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Los Invisibles

"No es políticamente correcto, odio a la gente y quiero estar en la naturaleza"

  • Adriana Schlittler. Nació el año del Nobel de García Márquez, pero es de Cortázar. Alemana de origen, brasileña de cuna, esta profesora cambió el reloj por el péndulo.

ENSEÑA Latín y Griego en un instituto del barrio de San Jerónimo. Adriana Schlittler (Porto Alegre, Brasil) viajó de la multitud a la quietud. De ese viaje salió su libro El péndulo (Harpo).

-¿De qué ha hablado a los alumnos el primer día de campaña?

-Hemos visto textos de César en segundo de bachillerato.

-Schlitter Kausch. ¿De dónde vienen sus apellidos?

-En Brasil, donde nací, primero va el apellido de la madre. Es de origen suizo-alemán, de alemanes que a finales del XIX se asientan en el sur de Brasil, en Rio Pardo. Mi abuelo paterno era ruso.

-¿Cómo llega a España?

-Había venido antes, pero para quedarme con ocho años. Mi madre se había separado de mi padre y decidimos emprender una nueva vida en otro país. Llegamos por Torremolinos, un pueblo maravilloso, la fealdad más bella que existe en España.

-¿Había dejado de ser el pueblo de pescadores que cautivó a Raymond Carr?

-Ya era setentero. Una maravilla, sobre todo en invierno. En verano se deconstruía esa belleza y se mezclaba con el gentío.

-¿Cómo llega a la poesía?

-Desde muy pequeña. Cogía un libro de Rubén Darío, me ponía a leerlo, no entendía nada, pero lo disfrutaba. Nadie me lo inculcó en mi familia. Me hizo mucha ilusión que una de las últimas veces que vi a mi padre me regaló dos tomos de Guerra y Paz. Supongo que él leería después a Paulo Coelho. Mi madre es de best-seller. A lo más que llega es a Clarice Lispector.

-El poeta brasileño Joao Cabral de Melo Neto fue cónsul en Sevilla...

-He oído hablar de él, pero no lo leí. Conozco más a Vinicius de Moraes, Ledo Ivo, que por cierto murió en Sevilla. La editorial Vaso Roto ha editado en España una antología de poesía brasileña.

-¿Por qué elige un poema de Muñoz Rojas para abrir el libro?

-Me gusta mucho su libro Las cosas del campo. Yo siempre he vivido en ciudades: Porto Alegre, Torremolinos, que es un pueblo-ciudad, Madrid, Sevilla. Como soy interina, estaba segura de que me iban a dar un destino lejos de Sevilla. Mi pareja tiene un campo en Villablanca, Huelva, cerca de Portugal, y a mí me dieron plaza en Gibraleón, a media hora. Nos fuimos para allá. Él dejó su trabajo y se puso a cuidar de la huerta, un campo salvaje. Amasábamos el pan en el horno de leña, yo cosía mi propia ropa. Ha sido una de las etapas más felices de mi vida, cambió mi manera de ser, mi manera de pensar, mis ideales políticos.

-¿Cambió el reloj por el péndulo?

-La vida lineal de la ciudad por el ciclo del campo, donde todo se repite, se construye, se destruye y vuelta a empezar. Te levantas cuando canta el gallo y te acuestas cuando se pone el sol. No teníamos luz, sólo luz natural, no había internet ni lavadora. No es políticamente correcto, pero odio a la gente y quiero estar en contacto con la naturaleza.

-¿Poetisa o poeta?

-Ni poetisa ni poeta. Me falta mucha experiencia, muchas lecturas y sobre todo muchas relecturas para llamarme a mí misma poeta. Yo sólo escribo poesía.

-Nace en 1982. Ese año Sevilla fue sede de Brasil en el Mundial y a García Márquez le dieron el Nobel de Literatura.

-No es un autor que a mí me marque. Soy más de Cortázar, aunque la obra que más me ha influido es Pedro Páramo, de Rulfo.

-¿Es prosaica la vida del profesor de Latín y Griego?

-Tenemos muy poco prestigio los profesores, no sé por qué. Se dice que tenemos muchas vacaciones, que cobramos demasiado y trabajamos poco.

-Y si además es de Clásicas...

-Cuando me preguntan que para qué sirve el latín, ya digo que la bolsa es más corta y hay menos solicitudes. Qué pregunta más absurda, si el latín es todo. El latín somos nosotros. Fue el lugar de contacto de los humanistas.

-¿Saben sus alumnos que escribe poesía?

-Sí porque me buscan por internet. A la presentación del libro fueron dos ex alumnas y una alumna que al día siguiente tenía examen conmigo.

-¿Dónde encuentra mejores cimientos para la poesía, en el latín o en el griego?

-En la poesía española y francesa. Un libro que me marcó es Capital del dolor, de Paul Eluard, el primer marido de Gala, la de Dalí. Diría que la poesía latina, en especial el libro cuarto de la Eneida, y la tragedia griega.

-¿Qué aficiones tiene?

-La fotografía, el cine y coser. Es un gran psicólogo la costura, el mejor relax para el espíritu.

-¿Futbolera por brasileña?

-Del Gremio de Porto Alegre salió Ronaldinho. Antes era muy futbolera. En el Mundial de 2002, a la hora que jugaba España contra Corea, yo tenía un examen de Transcripción Textual Griega con el profesor Raúl Caballero. Me llevé un televisor portátil pequeño y se pusieron todos a ver la tanda de penaltis. Me enfadé y me fui del examen. Ahora lo veo como pan y circo. En el Mundial de Brasil quería que perdieran Brasil y España.

-A Brasil le metió siete Alemania. Schlittler goleó a Adriana.

-Mis orígenes contra mi lugar de nacimiento. Los orígenes siempre vencen.

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