DIRECTO El resultado sobre la consulta de la Feria de Sevilla en directo

DERBI Sánchez Martínez, árbitro del Betis-Sevilla

Calle Rioja

Dónde se mete la chica del 27

El alcalde de Sevilla, en funciones, Antonio Muñoz, en el acto de entrega de las medallas.

El alcalde de Sevilla, en funciones, Antonio Muñoz, en el acto de entrega de las medallas. / Juan Carlos Muñoz

"¿Por qué va la gente tan arreglada?". La colegiala que se había subido al 27 en Los Arcos pensaría que se había confundido y viajaba en un autocar de invitados a una boda. La mitad del pasaje veníamos de la gala de las medallas en el día de San Fernando. Ciertamente, como dice el clásico, unos iban por el novio y otros por la novia. Todos, por Sevilla. En el viaje de ida salimos de la Campana. Antes, un café con Marina Bernal en la señera cafetería. No tarda en llenarse el autobús. Pasada la Puerta Osario, sube Luis Clemente. En su libro sobre el rock nacional hay noticias de dos de los premiados: Gualberto, medalla de la ciudad, y Kiko Veneno, hijo adoptivo, sevillano de Figueras.

El 27 une el centro con Sevilla Este y es un número simbólico de lo que está ocurriendo. La gala en Fibes es una especie de despedida, van a ser unas cuantas, como Antoñete o Joaquín, del alcalde Antonio Muñoz. El octavo alcalde de la democracia desde las municipales de 1979. El primero, Luis Uruñuela, da nombre a la avenida en la que se encuentra el Palacio de Congresos ampliado con la obra de Guillermo Vázquez Consuegra. El noveno alcalde será José Luis Sanz, cuyo mandato por el designio del sufragio universal debe durar hasta 2027. El año que Sevilla conmemorará el centenario de la generación cuyo bautismo literario tuvo lugar en Sevilla en diciembre de ese año. Otra vez el 27.

Las elecciones generales convocadas por el presidente del Gobierno serán en plena Velá de Triana. A ver quién gana la cucaña. La presencia de Triana era muy notoria entre los galardonados: Gualberto, virtuoso del sitar, nació en la calle Pagés del Corro, como el torero Gitanillo de Triana; el barrio de la actriz Paz Vega, nieta de Campito, la Antoñita Colomé del siglo XXI. Un barrio, un universo unido a Viajes Triana, la agencia que dirige Antonio Távora, galardonado como hermano mayor de Santa Marta; y a Manuel Ríos, el ingeniero que tanto empeño puso en que salvaran de la picota (la piqueta de los monumentos) al puente de Triana, esa portada de superficie, para nada superficial, de la Velá de Santiago y la Señora Santa Ana. La festividad del apóstol unido a tantos jubileos, caminos y peregrinaciones será dos días después de las elecciones.

Cristóbal Cervantes, que la presentó con Mabel Mata, le deseó lo mejor al Sevilla en su cita de esta noche contra la Roma de Mourinho en Budapest. Estuvo bien, porque la balanza de los premiados tenía una ligera inclinación verdiblanca: los colores de Kiko Veneno, de José el de la Tomasa y de la Peña Bética de la Puerta de la Carne, la decana del peñismo mundial. Dicen que es donde se gestó la filosofía del "manque pierda", un senequismo bético válido para un alcalde sevillista cortés y muy correcto en la referencia a los que le van a tomar el relevo. Paco Robles voló con las golondrinas de Bécquer en la estela de Pilar Alcalá y terminó su bella declaración de amor a Sevilla, casi roto por la emoción (la ciudad es una anciana fenicia, una adolescente como la colegiala del 27, una niña, una quimera…) con un elenco de poetas que remató con una de sus debilidades, que tanta fuerza le ha dado en su particular ascensión al Everest: Luis Cernuda. Un poeta del "manque pierda" a juzgar por los versos que alguien le ha mandado al alcalde en funciones: "Ganar, perder, son nombres sin sentido: / mira cómo tu amor, tu árbol, / con llama de otro impulso se coronan".

Habrá imágenes inefables de la ceremonia, las que capten las cámaras de Remedios Malvárez y Manolo Gallardo. Ella, vecina de la Alameda, antropóloga visual de los de abajo, que están en el Sur y en los cuatro puntos cardinales; él, cronista de la alta sociedad, a veces la de las bajas pasiones, recordado como un Gregory Peck que mostró desde su Vespa los encantos de Sevilla a Bo Derek cuando se alojó en el hotel Alfonso XIII. Dos miradas complementarias, la de los sin nombre y de los con apellidos.

Luis Méndez y Rocío Plaza. Dos galardones para un matrimonio por menesteres diferentes, aunque el flechazo se fue certificando en museos y bibliotecas. La palabra póstumo casi siempre está llena de vida. Una pócima contra el olvido. Homenajes para dos gigantes que se fueron, José Elías Bonells y Emilio Gómez González. El primero hizo una ciudad más saludable con su implicación en el cuidado del patrimonio botánico y forestal, muñidor de buenas sombras contra la mala sombra del cambio climático. El segundo, atrapado por la Parca, dedicó su vida de investigador a prolongar la vida de los demás.

A Kiko Veneno estas cosas le cogen trabajando. En próximos días tiene actuaciones en Granada, Málaga y Marbella. Sevilla premia con él a los superhéroes de barrio. Andrés Herrera el Pájaro se arrancó por San Juan de la Cruz en el tema que hizo suyo Silvio. Y el hijo cantaor de José el de la Tomasa electrizó al auditorio. Su padre canta como los ángeles, escribió un libro maravilloso, Alma de barco, y en mayo de 1994 participó en el viaje en autobús a Burgos para el ascenso del Betis. Todavía jugaba Gordillo, que estaba entre el público. Ciudad castellana nombrada en la medalla de oro a la hermandad del Cristo de Burgos, que tiene como sede parroquial la iglesia donde bautizaron a Velázquez.

Pocos saben que Justo Ruiz, el gran Justo, el tipo más generoso del teatro, fue el descubridor de Antonio Banderas. Es un nombre esencial de la ciudad donde surgieron Esperpento, Mediodía y Tabanque. El actor y profesor y comediógrafo que todos los años iba a Londres para ver los estrenos de la temporada y se traía primicias de Lawrence Olivier, Glenda Jackson o Vannessa Redgrave como ahora otros las traen de los goles de Halland, Firmino o Harry Kane.

En la parada del 27 junto al centro comercial y de ocio de Sevilla Este había más gente de lo normal. Casi todos en traje de domingo, como reivindicando a San Fernando, rey ecuestre al que bajaron del caballo de los festivos para hacerlo día lectivo y consuetudinario, que diría Machado. Por eso hubo clase y subió la colegiala en Los Arcos preguntando a su compañera: “¿Por qué va tanta gente arreglada?”. Dónde se mete la chica del 27, dicho con sones de los amigos de la Zarzuela también galardonados en la fiesta de las medallas. El autobús tenía un montón de paradas. “Yo creo que estamos más cerca de Budapest que de la Campana”.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios