La presión policial en Nervión desvía la prostitución a Sevilla Este y los polígonos
Las meretrices cambian Santo Domingo de la Calzada por lugares alejados de las zonas residenciales, como la avenida Emilio Lemos y los recintos industriales de Su Eminencia y Carretera Amarilla.
Diez de la noche del martes 23 de agosto. En la calle Santo Domingo de la Calzada no hay nadie. Ni prostitutas, ni proxenetas, ni clientes. Tampoco están los policías locales a los que el alcalde, Juan Ignacio Zoido, ha ordenado que incrementen su presencia en esta zona de Nervión históricamente afectada por el problema de la prostitución callejera. Apenas pasan coches y sólo algún vecino camina de vuelta a casa con paso apresurado. El parque, ése en el que los vecinos han denunciado en tantas ocasiones que servía de escondite para prostitutas y clientes, está cerrado. Junto a la puerta trasera, tres jóvenes fuman sentados en unos soportales.
Lo que se puede observar la noche del martes es lo mismo que confirman los vecinos, que sostienen que en las últimas semanas la prostitución callejera ha remitido en Nervión. La Policía Local ha incrementado su presencia en esta calle durante las noches de este verano y las prostitutas se han trasladado en busca de lugares más alejados de las zonas residenciales. Sevilla Este y polígonos industriales como el de Su Eminencia y el de la Carretera Amarilla son lugares en los que se pueden ver prostitutas ejerciendo tanto de noche como a plena luz del día en cuanto decae la actividad en la zona industrial.
En Sevilla Este, la zona más afectada es la del polígono Aeropuerto, donde actualmente se construyen varias promociones de viviendas protegidas. Se trata de un punto afectado por la prostitución desde hace años, pero que ahora se ha convertido en un problema más cercano al estar construyéndose en la zona. La misma noche del martes, en la rotonda final de la avenida de Emilio Lemos hay tres mujeres africanas que se ofrecen a cada a coche que pasa ante ellas. Unos metros más adelante hay más, aprovechando que se trata de una zona con la mayoría de edificios en obras y mal iluminada. Un coche se detiene y sube una de las mujeres. El vehículo ni siquiera se marcha y la relación se consuma allí mismo. A una distancia prudencial, otra joven africana se maquilla junto a un semáforo, el único punto de luz en un centenar de metros.
La asociación de vecinos del Polígono Aeropuerto solicitó ayer una reunión con el concejal del distrito Este-Alcosa-Torreblanca, Ignacio Flores, al que trasladarán el incremento de prostitutas. El presidente de la asociación, Carlos Valera, indicó a Europa Press que las meretrices cada vez se ofrecen en lugares más próximos a las zonas habitadas y que en los últimos días lo hacen en una valla situada junto a una manzana en la que ya vive gente.
Este representante vecinal explicó que el fenómeno de la prostitución callejera trae otros problemas derivados, como son "el exhibicionismo, las reyertas y los gritos y ruidos". Por ello recurrieron a la Policía Nacional -cuya comisaría está ubicada a escasos metros del lugar en el que ejercen estas mujeres-, que les ha instado a que presenten una denuncia formal en la que estuviera representado el colectivo de vecinos.
El Ayuntamiento respondió a esta queja vecinal asegurando que el edil del distrito recibirá a los vecinos y que ha solicitado información sobre las actuaciones de la Policía Local a la delegación de Seguridad, según indicaron ayer fuentes municipales. El plan del nuevo gobierno local del PP, dirigido por Juan Ignacio Zoido, para erradicar la prostitución de las calles consiste en imponer multas de entre 750 y 3.000 euros a los clientes, una medida que se empezará a aplicar a partir del 27 de octubre, fecha en la que entra en vigor la modificación de la ordenanza que prohíbe esta actividad en la vía pública.
Si el Ayuntamiento ejerce la misma presión en Sevilla Este que en Nervión, posiblemente el efecto vuelva a ser el mismo, con prostitutas y proxenetas buscando zonas más alejadas de las viviendas en las que se tolere algo más esta actividad. Los polígonos industriales se han convertido en zonas idóneas para estas mujeres, ya que, cuando cesa la actividad industrial, son lugares poco frecuentados, escasamente iluminados y apartados de las zonas residenciales. En Sevilla hay dos focos importantes de prostitución en sendos polígonos: el de la carretera de Su Eminencia y el de la Carretera Amarilla.
En el primero de ellos hay cada tarde casi una decena de mujeres que esperan a que alguien las contrate. Lo hacen incluso antes de que caiga el sol y en lugares muy visibles. Algunas ocupan el arcén de la carretera y otras optan por el aparcamiento de un supermercado. También pueden observarse a simple vista a los proxenetas, unos metros más adelante y ocultos tras unos árboles en las inmediaciones de un bazar chino. Aquí muchas de las prostitutas proceden del Este de Europa y de Iberoamérica. También hay españolas, aunque no son muchas.
De hecho, según un informe de Médicos del Mundo del año 2009, ocho de cada diez mujeres que se prostituyen en Sevilla son extranjeras y la mitad de ellas están en España en situación irregular. La mayoría de las españolas son toxicómanas, mientras que las extranjeras suelen verse obligadas a prostituirse por la necesidad de urgente de pagar alguna deuda, en muchas ocasiones el dinero que les costó venir a España, o por tener hijos a su cargo.
En el polígono Carretera Amarilla casi todas las prostitutas son africanas, concretamente de Nigeria. A diferencia de las mujeres de Su Eminencia, están menos a la vista y escogen calles interiores del polígono para ofrecer sus servicios. El mapa de la prostitución en Sevilla se completa con un pequeño foco en la Alameda de Hércules, concretamente en la Plaza de la Mata. A ello se le une también el problema de los chaperos en Plaza de Armas, que también ha ido en aumento.
Los distintos planes municipales para acabar con la prostitución callejera han fracasado en los últimos años. El proyecto diseñado por el anterior gobierno municipal pretendía erradicar el fenómeno con medidas sociales como el fomento del empleo para las prostitutas y las facilidades para regularizar su situación legal en España. Incluso se planteó un cupo de acceso a las viviendas protegidas para las meretrices. Sin embargo, el plan no pasó del papel a la práctica y el nuevo ejecutivo municipal parece apostar más por las medidas policiales y las multas a los clientes.
El PP ha modificado ligeramente la ordenanza anterior -elaborada por el equipo PSOE-IU pero aprobada por unanimidad por todos los grupos- y pretende comenzar a multar a partir del 27 de octubre. Mientras tanto, el alcalde ha prometido que aumentará la presencia policial en todas las zonas afectadas por el problema. El resultado ha sido el deseado en Nervión, pero la medida ha tenido como efecto secundario la expansión del problema.
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