La iglesia de Santa Catalina, declarada Monumento Nacional en 1912, no aguantará mucho tiempo más en su actual estado de dejadez y abandono. Necesita de manera urgente que se acometa la segunda fase del proyecto de rehabilitación integral -entre 2009 y 2010 se repararon las cubiertas- que requiere de una inversión de tres millones de euros. Mientras la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento y el Arzobispado se pasan la pelota unos a otros, el alcalde, Juan Ignacio Zoido, alertó ayer del peligro que corre el edificio, una joya del barroco y el mudéjar. Zoido calificó la restauración como algo "prioritario", toda vez que los técnicos, tras retirar el pasado invierno el esqueleto de andamios que seguía en el interior de la iglesia, han comprobado que los pilares están cediendo y algunos de ellos ya se han hundido entre seis y ocho centímetros.

La preocupación existe, pero lo cierto es que ninguna de las administraciones da un paso firme al frente para impedir que se produzcan pérdidas irreparables en el inmueble. El alcalde explicó que se trabaja para buscar fórmulas que permitan la recuperación total de la iglesia, cerrada desde el 3 de junio de 2004, y aseguró que se trata de un "compromiso" porque es "una joya que no se puede peder", pero, al mismo tiempo, advirtió que "la situación de las empresas no es la misma que hace un año". Zoido emplazó a todas las administraciones a ir de la mano para salvar Santa Catalina, aunque la realidad es bien distinta. El Arzobispado es el único que tiene una partida de 500.000 euros reservada este año para la obra. Además, Junta y Ayuntamiento aún deben liquidar a la Archidiócesis los 364.000 euros que tuvo que adelantar en la primera fase.

Frente a la inacción de las administraciones, los ciudadanos han alzado la voz para reivindicar la recuperación total del templo. El grupo Restauración de la Iglesia de Santa Catalina de Sevilla cuenta en Facebook con más de 1.300 seguidores. Son muchas las acciones de protesta que están llevando a cabo para concienciar a la ciudadanía y poner la cara colorada a los políticos. La última tuvo lugar el pasado viernes con el lanzamiento de una pulsera para pedir la restauración que ya está agotada. El hastag #SalvemosSantaCatalina fue tendencia nacional en Twitter. La pulsera, a un euro, se puede adquirir en la tienda De Sevilla y de Triana, en la calle Hernando Colón, y en el SPAin Aqua Center, en Mairena del Aljarafe. En los próximos días, el colectivo ciudadano encargará pancartas y cartelería de gran formato para que se puedan colgar en los balcones.

La próxima actuación tendrá lugar el viernes 18, a las 20:00. La plataforma ha convocado a los feligreses, y a todos los ciudadanos que quieran, a convetir la fachada de Santa Catalina en una especie de muro de las lamentaciones empapelándola con quejas, anhelos y peticiones para pedir a las administraciones que actúe cuanto antes.