El niño desaparecido en Morón, otra pesadilla doce años después

Policías en la calle Los Molares de Morón de la Frontera.
Policías en la calle Los Molares de Morón de la Frontera. / Juan Carlos Vázquez

Pocos son los policías nacionales de Sevilla que no se han acordado estos días de Marta del Castillo. No hay ninguna efeméride próxima ni nada parecido, pero la desaparición del niño de Morón de la Frontera guarda ciertas similitudes con la de la adolescente sevillana de 17 años que desapareció la noche del 24 de enero de 2009.

Doce años después, la Policía vuelve a buscar a un menor teniendo un testimonio de alguien que dice que lo ha matado, pero sin que se sepa dónde está el cuerpo. Y que encima ofrece varias versiones distintas que enmarañan la investigación. El de Marta supuso una espina clavada en el corazón de la Policía de Sevilla, que todavía no se ha conseguido sacar pese al tiempo transcurrido desde entonces, y que ahora vuelve a enfrentarse a una pesadilla como es la búsqueda de un menor desaparecido.

Los investigadores trabajan con la hipótesis principal de que Antonio David Barroso Díaz, el menor discapacitado de 15 años que sigue desaparecido desde la noche del domingo, está muerto. La madre, que padece una enfermedad mental y está descompensada tras varias semanas sin medicación, ha ofrecido varias versiones distintas de los hechos.

Primero confesó que lo mató y arrojó su cuerpo a un contenedor próximo a la A5 a la altura de Arroyomolinos (Madrid). Luego dijo que el menor se había muerto tras pasar unos días enfermo y que se deshizo del cadáver. Pero la mujer no es capaz de precisar dónde lo tiró. Pudo arrojarlo a un contenedor, como dice, o quizás lo hizo en una acequia, barranco o acantilado. No hay ninguna pista sobre el paradero del cuerpo.

Los agentes están a la espera de que la mujer se estabilice y sea capaz de dar una explicación coherente. Pero, aún en ese caso, tendría que recordar el punto exacto donde se deshizo del cuerpo, algo que hizo durante un brote de su enfermedad. Los investigadores no han hallado en el coche restos de sangre ni nada que indique que la mujer acabó con la vida de su hijo.

Tampoco se ha podido confirmar con certeza que el niño llegara con vida al hotel de Talavera de la Reina en el que pernoctaron la noche del domingo al lunes. El menor iba envuelto en una manta en su silla, pues padece una enfermedad que le impide caminar y le afecta a otras funciones. Al tener la madre un coche adaptado, no es necesario levantarlo de la silla para moverlo.

Lo que pasó después del hotel de Talavera de la Reina sigue siendo un misterio. La mujer se quedó sin gasolina y llegó desorientada a una gasolinera de la provincia de Segovia, donde dijo que había matado a su hijo y lo había tirado a un contenedor. Los empleados de la estación de servicio llamaron a la Guardia Civil, a la que confesó lo mismo. La mujer fue trasladada a un hospital de Segovia y los agentes recuperaron el coche para su análisis, al tiempo que el padre del chico, del que la madre está separado desde 2007, presentaba una denuncia por desaparición en Morón de la Frontera junto a la hija mayor, de 19 años.

Fue a esta joven a la que llamó la Guardia Civil para comunicar que habían encontrado a su madre desorientada, pero no había rastro de su hermano. La chica había discutido con su madre en varias ocasiones en los últimos meses. Se había marchado del domicilio familiar. Unos días antes de la desaparición del menor, la madre se había desecho de los muebles y enseres de la casa. También había arrojado a la basura su teléfono móvil, que la Policía encontró el pasado miércoles y que se está analizando para tratar de obtener información relevante.

El coche en el que iban la madre y el hijo tiene los cristales tintados, por lo que en las cámaras de tráfico no se puede ver en qué momento el niño dejó de ir en el vehículo. Fuentes policiales consultadas por este periódico explicaron que la investigación podría ser larga, ya que depende sobre todo de la recuperación de la madre, y de que ésta recuerde con exactitud dónde se deshizo del cuerpo de su hijo. De nuevo, los agentes de Sevilla buscan un cuerpo de un menor teniendo al autor de un crimen, que da varias versiones de los hechos.

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