El dispositivo que cada fin de semana diseña la Policía Local contra las botellonas se centra especialmente en cinco zonas de la ciudad: la Alameda de Hércules, la Buhaira, San Bernardo, Los Remedios y la Macarena. Los turnos arrancan a las diez y media de la noche y terminan a las seis y media de la mañana y se divide el servicio en tres dispositivos.

Un primer grupo de policías se destina al centro de la ciudad y, especialmente, a la Alameda. El segundo equipo tiene como objetivo la zona de Viapol y el entorno de la Buhaira y comienza algo más tarde, sobre las once y cuarto de la noche. En ella participan dos furgones de la Policía Local. El primero se dirige a San Bernardo, concretamente a la calle Campamento, para controlar la zona de los jardines de la Buhaira. La orden pide que se inspeccionen también las calles Jazminería, Manolo Vázquez, José María Moreno Galván y Mallén.

Esta última vía está ya más alejada, muy cerca de la estación de Santa Justa, pero en la explanada que hay en ella se han celebrado en los últimos años botellonas multitudinarias y su vigilancia depende del grupo de la Policía Local que se destina a la zona de San Bernardo.

El otro furgón de este segundo grupo de policías tiene instrucciones de centrarse exclusivamente en la Buhaira y recorrer las calles Doctor Escobar Delmás, Vermondo Resta, Enramadilla, Camilo José Cela y Barau, además de atender todas las llamadas ciudadanas de quejas por botellona al teléfono de emergencias 112 que procedan de toda esta zona.

La tercera parte del dispositivo es la que se destina a Los Remedios y a la Macarena. Desde las tres de la tarde del viernes hay un furgón en el aparcamiento de la feria P-3. La Policía vigila especialmente en este barrio las inmediaciones de la discoteca Albero, en la avenida Carrero Blanco, y a la presencia de coches-discoteca. El furgón restante se destina a la Macarena, concretamente a la barriada de las Golondrinas y la avenida del Romanticismo.