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Sevilla

El aroma y sabor de una colección visionaria

  • La esencia dominicana y la historia de un legado familiar de quinta generación se aúnan en una edición limitada de ron Brugal

La maestra ronera Jassil Villanueva.

La maestra ronera Jassil Villanueva. / M. G.

Emigrado desde Cataluña hasta República Dominicana, allá por 1888, Andrés Brugal Montaner construyó una destilería en Puerto Plata para producir el mejor ron. Poco podía imaginarse que 135 años después, su tataranieta, la maestra ronera Jassil Villanueva, cruzara los mares en sentido contrario para invitar a degustar la primera edición de una colección con una técnica innovadora e ingredientes 100% dominicanos.

Jassil Villanueva sabe de lo que habla. Su discurso y su pasión la hacen la embajadora perfecta de esta Colección Visionaria Cacao, con la que Brugal quiere felicitar la Navidad. La particularidad de este nuevo tesoro dominicano reside en la técnica empleada en su elaboración, un proceso innovador en la industria del ron: el tostado de barrica aromática.

En una comida maridada en Casa Ozama, con cócteles cuyo protagonista no podía ser otro que el ron Brugal, la descendiente del creador de la marca desgranó cómo había sido el proceso de elaboración de este ron. El tostado de barrica aromática y la selección de cacao 100% natural confieren a esta edición limitada cualidades perfectas: suave, con cuerpo, equilibrada, con notas de vainilla y caramelo en boca y gran acompañante en las sobremesas.

Una joya líquida, producto de la experiencia generacional de más de 130 años, basada en la innovación y la tradición, y creada para degustar lentamente. Y es que para la Edición 01, de la que solo se destilarán y venderán en España 534 de esta peculiar y especial expresión del ron, en cada barrica se tuestan cuidadosamente granos de cacao recogidos a mano, que posteriormente se retiran antes de añadir el ron a las barricas, saturando el líquido con los aromas sin que dichos granos lleguen a estar en contacto con el ron.

Por su parte, Casa Ozama puso la guinda a la presentación con un menú acorde con las creaciones del maestro coctelero de la casa. Ensaladilla rusa con langostinos, saam de atún rojo de almadraba con cremoso de aguacate, brioche de rabo de toro con mayonesa picante y huevo frito de codorniz y tosta de steak tartar de vaca vieja cortado a cuchillo maridado con el cóctel de autor Sevilla (Brugal 1888, oloroso, naranja, ingobernable, limón, aire de naranja amarga y azahar) fueron los entrantes. De segundo, este establecimiento de reconocido prestigio en la hostelería sevillana dio a elegir entre pluma ibérica de bellota a la brasa con milhojas de patatas o corvina de Conil a la sanluqueña con patatas, para rematar el menú con un postre en el que un lingote de chocolate con helado de frambuesa se pudo bañar en el dulce sabor del cóctel Mai-Tai, con Brugal blanco, Brugal Extra Viejo y fruta de la pasión.

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