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Una plataforma pide un centro integral de atención al autismo en el Hospital Militar

Interior del Hospital Muñoz Cariñanos, antiguo Hospital Militar.

Interior del Hospital Muñoz Cariñanos, antiguo Hospital Militar. / Antonio Pizarro

Más de un millar de personas unidas en la Plataforma H. Militar-Centro público de atención integral a personas con TEA exigen a la Junta de Andalucía un espacio y una logística de titularidad pública para poder recibir una atención integral, desde la niñez hasta la tercera edad, que incluya formación e investigación, y "sin cortapisas" para las familias afectadas por el Trastorno del Espectro Autista (TEA).

La iniciativa se puso en marcha en 2020 de la mano de José Carlos De Lemus que es maestro de Educación Infantil y Educación Especial en Sevilla y padre de una menor de 12 años diagnosticada de autismo desde los tres. "Fue en un primer momento una explosión de rabia ante las limitaciones que sufrió una familia que precisaba de una plaza en una residencia especializada en TEA en la ciudad para su hijo adolescente dado que el centro del que provenía no le estaba prestando la atención que necesitaba", explica.

Esa situación le hizo reflexionar y ver la necesidad de tomar cartas en el asunto. "Me llevó a preguntarme por qué las familias nos teníamos que ver inmersos en este tipo de lucha, prácticamente, desde el diagnóstico. Son cosas que te hacen percibir la falta de apoyo, de infraestructuras, de logística y, en ultima instancia, de interés de las administraciones ante una problemática que nos afecta en Sevilla a unas 10.000 personas, en Andalucía a casi 50.000 familias y en toda España a medio millón", apunta De Lemus. 

El portavoz de esta plataforma indica que actualmente no existe un lugar donde se dé una atención integral que pueda integrar todos los componentes que necesitan las personas con autismo, que van de la terapia ocupacional, a la logopedia, fisioterapia, neurología o atención a las familias. "La terapéutica está muy dispersa y nos tenemos que estar moviendo de un lado para otro", afirma. Además, lamenta que, mientras el número de personas diagnosticadas con TEA va incrementándose, "la respuesta integral a su problemática aún no ha dejado de subordinarse a las características e infraestructura de una red asistencial de ámbito exclusivamente privado o concertado". 

"Teniendo en cuenta las circunstancias en la que está envuelta una persona con autismo, que tiene que aprender a hablar, comunicarse, establecer coordenadas dentro de su entorno o controlar determinados rasgos de la conducta, que son componentes lo suficientemente importantes para desenvolverse como personas, creemos que no se merecen este tipo de ostracismo por parte de los organismos públicos", apostilla.

Por ello, De Lemus utiliza esta plataforma, que funciona como un grupo público en Facebook, al que puede acceder cualquiera, para "mostrar al mundo" historias reales "con nombres y apellidos" para crear conciencia y hacer calar una reivindicación ante lo que, considera, "es algo justo". Así han logrado unir a la iniciativa a 1.032 personas.

El porqué de la reivindicación de este centro en las instalaciones del antiguo Hospital Militar, ya rebautizado como Hospital Muñoz Cariñanos, explica De Lemus que tiene que ver con la coincidencia de que, justo cuando se puso en marcha la iniciativa, hace tres años, estaba en desuso y, tras su puesta en funcionamiento, se ha convertido en un centro con capacidad de atención especializada, como es el caso de la unidad de Salud Mental para adolescentes, la unidad para tratar los trastornos de la conducta alimentaria o la de lesionados medulares.

"¿Por qué no hacer una parecida en torno al autismo?", se pregunta. "Sería la primera en todo el país de titularidad pública y posibilitaría una atención integral que beneficiaría la investigación y la formación por parte de los especialistas a otro profesionales que pudieran prestar apoyo a las personas con autismo en su devenir cotidiano", añade.

Las personas con TEA tienen acceso a terapias mediante la Atención Temprana, limitada a la etapa de cero a seis años, y, en algunos casos, dependiendo de si sus rentas están dentro del umbral marcado del IPREM, algunas familias cuentan con becas de necesidades educativas especiales o ayudas del Gobierno. Algo que De Lemus considera "injusto". "No pedimos ayuda para seguir haciendo las terapias, sino que las terapias se den con logística y en infraestructuras publicas. Muchas familias se quedan fuera por pasarse un poquito de los límites. Yo no concibo que para poder operarnos de corazón, de riñón o tratarnos un cáncer o de un ictus, nos miren la renta, pues esto es totalmente lo mismo", sentencia.

La plataforma tiene en marcha, además, una petición de recogida de firmas en la web change.org donde están muy cerca de llegar a los 25.000 apoyos. "El antiguo Hospital Militar "Vigil de Quiñones" de Sevilla podría ser un primer y ambicioso comienzo al respecto. ¡¡Luchemos por hacer un centro de referencia y vanguardia en la atención, tratamiento, investigación y formación sobre el TEA!!", recoge el escrito.

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