El primer escudo oficial de la ciudad.

Casi veinte años después del inicio del expediente, el Pleno del Ayuntamiento conocerá mañana la propuesta oficial de escudo de la ciudad de la Sevilla. Hasta ahora, sólo existe la bandera de la ciudad como símbolo inscrito. El gobierno de Zoido designó en 2013 una comisión de expertos para el estudio y elaboración del escudo teniendo en cuenta criterios heráldicos y los antecedentes históricos de la ciudad y con el objetivo de lograr la identificación del mayor número de ciudadanos. El asunto se ha debatido ya en la comisión de Economía, Comercio y Relaciones Institucionales, donde se aprobó con los votos a favor del PSOE, PP y Ciudadanos. Los representantes de Participa Sevilla e Izquierda Unida no asistieron a la sesión, por lo que no se pronunciaron sobre ningún punto del orden del día.

El informe de los expertos en que se basa el expediente está firmado por Manuel Romero Tallafigo, catedrático de Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de Sevilla y Marcos Fernández Gómez, jefe del servicio de Archivo, Hemeroteca y Publicaciones del Institución de Cultura y de las Artes (ICAS) del Ayuntamiento de Sevilla.

La descripción heráldica de la propuesta se basa en el rey San Fernando entronizado y acompañado por los santos arzobispos Isidoro y Leandro. El trono aparece con un dosel de oro. El rey viste de plata con faldón de púrpura y manto azul, portando en la mano derecha una espada desnuda de plata con pomo y arriaz de oro, y en la mano izquierda sujeta la bola del mundo. Los santos prelados aparecen con mitras de plata y vestidos con capas pluviales de plata y oro. Sostienen báculos de oro. Uno de ellos porta un códice de plata y el otro un volumen de sable. Aparece, sobre fondo azul, la divisa de Sevilla en oro: nomadejado. En el perímetro del escudo aparecen los títulos de la ciudad en letras mayúsculas: muy noble, muy leal, muy heroica, invicta y mariana. Y como remate, el timbrado de la corona real abierta.

El informe precisa que San Fernando es el "verdadero símbolo de la ciudad". Y añade que la composición de tres personas (el monarca y los dos arzobispos) se utilizaba ya en el siglo XIII en los sellos del Concejo hispalense: "Desde entonces se ha venido utilizando de manera ininterrumpida hasta la actualidad constituyendo la representación simbólica más antigua, solemne y genuina de la ciudad de Sevilla". Del sello se pasó al escudo ya en el siglo XV manteniéndose los mismos motivos. El uso de la divisa del nomadejado comenzó a partir del segundo tercio del XVII: "Desde esta fecha y debido a su simplicidad y consiguiente éxito como emblema, se ha utilizado sin solución de continuidad hasta la actualidad como símbolo más accesible y fácil de representar que el tradicional de San Fernando, San Isidoro y San Leandro". La comisión explica el origen de cada una de las leyendas. Muy noble, utilizado en la segunda mitad del siglo XIII en los documentos de Fernando II y Alfonso X. Muy leal, concedido por Juan II el 8 de octubre de 1444. Muy heroica, título otorgado por Fernando VII el 13 de octubre de 1817, Invicta, concedido por el Gobierno español en nombre de Isabel II el 1 de agosto de 1843. Y el título de Mariana, otorgado por el jefe del Estado el 6 de diciembre de 1946. La corona real abierta hace referencia a la "condición realenga de Sevilla en fecha anterior al advenimiento de la dinastía Borbón al trono de España".

La comisión fija los colores del escudo de acuerdo con la "reducida paleta de metales y esmaltes que admiten las normas heráldicas y siguiendo los criterios establecidos por don Faustino Menéndez Pidal en el informe emitido para la primera comisión municipal".

La petición oficial de estudio de la identidad corporativa de la ciudad que elevó Luis Pizarro en 1997 hay que contextualizarla en un gobierno de coalición del PP y el PA. Los andalucistas comenzaron a usar un emblema en las delegaciones que controlaban para diferenciarse de las dirigidas por el PP. Con tal motivo, Pizarro pedía a la entonces alcaldesa que se estudiara un emblema único para delegaciones, organismos autónomos y empresas municipales. Casi veinte años después ya hay una propuesta.