La vida universitaria en el campus de la Pablo de Olavide se desarrolla a medio gas, con más de la mitad de las clases suspendidas en la segunda jornada del paro estudiantil. El 56,47% de las sesiones lectivas se paralizaron este miércoles. Los estudiantes rechazan, de este modo, los fuertes recortes decretados por el Gobierno central, que supondrá una importante subida de las tasas académicas y una pérdida de becas. "No podemos permitir que privaticen la universidad; los recortes provocarán que sólo los que tienen un alto nivel adquisitivo puedan acceder a estos estudios", comenta María Jaén, estudiante de Derecho, en unos de los pasillos de la Olavide. Esta joven de 20 años es natural de Écija y gracias a la beca que le suelen conceder todos los años puede estudiar: "Mi beca me permite vivir en Sevilla, comer, comprar libros y pagar transporte; si me la quitan, mi padre no me podría pagar los estudios, tendría que dejar la carrera", explica, con temor en sus palabras. La acompaña Mercedes Marín, de 22 años: "Mis padres están divorciados y mi madre trabaja, pero en cualquier momento la pueden echar", comenta. Ambas, junto a otros compañeros, ya han hecho cálculos de los recortes y temen un futuro negro. "Quieren crear una Universidad elitista", dicen.

Las clases de Derecho se quedaron este miércoles sin alumnos, al igual que las de Ciencias Políticas y Sociología. La frustración se respira en la Olavide ante los nuevos obstáculos académicos. El paro en la Olavide es estudiantil, si bien el alumnado que lo desea puede acudir a clase; es una protesta voluntaria. El portavoz de los estudiantes, Raúl Moreno, lamenta que "muchos alumnos tendrán que abandonar la carrera por los recortes y otros no podrán acceder". Las becas que sufragan las matrículas estarán sometidas a nuevos requisitos: si hasta ahora los alumnos de las carreras de Letras tenían que aprobar el 80% de las asignaturas para recibir esta ayuda, con las medidas del Gobierno, deben aprobar el 90% con, al menos, un seis de nota media. En los grados de estudios técnicos los alumnos tendrán que aprobar entre el 80 y el 85% para la beca. Las tasas suben de manera sustancial en torno a los 100 euros en la primera matrícula de cada asignatura. En la cuarta matrícula la subida es exponencial: de los 109 euros se pasará hasta los 612 euros. Moreno recuerda que en muchas carreras técnicas, como por ejemplo las ingenierías, "se suelen realizar matrículas por cuarta vez". Estos precios conlleva "la expulsión de los alumnos sin recursos económicos", sentencia el portavoz de los estudiantes al apuntar un "amplio seguimiento de en torno al 80% en el segundo día del paro".

La interrupción de la docencia en la Pablo de Olavide está prevista hasta finales de mes y en algunos foros los estudiantes se están organizando ya, en el ámbito nacional, para no comenzar el próximo curso en septiembre, entre otras medidas de presión como el inicio de una acampada reivindicativa. La próxima cita de protesta: el próximo día de San Fernando, 30 de mayo, los estudiantes celebrarán una jornada de estudio y debate en los Jardines del Cristina.