Comprar un coche es una necesidad para transportarse, aunque muchas veces la falta de presupuesto no permite cubrirla, aún más si se trata de coches nuevos. Una alternativa en el mercado son los coches de segunda mano para uso ocasional, que son negociables y pueden adquirirse a precios más asequibles. De hecho, las ventas de coches de ocasión tienen un elevado crecimiento en España; aumentaron en un 42% el primer semestre del año 2021 debido a la posibilidad de encontrar un coche de calidad a precios asequibles.

¿Qué considerar para comprar un coche de ocasión?

Un coche de ocasión nunca será una mala decisión. Lo importante es considerar todos los puntos necesarios para hacer una buena elección, minimizando los riesgos asociados a un coche de segunda mano.

Determinar qué coche necesitas

Lo primero es determinar qué tipo de coche es el más adecuado basándose en las necesidades de uso. No es recomendable escoger un coche de alta potencia si se van a recorrer pocos kilómetros diarios, por ejemplo.

Con respecto a la motorización, el combustible de gasolina está diseñado para recorridos inferiores a 18.000 km al año, los coches eléctricos o híbrido enchufable son para las zonas de bajas emisiones, y los de diésel si se requiere un coche para realizar un mayor kilometraje anual.

Investigar antes de comprar

Una vez que se elige el tipo de coche a comprar en cuanto a potencia, motorización, modelos y otras variables, es relevante investigar todo lo relativo sobre este coche. El comprador podrá manejar una mejor información acerca de sus características.

Contratar a un mecánico

Siempre se debe hacer una revisión exhaustiva del coche con un mecánico profesional para comprobar que está en buenas condiciones. Si el vendedor no acepta, se debería rechazar la oferta porque la compra podría ser muy peligrosa.

Verificar el estado del coche

Hay que revisar los detalles ocultos como imperfecciones, golpes, burbujas y marcas que revelan posibles reparaciones o reemplazos de piezas, por ejemplo, los faros o ventanillas. También es necesario verificar que todas las piezas sean originales, o que no tengan defectos de fábrica, tales como los neumáticos.

Chequear el interior del coche

Después de comprobar el estado del exterior, se procede a chequear el interior del coche para que se evalúe el desgaste del volante, las condiciones de los asientos, el kilometraje, los pedales, la palanca y otros elementos. La revisión va desde el sistema eléctrico hasta el equipo de música para conocer las posibles fallas del coche.

Comprobar lo que hay debajo del capó

El mecánico se encarga de ver lo que hay debajo del capó, es decir, comprueba que todo esté en su lugar. Se revisan los niveles de líquidos (aceite y refrigerante), los filtros, el estado del motor, el cigüeñal, la batería, los frenos, etc. Así, el mecánico podrá indicar si el coche tiene desgastes o está sujeto a posibles reparaciones.

Probar el coche

El siguiente paso es probar el coche, pero no una vuelta a la manzana. Lo ideal es recorrer varias carreteras, incluyendo la autopista, durante algunas horas en distintas velocidades. Es un método eficaz que podrá asegurar si el coche presenta ruidos, déficit de frenos o algún defecto.

Consulta las cargas del coche

En caso de que existan cargas en el coche, se inscriben en el Registro de Bienes Muebles o se solicita un informe a Tráfico. Allí se obtiene información sobre embargo, precinto o reserva de dominio. A la vez, indica si el coche cuenta con una hipoteca mobiliaria o si está sujeto a la modalidad de leasing y renting.

Comprobar la documentación

Antes de tomar la decisión final no se puede dejar atrás la comprobación de la ficha técnica del coche, las facturas de mantenimiento, el impuesto de circulación y el seguro para coches. La documentación es lo que revela los detalles del coche desde la primera matriculación para buscar irregularidades y no caer en estafas.

Negociar el precio

Algo que no se puede hacer con un coche nuevo es negociar el precio. Da igual de cuánto sea la rebaja, el descuento de un coche de segunda mano debe aprovecharse al máximo, siempre que se esté seguro de adquirirlo.

¿Comprar o no un coche de ocasión con más de 6 o 7 años?

Los coches vendidos en la Unión Europea desde 2014 emiten un 90% menos de NOx y micropartículas en suspensión (PM) que uno con más de 6 o 7 años en el mercado. Lo mejor es que también ofrecen medidas de seguridad como el ESP y el sensor de monitorización de presión de los neumáticos.

Cabe decir que los coches de gasolina anteriores a 2001 y los de diésel anteriores al 2006 no pueden circular por las Zonas de Bajas Emisiones de Barcelona y Madrid, ni a la capital a partir de 2025. Para no tener que preocuparte por nada, lo mejor es que compres un coche de ocasión que proceda del renting de una empresa reconocida, como Carmarket de ALD, líder del mercado. Así te aseguras de que la compra tenga garantía de calidad.