La nueva Cuesta del Rosario de adoquín y granito ya es visible: se reabre el tramo hasta el Aparcamiento Sevilla
Los sevillanos pueden ver en vivo el primer segmento de plataforma única que irá desde Francos hacia arriba, con adoquín para la calzada y losas de granito en la acera
La Cuesta del Rosario se corta al tráfico para su renovación
Los sevillanos ya pueden ver en vivo cómo va a quedar la Cuesta del Rosario, que está recibiendo un lavado de cara integral, porque ayer se reabrió el tramo que va desde la calle Ángel María Camacho hasta el Aparcamiento Sevilla. No es casualidad que el acceso al parking se recupere en una fecha tan crucial como un 1 de septiembre, el día del retorno de miles de sevillanos a la ciudad. En ese entorno de la Alfalfa y el Salvador, las plazas para dejar el coche no son precisamente abundantes.
El Ayuntamiento comenzó el 16 de julio la renovación de la Cuesta del Rosario, que tras las obras se convertirá en plataforma única hasta Francos. En el espacio recién desprovisto de vallas ya puede comprobarse que los bordillos han desaparecido, aunque la calzada es perfectamente distinguible de la nueva acera, formada por losas de granito de 35x35 centímetros. Y por supuesto la impresión es mucho mejor que la que esta arteria presentaba antes, con baches, parches y hasta socavones en épocas lluviosas.
La apertura de este segmento de unos 30 metros, en todo caso, apenas alivia las restricciones de tráfico derivadas de la obra. Circular por Ángel María Camacho (desde la Alfalfa hasta la Cuesta) está prohibido por otra obra en la calle Pérez Galdós, así que la novedad es que desde Jesús de las Tres Caídas ya se puede girar a la derecha, pero sólo para entrar en el aparcamiento.
Las obras empezaron con el levantamiento de la última capa de asfalto que se le colocó a la calle, que en muchos tramos dejaba una imagen impropia de una ciudad moderna y monumental. Cuando desapareció esa parte más superficial, se quedaron al descubierto los adoquines que pavimentaron la Cuesta hasta que se sustituyeron por el asfalto convencional. Algunos pueden verse todavía en la trozo que continúa vallado, desde el parking hasta el cruce con Francos y la Plaza del Pan.
La actuación, que engloba la repavimentación de la calzada y la mejora de infraestructuras, también ha implicado el corte al tráfico rodado este tramo durante el tiempo que se prolonguen los trabajos. El Ayuntamiento informó en su día de que las obras durarían unos tres meses, así que en teoría esas restricciones acabarán a mediados de octubre.
La intervención, que tiene un presupuesto de 155.000 euros, contempla la demolición del pavimento actual, la eliminación del actual tramo de aglomerado asfáltico y la recuperación del adoquín de Gerena para homogeneizar toda la calzada con el resto del entorno. También se repondrá el acerado en la acera de los números pares con las citadas losas de granito, lo que permitirá mejorar la accesibilidad y la estética de esta vía del Casco Histórico. Los pasos de peatones se ejecutarán con piedra caliza blanca de 10x10x10 centímetros, al igual que los ya instalados en la calle Zaragoza.
En paralelo a la transformación de la Cuesta, Emasesa rehabilitará el colector de saneamiento mediante una manga estructural de fibras y resina epoxi. También acondicionará todas las acometidas de saneamiento que dan servicio a las viviendas del tramo afectado.
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