Sevilla

Un parásito muy agresivo en estado larvario

Un paseo por el centro histórico de la ciudad revela como el picudo rojo se ha cebado con las palmeras de numerosos enclaves. En las plazas del Duque, San Lorenzo o de Pilatos, en los Jardines del Valle, o junto a la muralla de la Macarena, quedan los troncos desnudos (estipes) de diversos ejemplares que se han saneado y se les ha aplicado un tratamiento para tratar de salvarlas. "Se procura cepillar todo el tejido afectado y se le aplica un tratamiento. En el caso en el que la larva no haya afectado a la yema pueden volver a brotar las hojas. Pero hay que esperar", relata el técnico de Medio Ambiente.

Pero, ¿cómo actúa el picudo rojo? El insecto pasa por cuatro estados fisiológicos, como cuenta Joaquín Tirado Márquez, ingeniero técnico agrícola, en su blog El picudo rojo en Sevilla: huevo, larva (fase más agresiva para la planta), crisálida (se produce la metamorfosis) y adulta (es cuando abandona la planta infectada para parasitar otras). "Tras eclosionar los huevos, surgen las larvas que excavan galerías en la base de las hojas de las palmeras alimentándose de ellas, hasta llegar a la yema, destruyéndola y provocando la muerte de la palmera. Cuando la larva alcanza el tamaño máximo, realiza el capullo con fibras muertas de la misma palmera y permanece en su interior entre 15 y 30 días hasta finalizar el proceso de metamorfosis. Posteriormente, sale el insecto del capullo en estado adulto y permanece en la palmera hasta que ésta está muerta, o vuela fuera atraída por el olor de otras palmeras y siempre después de haber sido fecundadas". Este ciclo puede durar entre tres y cuatro meses, por lo que, en una palmera infectada, se puede encontrar la plaga en todos los estados del ciclo.

Una simple observación puede alertar de una infección. Los síntomas más característicos son: el amarilleamiento de la hojas, las hojas centrales roídas, la inclinación del eje de la corona, la ausencia de la parte central de la corona, la presencia de palmas o fibras en el suelo o el desplome de la corona.

Existe otro método de detección precoz: el trampeo. Es efectivo para detectar la presencia de la plaga del picudo rojo en una zona determinada. Una vez confi rmada su presencia se puede actuar con un método preventivo.

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