"Yo no quiero el dinero, yo quiero la vajilla": la voz de los clientes que aún esperan una solución de La Cartuja Pickman
Encarnación Rodríguez, clienta de toda la vida, pagó 490 euros por una vajilla que nunca recibió y aún confía en que la empresa responda
La Cartuja Pickman anuncia que entregará las vajillas pagadas o devolverá el dinero
La histórica fábrica sevillana La Cartuja Pickman, propiedad de la empresa Ultralta, anunció esta semana que utilizará las vajillas que mantiene en sus almacenes para entregar los pedidos abonados y, en caso de no disponer de existencias, devolverá el dinero a los clientes afectados. La noticia llega tras semanas de incertidumbre en las que decenas de compradores, como Encarnación Rodríguez, no habían recibido respuesta sobre sus encargos. Esta clienta pagó 490 euros por una vajilla que nunca llegó y, pese a la falta de comunicación por parte de la empresa, sigue confiando en que se cumpla la promesa y pueda recibir su pedido
Pregunta.¿Por qué decidió comprar esta vajilla?
Respuesta.La compro por la página web para hacer un regalo a una amiga que suele venir a Sevilla. Ella sabía que yo tenía vajilla de La Cartuja y quería tener una. Entonces decidí hacerlo por la web, creyendo que no había ningún tipo de problema.
P.¿Cuándo realizó la compra?
R.La hice el 31 de agosto. De hecho, la compro porque estoy fuera de Sevilla y digo: "Bueno, pues lo hago online". Yo esperaba que en unos 15 o 20 días estuviera ya el pedido en el domicilio.
P.¿Cuándo empezó a sospechar que algo no iba bien?
R. Viendo que no llegaba, pusimos un correo electrónico preguntando por el pedido, pero no tuvimos contestación. Dije: "Bueno, vamos a esperar, se estará retrasando por lo que sea". Pero la sorpresa fue que el día 11 salió la noticia de que la fábrica cerraba. Y ahí dijimos: ¿qué hacemos? No sabíamos a dónde ir ni cómo actuar.
P.¿Intentó contactar con la empresa?
R.Sí, empiezo a llamar por teléfono, pongo otro correo electrónico y no tengo respuesta ninguna.
P.¿Qué hizo después?
R.Empiezo a buscar en redes sociales a ver si ponían algo. De momento no había nada. Pero me entero por una amiga de que se estaba haciendo un grupo de WhatsApp de afectados y me uní. Después se puso en contacto conmigo el Diario de Sevilla para preguntarme por mi caso y se lo conté. A mí el importe me supuso 490 euros. Ahí empezamos todos a hablar: había gente de Málaga, de Barcelona, y todos igual, sin respuesta.
P.¿Alguien de la empresa les ha dado alguna explicación?
R.Nada. Algunos recibieron un mensaje diciendo que había un retraso porque se había caído el techo de la sala de producción, pero a mí no me contestaron nunca. Ni la fábrica ni nadie.
P.Usted tiene piezas de La Cartuja en casa. ¿Dónde las compró antes?
R.Estos platos los he comprado en El Corte Inglés. Uno fue un regalo, otro lo compré yo misma. Pero nunca había comprado online.
P.Como clienta de toda la vida, ¿cómo se siente al ver lo ocurrido?
R.Estoy en shock, la verdad. Que La Cartuja de Sevilla, tan emblemática como es, cierre y nos deje así, me tiene desolada. Más que nada, desolada. Porque, como le digo a la gente, yo el dinero no lo quiero, yo quiero la vajilla.
P.¿Ha puesto alguna denuncia o reclamación?
R.Se han puesto varias. Yo todavía no he podido, por trabajo, aunque ya hablé con el periódico y mandé las fotos. No he puesto denuncia todavía porque espero que, como bien ha salido, nos den o bien el producto o bien el importe. Estoy a la espera. Pero hay muchos que sí, que ya han ido a la Policía y han denunciado.
Hay muchos que ya han ido a la Policía y han denunciado
P.La empresa ha anunciado que usará las vajillas almacenadas para entregar los pedidos o devolver el dinero. ¿Qué espera usted?
R.Yo quiero una vajilla, aunque no sea la que he pedido. Pero que sea una vajilla en sí. Si no, pues ya veremos qué hacemos con el dinero. Pero en principio, si no es esa, que sea otra, pero que se responsabilice alguien, que nos digan algo.
P.¿Han recibido algún comunicado directo con esa promesa de devolución o entrega?
R.No. De momento, nada. Ni por teléfono ni por correo. Por lo menos podrían haber dejado a alguien al teléfono, porque da señal, pero nadie responde. O alguien que maneje la página web, porque hasta hace poco estaba activa. Me metí y se podía comprar, y eso ya no era normal.
P.¿Conoce otros casos en su grupo de afectados?
R. Estamos todos igual. No tenemos noticias directas, solo lo que vemos por redes sociales. Pero directamente hacia nosotros, nada.
Mientras tanto, Encarnación y el resto de afectados permanecen a la espera de que La Cartuja Pickman cumpla su compromiso. La esperanza de recuperar el dinero o recibir las piezas encargadas contrasta con la sensación de abandono que muchos clientes aseguran haber vivido durante semanas. Para Encarnación, sin embargo, la cuestión va más allá de lo económico: "Yo no quiero el dinero, yo quiero la vajilla", repite con la ilusión de quien confía en que la marca que ha acompañado a tantas familias sevillanas durante generaciones no se despida dejando una deuda pendiente con su historia.
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