La Policía aún busca a los narcos que hirieron de gravedad a un agente durante una operación contra la droga en Isla Mayor

Todavía no hay ningún detenido en la macrooperación llevada a cabo por el grupo Greco y refuerzos de los GOES y los GEO, que llegaron desde Guadalajara para asaltar una guardería de droga

El agente herido, que ya está fuera de peligro, fue tiroteado con un arma larga instalada en la parte trasera de una furgoneta tipo 'pick up'

Las imágenes del dispositivo policial desplegado en Isla Mayor

Amplio despliegue policial contra el narcotráfico en Isla Mayor / Antonio Pizarro

La Policía Nacional sigue buscando al narco o los narcos que a primera hora de la mañana de este sábado hirieron de gravedad a un agente durante una operación contra el narcotráfico en Isla Mayor. El policía, que como mínimo recibió un balazo en la ingle, se encuentra muy grave “pero estable” después de ser operado de urgencia en el hospital Virgen del Rocío y permanece en la UCI. Pertenece a los Grupos de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (Greco) y formaba parte de un operativo que estaba vigilando a una banda que opera a través de la autovía de moda para la droga: el río Guadalquivir. Durante la jornada se pensó que los agresores se atrincheraron en el mismo lugar donde supuestamente almacenaban la droga, pero cuando los GEO (Grupos Especiales de Operaciones) llegaron desde Guadalajara para entrar en el recinto, no debía de haber nadie porque la Policía, y es lo único de lo que informó, aún no ha hecho detenciones.

Los hechos ocurrieron poco antes de las ocho de la mañana en un conjunto de naves y parcelas a la salida de la Carretera del Toruño, que más que carretera es un camino de tierra. La zona es conocida por los lugareños como Villa Polvo porque, al ser de tierra, se levanta una buena polvareda cuando sopla el viento. Y fue allí donde los Greco, tras rastrear a esa organización criminal, se presentaron a primerísima hora de la mañana para rodear lo que en el argot se llama una guardería de droga. Esto es, la instalación donde se almacena y custodia la sustancia ilegal antes de su distribución y venta.

Según fuentes policiales, tres agentes del Greco Tartesos (controla la lucha contra el narcotráfico en Huelva, Sevilla y Cádiz y tiene su sede en Jerez de la Frontera) y otros dos de la Unidad Aérea (UAP) estaban parapetados tras unos arbustos mientras la droga era introducida en la guardería cuando otros narcos aparecieron en una furgoneta estilo pick up con un arma larga en la parte trasera, que va abierta. Los policías se identificaron y la reacción de los delincuentes fue gritar “mata a esos perros” y lanzar varias ráfagas. Según la Unión Federal de Policía, el fusil era un AK-47. Los intervinientes calculan que les dispararon cerca de cuarenta veces, así que escaparon vivos de milagro.

Los responsables del operativo requirieron inmediatamente la ayuda del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) con base en Sevilla. Pero el despliegue en realidad fue mucho mayor y no cesó en toda la mañana. La jornada fue un desfile casi continuo de vehículos, hasta cerca de una treintena. Además de cinco drones, un helicóptero estuvo sobrevolando la interminable pradera de arrozales y los pequeños caminos de tierra que la cruzan de aquí para allá desde poco después de las doce y media hasta poco antes de las tres de la tarde, mientras cada equis minutos se seguían sumando incontables patrulleros, coches de incógnito o grandes furgonetas. También se unió otra patrulla de la UAP e incluso la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) de la Guardia Civil prestó labores de apoyo logístico.

Los últimos protagonistas fueron los GEO. Llegaron en tres coches sin distintivos (lógicamente) desde su base en Guadalajara y, una vez apostados en las proximidades de la nave con sus contundentes uniformes de camuflaje, extrajeron un gran rifle de precisión y lo colocaron sobre un trípode, tal era la rotundidad del arma. A partir de ahí, testigos presenciales aseguran que oyeron cinco detonaciones, las primeras más suaves y tres más sonoras. Minutos después, el asalto terminó, pero no hay ningún detalle de si algún narco continuaba allí o qué droga fue intervenida. La prioridad de la Policía, por encima de todo, es hallar a quienes dispararon al agente.

El enorme despliegue policial, eso sí, fue la gran atracción del día para muchos vecinos de Isla Mayor. La Policía cortó el paso a la altura de una acequia situada a un kilómetro de la narconave, así que por allí no podían pasar ni siquiera los propietarios de otras parcelas de esa Carretera del Toruño, así que menos todavía otros vecinos. Pero varias decenas se apostaron a un lado de la vía, a unos 200 metros del control policial, y allí echaron la mañana oteando de lejos lo que casi no se veía al otro lado de un gran campo de arroz fangueado. Otros sí se atrevieron a acercarse a la pequeña pendiente donde estaba aparcado un furgón de la Policía Nacional para preguntar qué estaba pasando y, en la mayoría de los casos, abrir el maletero por petición del agente de turno.

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