Meteorología

La próxima ola de calor en Sevilla ya tiene nombre

Un termómetro marca 43 grados en Sevilla.

Un termómetro marca 43 grados en Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

Un paso adelante en Sevilla para combatir el cambio climático. Con el fin de hacer frente a las cada vez más habituales olas de calor, este martes se ha constituido un laboratorio urbano que albergará una experiencia piloto y pionera en el mundo. De esa forma, la capital andaluza será la sede del proyecto proMETEO, una iniciativa en fase de prueba que consiste en clasificar y dar nombre a las olas de calor que se suceden, con el fin de alertar de la importancia de este fenómeno meteorológico y de sus posibles efectos sobre la salud, sobre todo, en la población más vulnerable.

El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, y la directora del Centro de Resiliencia Adrienne Arsht Rockefeller Fundation, Kathy Baughman McLeod, organización promotora de la iniciativa, han presentado este martes en los bajos del Paseo de Marqués de Contadero este proyecto en unas jornadas en las que han participado ponentes internacionales y los principales socios del programa, entre los que se encuentran, además del Consistorio hispalense, la Agencia Española de Meteorología, la Universidad de Sevilla, la Universidad Pablo de Olavide, el Instituto Carlos III, la Oficina Española de Cambio Climático, la Alianza para el día Después y LifeWatch Eric.

"Hoy es un día importante porque el alcalde y Sevilla están liderando una iniciativa para convertirse en la primera ciudad en el mundo que nombra y categoriza las olas de calor. Esta nueva metodología, respaldada por 18 meses de investigación y análisis por parte de nuestro equipo científico, y construida junto a expertos locales y globales, tiene como meta crear conciencia del impacto del cambio climático y salvar vidas”, ha señalado Kathy Baughman McLeod, directora del Centro de Resiliencia Adrienne Arsht Rockefeller Foundation.

Una ciudad "resiliente"

El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, ha agradecido al Centro de Resiliencia Adrienne Arsht Rockefeller Fundation la puesta en marcha de este proyecto piloto en Sevilla y ha considerado que "Sevilla debe ser un espejo en la adopción de medidas contra el cambio climático como esta iniciativa. Somos la primera ciudad del mundo en dar un paso que va a servir para anticiparnos en la toma de medidas cuando se produzca este tipo de fenómeno meteorológico, especialmente teniendo en cuenta que las olas de calor siempre golpean a los más vulnerables".

Muñoz ha destacado que el gobierno de la ciudad "ratifica su compromiso con la lucha contra el cambio climático" a través de dos líneas de trabajo, por un lado, la reducción de las emisiones y la descarbonización y, por otro, hacer una ciudad resiliente, con un modelo que realmente sepa afrontar el gran reto que supone las altas temperaturas. "Esto implica una forma distinta de hacer ciudad, una gestión diferente de servicios públicos, un enfoque integral de las altas temperaturas y el desarrollo de programas y técnicas innovadoras", ha abundado.

El Proyecto proMETEO Sevilla parte de los estudios que identifican las olas de calor como uno de los fenómenos meteorológicos con gran impacto en la vida de las personas. Un posible riesgo, el del calor extremo, que tiende a subestimarse frente a otros desastres naturales. Por esta razón, proMETEO Sevilla nace con dos objetivos: concienciar a la ciudadanía de la importancia de las olas de calor e impulsar la puesta en marcha de medidas de resiliencia frente a las altas temperaturas.

Un sistema basado en algoritmos

El proyecto probará durante un año la viabilidad de implantar un sistema de alertas que avise de la llegada de una ola de calor y de sus posibles afecciones a la salud. El sistema parte del análisis de las condiciones climáticas específicas de Sevilla a lo largo de su historia, así como de los datos diarios de salud. Un equipo de expertos, en el que participan técnicos de todos los socios del proyecto, ha desarrollado un algoritmo capaz de pronosticar las olas de calor con varios días de antelación y clasificarlas en diferentes niveles según su potencial incidencia en la población.

Si se categorizan las olas de calor en función de sus consecuencias en la salud y se da nombre a aquellas que pueden suponer un mayor impacto, los ciudadanos y las administraciones podrán tomar medidas efectivas para protegerse frente a las altas temperaturas. Las olas de calor extremo recibirán un nombre propio que comenzará por la ultima letra del alfabeto español. Las cinco primeras serán nombradas como Zoe, Yago, Xenia, Wenceslao y Vega. Se trata de una llamada de atención para alertar de este fenómeno meteorológico, al igual que se hace desde hace tiempo con los huracanes, tormentas y nevadas intensas.

El Proyecto proMETEO Sevilla sitúa a la ciudad en la vanguardia mundial de la lucha contra el cambio climático y sus consecuencias, entre las que destacan el incremento de las olas de calor. Éstas son cada vez más frecuentes y duraderas y las previsiones muestran que, en el próximo siglo, si no se toman medidas, afectarán negativamente al 75% de las personas en el planeta.

El ejemplo de otras ciudades

La ciudad de Sevilla quiere abordar de una forma proactiva y con medidas reales este reto, uno de los más importantes a los que se enfrenta la humanidad en la actualidad. Por lo que proMETEO supone una oportunidad para avanzar en la construcción de una ciudad más resiliente al calor y al cambio climático.

Gracias a la implantación del sistema piloto presentado este martes, Sevilla se ha unido a un grupo de ciudades muy destacadas a nivel mundial que están implicadas en proyectos de acción contra el calor como son Atenas (Grecia), Santiago (Chile) o Los Ángeles y Miami (EEUU) entre otras. Se trata de un compromiso para proteger a la ciudadanía y a los sectores económicos clave del municipio del calor extremo.

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