La noria sevillana imposible

La empresa Mederyt, del empresario sevillano Miguel Ángel Bañuls y su socio José Manuel Villarán, ha intentado tres veces sin éxito colocar en la ciudad su noria: una estructura móvil de 70 metros de altura, diseñada por esta firma y fabricada entre Sevilla y Valencia que se vende como "la más grande de la Europa continental después de la de Londres". Sus responsables lamentan que en otras ciudades del país y del extranjero los reciben con los brazos abiertos, a diferencia de lo que les sucede en su ciudad natal, donde aseguran que hay "intereses políticos" detrás de la concesión de la noria de Delicias el pasado octubre.

El primer intento, en 2013, fue colocar su gran circunferencia-mirador junto a la rotonda de la Feria, un año antes de que se conociera el proyecto Sevilla Park del gigantesco auditorio que se vendió inicialmente a la opinión pública también con esta noria de gran tamaño. Antes de llegar Sevilla Park, su idea era ponerla en servicio en pleno mes de abril y no cuajó, sostienen, por la negativa del Ayuntamiento a que se hiciera competencia a la noria de la Feria.

El intento de situarla junto a la Feria se registró oficialmente en el Puerto de Sevilla el 9 de enero de 2013 en un documento manuscrito donde el empresario Bañuls expone que está interesado en instalar "para el mes de abril" una noria mirador de 70 metros de altura en una parcela de 5.340 metros cuadrados "junto al puente de las Delicias en dirección a San Juan". Y solicita reunión para analizar la ubicación y presentar la documentación. En esta solicitud, a la que ha tenido acceso este periódico, añade que quiere concursar "en los posibles terrenos que fuese necesario para su instalación". El 15 de febrero de 2013 envía formalmente la solicitud sin añadir ese último mensaje del documento manuscrito.

El Puerto de Sevilla, sin embargo, lleva meses asegurando oficialmente que la única noria que ha pedido instalarse en sus terrenos es la de los catalanes de Sequoia Partners. Sorprende que no cite para nada el nombre de la empresa Mederyt, aun cuando lo viene solicitando desde enero de 2013 y pidió expresamente concursar "en los terrenos que fuese necesario".

Que su noria complementara al gran auditorio de Sevilla Park tampoco convencía al empresario Bañuls al considerar que el emplazamiento no era muy turístico (junto a los depósitos de combustible de Cepsa). Y acabó descartándose definitivamente. Según su socio José Manuel Villarán, a ello contribuyó además el hecho de que que las administraciones dejaron claro que si iba a haber una noria en Sevilla, ésta debía ser fija y estar situada en el Muelle de las Delicias junto al acuario. No había más terrenos disponibles en esta zona por la cercanía de la zona protegida del casco histórico.

Así pues, el segundo intento fue en el Muelle de las Delicias, en el mismo punto donde el Puerto ha otorgado ahora la concesión de una noria a la empresa catalana Sequoia Partners. En el caso de los empresarios sevillanos, el trámite de la solicitud de licencia se realizó en la Gerencia de Urbanismo, con fecha de entrada en registro el 24 de febrero de 2014. En noviembre de ese mismo año Urbanismo denegó la licencia advirtiendo que los terrenos de Delicias son propiedad del Puerto y era necesario tener antes la autorización de la administración portuaria. Al menos así consta en el expediente. El Puerto de Sevilla aseguró a este periódico que no le consta que esta empresa haya pedido licencia para colocarse en Delicias.

Según la documentación consultada, el Puerto conoció a través de Urbanismo, un mes antes de aprobar definitivamente la concesión a Sequoia Partner, que había otra empresa interesada en colocar una noria en el Muelle de las Delicias. Y responde en ese documento que la única solicitud que ha recibido es la de Sequoia Partner y que no hay alegaciones a la concesión inminente a esta empresa tras pasar el trámite de información pública.

En el tercer y último intento, Mederyt ha apostado por el Muelle de Nueva York, pero parece difícil que prospere esta iniciativa porque este muelle está a pocos metros de la noria de las Delicias ya autorizada por el Puerto promovida por los empresarios catalanes.

La empresa recalca que va a seguir intentando que su noria esté en algún punto de la ciudad y resume lo sucedido en que "hay un sevillano que tiene una noria de 70 metros y no le dan licencia".

"Nuestra ilusión era traerla a Sevilla por enfocarla al turismo. Seguiremos intentándolo hasta que nos den un sitio para nuestra noria en la ciudad", recalcan.