La tala del ficus de Triana va camino de convertirse en una larga serpiente informativa de verano. A las declaraciones del Ayuntamiento, la comunidad dominica de la parroquia de San Jacinto y la oposición municipal se suman las de los activistas se muestran en contra de este apeo, que han pasado a la acción este miércoles con la subida de tres manifestantes al ejemplar centenario, a modo de protesta por la actuación que comenzó el pasado martes. 

La Plataforma Ciudadana Ficus Vivo ha emitido un comunicado en el que expone los motivos por los cuales no se debe llevar a cabo dicha tala, que, en opinión de sus integrantes, atenta contra "el legado paisajístico" del templo de San Jacinto, declarado Bien de Interés Cultural (BIC). 

Una de las principales razones por la que no debe llevarse a cabo el apeo es por la falta de pluralidad a la hora de tomar tal decisión. Según la plataforma, "no se ha permitido el acceso de especialistas en árboles, como son arboristas y biólogos, que fueron ofrecidos tanto a la parroquia como al Ayuntamiento, gratuitamente, para estudiar el estado sanitario y estructural del árbol antes de decidir acabar con su vida". 

El primer informe

En este punto, la entidad abunda en que "no se ha tenido en cuenta el primer informe de Parques y Jardines, donde se decía que, con los cuidados adecuados, el árbol podía ser lo suficientemente seguro tanto para las personas como para el edificio de la parroquia". 

En tercer lugar, los oponentes a la tala lamentan que no se hayan planteado "soluciones técnicas alternativas", como crear una barrera anti-raíces o levantar una pérgola en el acerado que otorgue seguridad a los viandantes en el caso de que se produjeran caídas de ramas. 

También critican que no se hayan acometido estudios arqueológicos ni sanitarios sobre las consecuencias de remover el suelo donde se encuentran las raíces del ficus. La plataforma recuerda que en dicha zona existe "una fosa común con las víctimas de la peste". Además, tampoco se han elaborado informes sobre "las posibles especies anidantes en sus copas", por lo que, a su juicio, "se desoyen las directivas europeas sobre la protección de la fauna". 

Los beneficios ecológicos

Exponen otra razón: "Se tala sin considerar los beneficios ecológicos y ambientales que este árbol ha dado y da al barrio de Triana". El escrito finaliza con una severa crítica al Ayuntamiento de Sevilla y a la parroquia de San Jacinto, al entender que terminan "matando" al ficus -"el abuelo de los árboles de Triana"- porque ni uno ni otro quieren hacerse cargo económicamente de mantenerlo. 

Por todos estos motivos, se pide la paralización de la poda hasta contar con "estudios científicos de profesionales del arbolado independientes, que completen la información".