La provincia de Sevilla ha logrado el mayor aumento poblacional en siete años. El último informe demográfico del Instituto Nacional de Estadística (INE) así lo confirma. Con datos del 1 de enero de 2020 los municipios sevillanos suman 1.950.219 habitantes, una cifra con la que se no se rompe la barrera de los dos millones pero que supone un significativo incremento no sólo respecto al ejercicio anterior, sino en una década marcada por las secuelas de dos crisis: la financiera y la del Covid. 

La subida interanual, en número redondos, ha alcanzado los 7.830 residentes, lo que en términos porcentuales equivale a un 0,40% más. Hay que retroceder a 20212 para encontrar una cifra similar. Aquel ejercicio la población de la provincia se elevó con 10.012 habitantes más y un incremento porcentual del 0,52%. Desde entonces las cifras no sólo han sido menores, sino que durante años el signo se ha invertido con bajadas en el padrón. 

De esta forma, en 2013 la subida fue sólo del 0,16% y un año después la provincia perdía 800 empadronados, con un descenso del 0,04%. La bajada más importante se registró en 2016, cuando la población dejó de contar con 1.705 residentes, una merma del 0,09%. 

Detrás de esta tendencia estaban, por un lado, la bajada de la natalidad que lleva soportando, en general, España desde que se desató la crisis financiera en 2008, y por otro, la huida de la población inmigrante hacia otros países en búsqueda de un futuro laboral mejor, ante las escasas expectativas que en los municipios sevillanos encontraban, debido las secuelas de la mencionada debacle económica. 

Una tímida recuperación desde 2018

Sí es cierto que a partir de 2018 se inició un tímido periodo de recuperación, que empezó a consolidarse en el padrón del año pasado, cuando el aumento en números redondos fue de 2.502 habitantes. El último informe del INE supera con creces dicha subida, pues en un solo año el incremento poblacional se ha disparado un 0,40%, lo que supone que en la provincia están empadronadas 7.830 personas más. Con esta aportación, se está más cerca de superar los dos millones de personas. 

A falta de un desglose por municipios, debe destacarse aquí que las localidades que mejor han soportado los años de sangría demográfica fueron las situadas en el área metropolitana, donde "emigraban" muchos jóvenes y familias de zonas despobladas, especialmente de pueblos situados en la ahora denominada Sierra Morena de Sevilla, ante la falta de oportunidades laborales en sus municipios de origen. En este sentido, Dos Hermanas se ha convertido en el mejor exponente de crecimiento poblacional, a diferencia, por ejemplo, de la capital, que ha ido perdiendo habitantes hasta 2019.

El último padrón del INE ha variado la tendencia en la ciudad hispalense, de forma que ha aumentado en 2.800 residentes, con un crecimiento interanual del 0,41%. Es el primer porcentaje positivo que logra desde 2010 y es inversamente proporcional al registrado hace un lustro, cuando en 2015 su población sufrió una bajada del 0,40%.

Las secuelas del Covid

Queda aún por saber las consecuencias que la crisis del Covid tendrá en el padrón que se publique con los datos de este año, pues pueden traer consecuencias significativas que ya se han puesto de manifiesto estos meses, cuando algunas localidades que entraban dentro del fenómeno conocido como La España vacía, han invertido esta tendencia, al regresar a ellas antiguos vecinos que pueden continuar con sus obligaciones laborales gracias al teletrabajo, la fórmula por la que han optado muchas empresas y autónomos para evitar el contagio del virus. Tal es el caso del Castillo de las Guardas, un municipio del Corredor de la Plata que tras años sufriendo la despoblación ha comprobado cómo desde que se desató la pandemia medio centenar de personas se han empadronado en él.