En vísperas de que la Virgen de la Esperanza baje al suelo de la calle Pureza, en la tarde de este viernes y a los 86 años, ha fallecido Francisco Rodríguez Moreno, conocidos por todos como El Mudo de Triana.

Este apelativo está ligado a la historia reciente del antiguo arrabal, donde nació en 1933. Toda su vida la desarrolló en este barrio y, en concreto, en la parroquia de Santa Ana, la catedral trianera, donde empezó a colaborar desde niño.

Esta ayuda constante le valió para ser merecedor de la medalla Pro Ecclesia et Pontifice, que concede la Iglesia para distinguir a las personas que más han ayudado a la institución. Un busto suyo lo recuerda en este templo. 

Su principal devoción ha sido la Esperanza de Triana, a cuyo paso llamaba cada mañana de Viernes Santo. Una estampa que quedará en la memoria de todos los cofrades, cuando al Mudo, a las plantas de la Dolorosa más castiza, le salía la voz para gritarle “guapa”. 

Sus últimos años de vida los ha pasado en el asilo de la Avenida de Coria. Con su fallecimiento, este puente festivo se ha teñido de luto en Triana.