Seis policías locales y nacionales resultaron lesionados en la medianoche del martes durante una actuación en la barriada Madre de Dios, muy cerca de Los Pajaritos, donde unas 25 personas celebraban una fiesta con música y consumo de alcohol en la vía pública sin utilizar mascarillas ni respetar ninguna otra medida de seguridad.
Los agentes se desplazaron hasta el lugar tras recibir el aviso en la sala de control de varios vecinos denunciando la celebración de una fiesta en la vía pública con un nutrido grupo de personas entre las que se encontraban algunos menores, y en la que los participantes se encontraban consumiendo bebidas y alimentos en la calle sin respetar las medidas de seguridad y prevención ante la crisis sanitaria por la Covid-19.
La violenta reacción de los denunciados cuando los agentes les pidieron que se pusieran las mascarillas y recogieran todos sus enseres, hizo necesaria la activación del llamado código QRR, que se activa ante situaciones en las que la vida de los policías corre peligro. Una situación por la que habrían tenido que incorporarse algunos policías que estaban de vacaciones o descanso a fin de poder detener a los autores de la agresión, dado que, según ha podido saber este periódico, en ese momento sólo eran seis agentes los que se encontraban operativos en la calle, encontrándose el resto ejerciendo funciones de seguridad. De igual modo, y según las mismas fuentes, fueron varias las patrullas de Policía Nacional las que acabaron sumándose a este operativo en auxilio de sus compañeros agredidos.
Fue entonces, cuando, en un momento dado, uno de los asistentes arrojó la bebida de un vaso al rostro de un agente, y comenzó a amenazar y a insultar al grupo de policías. A continuación, seis de ellos comenzaron a golpear a los agentes y fruto del enfrentamiento se produjo la detención de cuatro hombres y dos mujeres. Dado que había varios menores, los policías optaron por permitir a una de ellas, la de mayor edad, quedarse en el domicilio para su cuidado. No obstante, fue igualmente denunciada.
Como consecuencia de la agresión uno de los agentes sufre una fractura de dedo mientras que otro fue sometido ayer a una TAC por presentar daños craneales.
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