FERIA Toros en Sevilla hoy en directo | Morante, Castella y Rufo en la Maestranza

Calle Rioja

Un retrato del retratista: vida y milagros de Eulogio Serrano

  • Multidisciplinar. Charo Jiménez ha novelado la polifacética biografía de quien fue actor de teatro de los Quintero, fotógrafo de prensa o Carpanta en la radio

Manolo Gordo condujo el acto. En la mesa, la autora, Charo Jiménez, y la hija de Eulogio.

Manolo Gordo condujo el acto. En la mesa, la autora, Charo Jiménez, y la hija de Eulogio. / Juan Carlos Muñoz

LA suya fue una vida de novela a la que le ha salido una novela llena de vida. La de Eulogio Serrano (1917-2005) contada por Charo Jiménez (Sevilla, 1961). Mientras alguien nos recuerde (Extravertida). Es autora de las novelas Trampantojo, Ara, como el río y Cenizas y rosas.

Eulogio Serrano nace en Riotinto el primer día de octubre de 1917. El mes y el año de la revolución rusa. La suya fue una vida revolucionaria a base de romper diques y prejuicios. El primero, sin él buscarlo, cuando con dos años se embarcó con su madre, Carmela, en el barco Manchuria, camino de Nueva York. Sueños rotos en la isla de Ellis con pasaje de vuelta.

En el Ateneo estaban los frutos de aquellas generaciones. Carmela Serrano, la hija de Eulogio; Bella Belmonte, nieta de Rafael Belmonte, autor de muchos de los textos que Eulogio leyó por Radio Sevilla en su faceta de actor, y hermano de Juan Belmonte; o Manuel Barrios Lagares, hijo de Manuel Barrios, cómplice de tantas aventuras teatrales.

Teatro, radio, prensa, cine, fotografía. Eulogio Serrano fue un renacentista que nació en un polvorín. 1888 se conoce en Riotinto como el año de los tiros, por la represión de las fuerzas vivas, al dictado de los dueños británicos de las minas, contra la población que se manifestó contra los humos y contra los abusos laborales rayanos en la esclavitud. Inglaterra ha enterrado a Isabel II. En tiempos de la reina Victoria, el presidente de la Primera República Estanislao Figueras vendió las minas a tres familias británicas.

Después del efímero sueño americano, Eulogio pasó de las minas de los ingleses a una fonda en la calle Alemanes. Tres años de guerra, no con una cámara como Robert Cappa, sino en el frente. Se los tomó como una película, unas veces de Kubrick y otras de Berlanga, aunque sus Senderos de Gloria fueron más de Berlanga que de Kubrick por el homenaje que le rindieron en el programa de televisión.

Portada de 'Mientras alguien nos recuerde' Portada de 'Mientras alguien nos recuerde'

Portada de 'Mientras alguien nos recuerde' / Grupo Joly

Fundó con Gelán padre la Agrupación Álvarez Quintero. El teatro de los dramaturgos de Utrera a quienes la Agrupación homenajeó de forma ininterrumpida en el parque de María Luisa entre 1945 y 1993. El libro cuenta la gira que este cuadro de actores hizo por Cataluña, invitados por las casas andaluzas, con El encierro de San Serapio, la obra de Manolo Barrios que tanto divertía a Monseñor Amigo. El presidente de las casas andaluzas en Cataluña, don Crispín, hizo buena amistad con Eulogio. Los dos habían combatido en la batalla del Ebro… en bandos enfrentados. Eulogio con Emilio Segura y Rosalía Jiménez en el elenco.

Protagonista y testigo de excepción. En junio de 1968, un mes después del mayo francés, vivió la Misa Flamenca en el Polígono San Pablo, traslado al cante y al duende del Concilio Vaticano II impulsado por Juan XXIII, con el Credo cantado en peteneras por Naranjito de Triana, el Agnus Dei por seguidillas con Antonio Mairena. Un trabajo que se llevó un premio Ondas.

En el camión de los reporteros gráficos vivió el trágico final de la Operación Clavel con la avioneta que se estrelló el 19 de diciembre de 1961 en la llegada de la caravana solidaria con los damnificados por la riada del Tamarguillo. Fue amigo de Juan Belmonte. Charo Jiménez evoca el último reportaje fotográfico que días antes de su muerte (eligió la de sus admirados y leídos Ernest Hemingway y Stefan Zweig), Eulogio le hizo al Pasmo de Triana en su finca de Gómez Cardeña.

Eulogio se casó en 1957 con Josefina, una historia de amor como las aguas del Guadiana. Una novia que hizo a la inversa el camino de la duquesa de Montpensier, de Sevilla a París. La portada del libro es Eulogio con su cámara y trípode. Una foto de José Fiallo en la portada del libro, el portugués con el que empezó a trabajar en fotografía. Captó todo lo que ocurría en la ciudad: sus fiestas, sus tradiciones, sus alegrías y sus pesares. Habitual junto a las porterías de Nervión y de Heliópolis. Tenía 17 años cuando ganó el Betis la Liga; 27 cuando la ganó el Sevilla. No en vano por su pueblo natal, el de la manguara, es por donde entró el fútbol en España, como acredita el libro De Riotinto a la Roja, de Jimmy Burns Marañón, hijo de un espía británico y nieto de Gregorio Marañón.

En la radio fue Carpanta, evocado en el Ateneo de la Cabalgata (el acto lo presidió Manolo Sáenz) por las voces de Bella Belmonte y Carlos Ruiz. Hay un cartel imaginario de la Bienal firmado por Eulogio Serrano: esos festivales flamencos a los que acudió con Antonio Mairena e Iñaki Gabilondo, el donostiarra que vino a dirigir Radio Sevilla a la muerte de Manuel Alonso Vicedo.

Eulogio Serrano, una vida de novela y un lema por bandera: un día sin sonreír es un día perdido.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios