de agua y sales, y el golpe de calor, que sucede cuando nuestro organismo pierde el control de la temperatura corporal comprometiéndose el sistema nervioso central y el cardiovascular con alteración de la función celular y daño en los tejidos que, si no revierte, conducen al fallo multiorgánico y muerte", destaca el médico de Urgencias.

En su gran mayoría las personas más vulnerables de sufrirlo son niños menores de cinco años y personas mayores de 65, así como mujeres gestantes y enfermos crónicos, que, según insiste el urgenciólogo, pueden ver agravadas sus patologías en verano.

Sobre la frecuencia de la atención de estos episodios relacionados con el calor en el Hospital de Valme, el doctor Marchante apunta que "es difícil conocer con precisión el número de pacientes atendidos por patología asociada al calor ya que la mayoría de ellos se registran como reagudizaciones de patologías previas, sobre todo en ancianos polimedicados". "De todos modos, es una patología relativamente frecuente, sobre todo en los primeros días de temperaturas elevadas y mantenidas y muy común en jóvenes que realizan trabajo o deporte a temperaturas elevadas que pierden agua y sal a través del sudor", apostilla.

En esta línea, y en aras de recordar a la población cómo prevenir y evitar golpes de calor, desde el Hospital Victoria Eugenia de la capital, más conocido como Hospital Cruz Roja, han puesto en marcha una campaña informativa a través de su página web y redes sociales para recordar cuáles son las claves para identificar cuándo se está ante una posible afectación grave para la salud por una exposición continuada a altas temperaturas.

José Manuel López, especialista del Servicio de Urgencias y UCI del Hospital Victoria Eugenia de Sevilla. José Manuel López, especialista del Servicio de Urgencias y UCI del Hospital Victoria Eugenia de Sevilla.

José Manuel López, especialista del Servicio de Urgencias y UCI del Hospital Victoria Eugenia de Sevilla. / M. G.

El doctor José Manuel López es especialista del Servicio de Urgencias y UCI en este centro en la capital y señala que el perfil mayoritario del paciente que suele presentar una sintomatología asociada al calor se corresponde, sobre todo, con personas mayores. "También recibimos casos de niños, pero es menos frecuente", afirma. 

La sucesión de hechos que describen los pacientes que llegan a las consultas de Urgencias del hospital pasan por "mareos, episodios presincopales sin llegar a la pérdida de conocimiento, bajada de tensión o deshidratación". "Afortunadamente, lo que son golpes de calor lo vemos menos. A estos se llega cuando hay hipertermia, el paciente viene con fiebre y temperatura superior a 38-39 gados o se presenta una alteración del nivel de conciencia con confusión y aletargamiento", aclara.

El doctor advierte de que, aunque el dolor de cabeza y la somnolencia iniciales son comunes y pueden generar confusión, a nivel neurológico hay que permanecer vigilante ante una posible disminución del nivel de consciencia. "Por eso es importante estar alerta y vigilante para controlar la evolución y consultar, en caso de que sea necesario a un especialista porque si estas circunstancias se dan tras largas exposiciones al sol y no se le pone remedio a tiempo puede ser que vayan a algo más grave como el síncope o golpe de calor e, incluso, al fracaso multiorgánico y al fallecimiento de la persona", señala.

Como también apuntaba el jefe de Urgencias del Valme, el doctor López recalca, igualmente, que la presentación de estos síntomas de manera aislada, al ser, en muchos casos, comunes y habituales a múltiples patologías, pueden hacer pasar desapercibido su origen relacionado con el calor. "El paciente en un primer momento lo justifica con cualquier otra cosa y lo habitual es no pensar que es del calor. Si se presentan tras largas exposiciones al sol se recomienda la asistencia a los servicios de urgencias hospitalarias para no desencadenar en cosas más graves y ser cogidos a tiempo", avisa el urgenciólogo. 

Asimismo, el doctor da algunas claves sobre cómo actuar frente a un golpe de calor, para lo que es fundamental conseguir reducir la temperatura corporal del enfermo hasta que se sitúe entre 38 y 39 grados. Para ello, avisa el especialista, "debe ser colocado en el lugar más fresco que se pueda, quitarle la ropa y procurar enfriarlo mediante compresas de agua fría. Igualmente, apunta que también puede sumergirse al enfermo en agua fría o templada directamente, "pero teniendo en cuenta que el contraste demasiado rápido y excesivo con el frío puede contraer los vasos sanguíneos de la piel y estimular la aparición de escalofríos, lo que puede retrasar el enfriamiento", advierte.

