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Las obras de reforma y ampliación del Aeropuerto se reanudan

  • Las empresas adjudicatarias ya han recibido el aviso y retomarán los trabajos en el plazo de dos semanas

Imagen de archivo de la retirada del cartel de Sevilla antes de iniciar las obras en el edificio terminal.

Imagen de archivo de la retirada del cartel de Sevilla antes de iniciar las obras en el edificio terminal.

Una buena noticia para Sevilla. El estado de alarma obligó a paralizar las obras de reforma y ampliación que se habían iniciado el pasado otoño en el Aeropuerto de Sevilla, pero las empresas adjudicatarias de los trabajos acaban de recibir el aviso de que preparen ya la vuelta a los tajos. El aeródromo sevillano continuará así con un plan de mejoras que lo prepara para competir en esta situación complicada a nivel mundial. 

Según han confirmado fuentes del aeropuerto, las obras se reanudarán en el plazo de dos semanas. El proyecto, que se presentó el pasado mes de marzo, supone una inversión por parte de AENA de 61,6 millones de euros. Las obras arrancaron en mayo de 2019 y los planes previstos eran que concluyeran a finales de 2021. 

Cuando estalló la pandemia, San Pablo estaba inmerso en su transformación mayor transformación en 30 años. Las actuaciones de mayor calado se concentran en el edificio terminal, la pista de vuelo y la central eléctrica. La apuesta por modernizar estas infraestructuras responde a dos objetivos: ofrecer al pasajero la mejor experiencia posible y cumplir con los requisitos derivados de la nueva forma de operar de las aerolíneas.

Los primeros trabajos que se acometieron se concentraron en la pista de vuelo, cuyo recrecido concluyó, antes de lo previsto, en febrero de 2020, a pesar de lo que se acometió fue un complejo proyecto de ingeniería equivalente, prácticamente, a la ejecución de una pista de vuelo nueva. Con una inversión cercana a los 11 millones de euros, los trabajos incluyeron el fresado (retirada) del asfalto antiguo, la aplicación y compactación del nuevo, la mejora de la red de drenaje y la retirada y reposición del balizamiento y la señalización horizontal.

También se habían iniciado los trabajos de reforma y ampliación de la terminal, que ganará un 42% más de superficie, lo que permitirá agilizar los distintos procesos, desde la facturación hacia el filtro de pasajeros, embarque y desembarque y control de pasaportes o recogida de equipajes. Y los de la central eléctrica, iniciados la pasada primavera y cuyo objetivo era cubrir la demanda de energía que generará el crecimiento que se había previsto en el aeropuerto, que en los últimos años ha sido espectacular. 

La reforma de la terminal, al que se destinarán más de 26 millones de euros, persigue dotar al edificio de capacidad para atender a 10 millones de pasajeros anuales (en el último año se superaron los siete) y contempla el desarrollo de un área destinado específicamente a tráfico internacional, debido a la proyección que había adquirido antes de la pandemia.  La parte más avanzada de la ampliación es la de la zona norte (destinada a atender el tráfico internacional), en la que ya se había empezado a levantar la estructura. En la parte sur, había finalizado la demolición de la estructura existente y estaban en ejecución los trabajos de cimentación para la nueva estructura. Esta obra se ejecutará en 7 fases, aunque previamente se han acometido varias actuaciones para liberar espacios y optimizar capacidad operativa. Entre ellas, la ampliación del filtro de pasajeros, un nuevo Centro de Coordinación Aeroportuaria (CECOA), una nueva oficina de meteorología o una nueva terminal de aviación ejecutiva.

Según explican fuentes del Aeropuerto de Sevilla, la ampliación y reforma de la central, que abastece de energía a todo el aeropuerto, es otro proyecto crucial, teniendo en cuenta el desarrollo que experimentará a medio plazo, con la transformación del edificio terminal o la implantación de nuevos proyectos industriales, como el hangar de Ryanair, entre otros. Esta actuación, que se adjudicó por 7,3 millones de euros, contempla una nueva distribución de planta del edificio, la incorporación de un almacén de 200 metros cuadrados y la mejora de los accesos a las instalaciones. En estos momentos, la central tiene capacidad para atender la demanda equivalente al consumo de más de 15.000 hogares.

El hecho de que la reforma ya se hubiese iniciado ha jugado a favor del Aeropuerto de Sevilla, pues en otros aeropuertos los planes aún no se habían desarrollado. Es una ventaja a la que se suma también el hecho de que Sevilla cuente con la segunda base para Vueling, tras Barcelona, una compañía que es clave para reactivar el mercado nacional; y que Sevilla cuenta también con el hangar de reparaciones de Ryanair, aerolínea fundamental para afianzar la conectividad con el mercado internacional.

 

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