Una dedicación tomada "a contra corriente". No son buenos tiempos para la lírica. Mucho menos para la poesía, pero José Joaquín León, periodista y colaborador de Diario de Sevilla, considera que, precisamente, por todas estas razones, es buen momento de publicar su primer libro de poemas, un tipo de escritura que cultivó en su juventud y que ha retomado en los últimos años, tras interrumpirla durante las décadas de mayor actividad periodística.
La razón que le llevó a dejar de escribir poesía la tomó prestada de un grande de la literatura española del siglo XX, Francisco Umbral. "Todos empezamos de poetas. Hay que asesinar al poeta a tiempo". Una máxima que el autor de Rincón de Sombras llevó a la práctica cuando se dedicó al viejo oficio de ver, oír y contar.
El nuevo libro se ha presentado este lunes en la Librería Verbo. En el acto han participado José Fernando Gabardón, doctor en Historia del Arte y profesor del CEU; y Rosa García Perea, poeta y editora. La obra ha sido editada en España y México por Kolaval, un proyecto cultural puesto en marcha por Manuel Pérez-Petit, que tiene como objetivo dar a conocer las nuevas voces en lengua española.
Mención especial requiere la portada, que reproduce un óleo de Antonio Álvarez del Pino, titulado Lluvia. El pintor se inspiró para realizarlo en uno de los poemas del libro que recibe idéntico nombre.
"Una segunda oportunidad"
"Durante los años en los que dirigí periódicos me resultaba imposible escribir poemas", ha afirmado José Joaquín León durante su intervención, en la que ha confesado que con esta novedad editorial ha pretendido darle al poeta "una segunda oportunidad". Eso sí, lo ha advertido al inicio de su discurso: "No esperen poemas cofradieros", por si alguien relacionaba la coincidencia de la presentación del libro con la cuaresma o por sus artículos sobre Semana Santa que aparecen semanalmente en este periódico.
José Joaquín León acompañado por la escritora y editora Rosa García Perea en la presentación de su libro.
Tampoco hay versos dedicados a las dos ciudades protagonistas de su vida: Sevilla y Cádiz. Ambas sólo aparecen como escenarios de fondo, como así lo hace la Semana Santa en el poema Retazos de un Jueves Santo. Se trata una antología personal donde la temática principal es la vida, con sus luces y sombras, en la que están presentes lo mítico y lo místico, así como el reto del hombre por definir una identidad propia en su existencia.
Para describir este particular mundo, el autor "mira de reojo" las vanguardias del siglo XX, con un estilo que muchas veces recuerda al surrealismo y la escritura automática. Abunda el verso libre y la prosa poética.
Dos etapas
La primera parte de su poesía comprende el periodo de juventud, desde los años 70 hasta 1988. Hasta 2015 no retoma la escritura en verso. No obstante, sus primeros poemas han sido revisados y reelaborados parcialmente para dar una mayor sensación de unidad a una obra que, en palabras de José Joaquín León, "da voz a mi yo oculto".
"Quizás sea lo más íntimo que he escrito", ha aseverado este periodista, que ha puesto fin a su intervención aclarando el motivo que le ha llevado a recopilar sus poemas y darlos a conocer en un libro: "Porque es posible que las sombras hayan vuelto al rincón del que un día desaparecieron. O que la luz estuviera eclipsada, y haya reaparecido entre las sombras".
