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La odisea de entrar y salir en 45 minutos

  • El límite horario fijado por Movilidad para circular por las calles del centro hace imposible realizar cualquier servicio

Una odisea. El límite horario fijado por la Delegación de Movilidad para entrar y salir del centro resulta a todas luces insuficiente si se tiene en cuenta la angostura de las calles, el elevado tráfico a horas punta y los numerosos obstáculos que en dichas vías pueden ocasionar los vehículos que se encuentran en carga y descarga. La prueba es bastante fácil. Si se accede con un vehículo por las calles de entrada fijadas en la distribución inicial del nuevo mapa circulatorio y se sale por las vías establecidas a tal fin el tiempo empleado no debe sobrepasar el cuarto de hora. El problema llega cuando se tiene en cuenta las circunstancias citadas. La demora entonces puede alcanzar los 45 minutos sin haber realizado el servicio para el que se penetró al centro.

Diario de Sevilla realizó ayer la prueba en los cuatro sectores en los que se dividirá el Casco Antiguo a partir de septiembre, una distribución que impide al conductor traspasar las fronteras que forman una cruz. El primer acceso se hizo a través de la calle Baños, una vía limítrofe entre dos sectores, que a las once de la mañana presentaba un aspecto bastante distinto al de otros momentos del día. Apenas existía tráfico en una calle en la que suelen producirse grandes colas de vehículos provocadas, principalmente, por el aparcamiento subterráneo de El Corte Inglés, uno de los más amplios del centro.

En algunas ocasiones el colapso en Baños puede superar claramente los 45 minutos fijados, por lo que el plan de Movilidad en esta vía presenta varias lagunas, ya que si el tiempo supera el límite horario se podría sancionar a conductores que esperan llegar a un aparcamiento soterrado. La calle más cercana de salida es Alfonso XII, lo que obliga a realizar un giro en forma de U, que se repite en los otros sectores. Hasta ahí no hay complicaciones, excepto en calles como Virgen de los Buenos Libros, donde la doble fila provoca retrasos. El problema llega cuando se quiere circular más allá de la Plaza del Museo, por calles que aún deben cambiar de sentido para permitir dicha circulación. La angostura de éstas hasta llegar a Canalejas, la segunda salida, hace prácticamente imposible la parada para carga y descarga, salvo que se realice sobre el acerado (con posible sanción) o en mitad de la vía, obstaculizando con ello el tránsito de los otros vehículos. Los minutos pasan en contra del conductor y su bolsillo. Se acorta el tiempo para la sanción.

Este caso es más explícito en sectores como el Noreste, en la calle Feria, donde la tardanza está más motivada por la carga y descarga que por la regulación semafórica. En la prueba de ayer hasta 15 minutos se tardó en atravesar dicha calle desde la Cruz Verde hasta la Resolana, demora provocada por una furgoneta que entregaba su mercancía en un establecimiento alimenticio y un camión que surtía de hormigón a una obra. Y ello, pese a que esta calle es una de las más anchas del viario del Casco Antiguo. Otro asunto que también condiciona a los conductores que quieran salir del centro a partir de septiembre es el sentido único de la Ronda Histórica, lo que condiciona a los conductores, residentes o no, del sector Noreste y parte del Sureste.

Este último distrito sería en el que menos calles tendrían que cambiar de sentido, aunque la angostura de éstas puede producir grandes retenciones en la carga y descarga. La principal vía de comunicación en esta zona es la que discurre desde la Puerta de Carmona hasta la Alfalfa. Una sola parada en la estrechez de la calle Águila provoca que la hilera de automóviles llegue hasta la Ronda. Las calles de salida suponen el tránsito por zonas estrechas que hacen impensable que por ellas discurran vehículos de ciertas dimensiones.

El sector suroeste es, por contra, el que más facilidades presenta para circular sin exceder el tiempo reglamentario. La mayor complicación se origina en el cruce semafórico entre Arjona y Reyes Católicos, donde la espera se demora unos minutos. El hecho de que las principales calles del Arenal no se hayan incluido en el mapa del centro permiten hacer uso de la zona azul y salir por Antonia Díaz y Santander sin apenas complicaciones. Las zonas más complicadas de este sector son la calle Zaragoza que enlaza con Méndez Núñez, donde las paradas en hoteles y tiendas ralentiza la fluidez del tráfico, y las citadas inmediaciones del Museo.

A falta del cambio de sentido de las calles que conforman los cuatro sectores, que podría aliviar esta situación, lo cierto es que los 45 minutos fijados por el Ayuntamiento dejan un escaso margen de maniobras a los conductores que acceden al Casco Histórico a partir de septiembre. Sin tiempo para circular.

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