La arqueología no plantea en principio problemas en la línea 3 del Metro en el tramo de la ronda histórica que delimita el casco histórico, al menos según las conclusiones de los expertos.

El director técnico de Ferrocarriles de la Agencia de Obra Pública de la Junta, Juan de Dios Moreno, ratificó esta semana en las jornadas técnicas sobre la línea 3 que se ha descartado la presencia de restos de importancia tras los trabajos arqueológicos dirigidos por el especialista de la Universidad de Sevilla Fernando Amores e incluidos en el proyecto constructivo. "Existe una elevadísima probabilidad de no encontrar restos arqueológicos" de importancia, recalcó Moreno. Las constructoras que resulten adjudicatarias de la obra tendrán que corroborarlo en las catas arqueologicas sobre el terreno previas a la obra.

Los sondeos completados en 2010 bajo la calle Muñoz León, en la Macarena, permitieron descartar los restos que más preocupaban: posibles restos constructivos urbanos (domus) o de villas suburbanas de época romana que se esperaban por los resultados arrojados en su día en la intervención arqueológica junto a la muralla. Con esta incógnita resuelta, los especialistas insisten en que no se temen otros restos extraordinarios que puedan comprometer el proyecto de la línea 3. Si aparecen serían todos "excavables y removibles", con la autorización pertinente de la delegación provincial de Cultura.

La arqueología planteó un gran obstáculo para el avance de la línea 1 en la calle San Fernando. La obra se adjudicó sin un estudio de arqueología que confirmara la compatibilidad de la muralla almohade con la estación prevista. No había proyecto constructivo que lo detallara cuando se adjudicó el contrato. El resultado fue que se dispararon los costes de obra. La estación tuvo que moverse de lugar ante la imposibilidad de hacerla en subterráneo con elementos tan delicados como la muralla y la escasez de cimientos de los edificios de viviendas de la calle San Fernando.