Una mujer y dos niños se refrescan con el agua de la fuente de la Plaza de España. Una mujer y dos niños se refrescan con el agua de la fuente de la Plaza de España.

Una mujer y dos niños se refrescan con el agua de la fuente de la Plaza de España. / José Angel García (Sevilla)

En cualquier caso, los especialistas consultados coinciden en que lo más importante de un golpe de calor es tratar de prevenirlo. Para ello, desde los servicios de Urgencias del Hospital de Valme y Victoria Eugenia de Sevilla se recomienda beber agua y líquidos con frecuencia; no abusar del alcohol, cafeína ni azúcar; vigilar a las personas más vulnerables (bebés y niños pequeños, ancianos y enfermos crónicos); permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos o climatizados refrescándose cada vez que se necesite; reducir actividad física y evitar deporte al aire libre en las horas más calurosas del día; usar ropa ligera, holgada y que permita la transpiración y proteger la cabeza; nunca permanecer en un vehículo estacionado y cerrado; consultar a su médico de familia ante síntomas en relación al calor que se prolonguen más de 1-2 horas; realizar comidas ligeras que ayuden a reponer la pérdida de sales (ensaladas, frutas, verduras, zumos, etc.) y evitar comidas pesadas y/o copiosas; y cerrar las ventanas y cortinas en fachadas expuestas directamente al sol, además de abrirlas por la noche para facilitar ventilación.

Picos de calor

Durante 2020, según datos que recoge el Plan Andaluz para la Prevención de los Efectos de las Temperaturas Excesivas Sobre la Salud, se dieron en Andalucía 102 alertas por temperaturas extremas, concentradas entre el 1 de junio y el 15 de septiembre. Catorce fueron de nivel 1 (amarillo), 23 de nivel 2 (naranja) y 65 de nivel 3 (rojo). Estos avisos afectaron principalmente a las provincias de Granada y Jaén (con 44 y 32 días con activación de alerta, respectivamente), sumando un 75% del total de alertas, aunque también se activaron avisos en Córdoba (18), Cádiz (5) y Huelva (3). Por el contrario, en Almería, Málaga y Sevilla, al igual que el año anterior, no se activó ninguna alerta por temperaturas extremas. 

Un termómetro, ayer en la capital, marca 46 grados. Un termómetro, ayer en la capital, marca 46 grados.

Un termómetro, ayer en la capital, marca 46 grados. / José Angel García (Sevilla)

En concreto, según las fuentes de la Consejería de Salud consultadas, se atendieron un total de 892.924 urgencias en centros hospitalarios andaluces de las que 38 fueron diagnosticadas como golpe de calor y otras 263 se debieron a otras patologías relacionadas con el calo. Como consecuencia de ello, se registraron tres defunciones por golpe de calor, todos varones de entre 45 y 50 con exposición prolongaba a altas temperaturas mientras realizaban actividades laborales. En Atención Primaria, incluyendo Centros de Salud, Dispositivos de Cuidados Críticos y Urgencias (DCCU) y otras asistencias extrahospitalarias, se atendieron, igualmente, otras 1.356.357 urgencias por causas similares, de las que 256 (0,02%) se diagnosticaron como golpe de calor.

Las mismas fuentes destacan que, en comparación con años anteriores, "el 2020 fue el segundo año con mayor número de alertas por previsión de temperaturas extremas de la serie histórica, solo superado por el 2017 con 109". 

Aunque no existe una definición única del término ola de calor, la Agencia Estatal de Metereología (Aemet) considera que se da este fenómeno cuando se presenta un episodio de al menos tres días consecutivos, en que como mínimo el 10% de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000. En Sevilla, según la Aemet, aproximadamente el 60% de los días de julio y agosto se registran máximas por encima de 35ºC y el 25% por encima de 38ºC. Por tanto, un día con una máxima de 38ºC en Sevilla, será un día muy caluroso, pero no lo suficiente como para ser candidato a ola de calor.

Según el Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos de la Agencia Estatal de Meteorología, los umbrales para activar los avisos por temperaturas elevadas dependen de las comarcas, pero el amarillo va entre los 36 y los 38 grados, el naranja entre los 39 y los 40 y el rojo, indicado durante este fin de semana en la campiña sevillana, está entre los 42 y los 44.

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